Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- UNO. El profeta azul
El candidato del PAN, PRD y MC al Senado, Julen Rementería, equivocó el camino.
Mejor debiera jugar para profeta. Y aun cuando el proverbio dice que “nadie es profeta en su tierra”, dado su origen vasco triunfaría en Veracruz.
Por ejemplo:
En la semana que termina dijo, primero, que buscará la presidencia de la Comisión de Infraestructura y Obra Pública del Congreso de la Unión (primera profecía) para transfigurar Veracruz en un dos por tres.
Así, y por ejemplo, dijo que en el próximo sexenio, dando como un hecho a Miguel Ángel Yunes Márquez como triunfador (segunda profecía) construirán “en seis años lo que antes se hacía en 24 años” (tercera profecía).
Y de paso, claro, como buen profeta maldijo y satanizó los tiempos anteriores cuando en los sexenios de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte (el par de políticos más odiado por el gobernador Yunes, ole Julen) los caminos carreteras “estuvieron en el abandono y sin mantenimiento” (el profeta Julen embarrándose de pureza y castidad).
¡Ah!, pero el profeta vasco tuvo un desliz, resbalón que cuando la lengua deja de amarrarse y se deja libre (relato bíblico), ni modo, se cometen.
Fue cuando dijo que como titular de la SIOP nunca tuvo el respaldo de los senadores por Veracruz (rafagueo a Héctor y Pepe Yunes) aun cuando olvidara que el otro senador fue Fernando Yunes Márquez, el hijo del gobernador.
Las pasiones descarriladas, ya se sabe, suelen avasallar.
DOS. El examigo del profeta
Por fortuna, el profeta vasco tiene claro el objetivo.
Por ejemplo, en su tiempo como coordinador de los Centros SCT, Felipe Calderón Hinojosa presidente de la república, Julen alentó a su antiguo y viejo conocido (Rafael Acosta Croda, empresario, ex panista y ex diputado federal, ahora priista) como constructor, algunos dicen que hasta en sociedad.
Y en sociedad que venía desde la presidencia municipal.
Pero más allá de que signifique “una mancha en el tigre” y/o sea un infundio, el profeta encontró en su carrera política (ex director de Comercio, ex regidor parece, ex alcalde, ex diputado, etcétera) el mejor camino para impulsar la transformación de un pueblo como es la obra carretera.
Alcalde jarocho, con obra pública.
Coordinador de Centros SCT, con obra carretera.
Titular de la SIOP yunista, tiempo cuando, alardeó, “construyó en 14 meses el equivalente a lo que se hacía en cuatro años”, ¡vaya mesianismo!
Y más, “sin contar con el apoyo federal de manera decidida”… sabrá Dios, sin embargo, lo que piense Enrique Peña Nieto y el secretario de Hacienda.
Así, nada más productivo que buscar la presidencia de la Comisión de Infraestructura para lograr en Veracruz, “El chiquis” gobernador, un trabajo productivo que signifique 24 años, es decir, cuatro sexenios, ¡vaya temeridad!
TRES. La profetisa
Por eso mismo, en la cancha electoral se afirma que el lenguaje política está hecho para mentir en cada campaña y para “bajar el cielo y las estrellas a la población”, y como dice Peña Nieto, “ofrecer el paraíso terrenal”.
Es, claro, el mismo paraíso terrenal pintado por la candidata del PRD, PAN y MC a la Senaduría, Jazmín Copete Zapot.
“Lo deseable, dijo en Villa Aldama, es invertir los recursos públicos en carreteras, hospitales, becas y el campo”.
¡Ah!, pero antes, y dieciocho meses y días después, la madriza seca al pobrecito de Javier Duarte, el político preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Así, y luego de exaltar (claro, lógico, obvio) su honestidad dijo que en el Senado luchará “para que lleguen más recursos a Veracruz”, cuando, caray, de los 128 Senadores de la república y los 500 diputados federales que están por terminar su periodo constitucional, sólo uno, Pepe Yunes Zorrilla, fue un gestor social cabildeando más de 4 mil millones de pesos para alcaldes y productores organizados.
Por cierto, nunca como Senador y diputado federal, Arturo Hérviz bajó recursos federales a Veracruz.
Además, otra circunstancia:
En Villa Aldama, la Copete se fue contra los políticos que “se dan golpes de pecho y se muestran como gente honorable y honesta y aprobaron las cuentas públicas de Javier Duarte”.
Ok.
Pero Jazmín Copete olvidó que como diputado local, Julen Rementería del Puerto se prestó a presentar la iniciativa de ley de Duarte para reformar la Constitución local y achicar la gubernatura de 6 a 2 años de edad para ver si así lograba que Miguel Ángel Yunes Linares se desistiera.
Y, bueno, nadie dudaría de que Julen se prestó a la movida duartiana debido a su firme ideología y filosofía y política social de embonar la elección de gobernador con la presidencial.
CUATRO. Senaduría le queda chica
En fin, Julen se pasea como candidato al Senador con aires proféticos, quizá porque en Jalacingo fue recibido por la banda municipal y con saxofones y tambores gigantescos se sintió como los apóstoles con las trompetas de Jericó.
Más aún:
Queda claro que la Senaduría también le queda chica.
Y más, porque un político que sin ser ingeniero ni arquitecto construyó obra pública en 14 meses como titular de la SIOP equivalente “a lo que se hacía en 4 años” y garantiza que en el próximo sexenio se hará lo que “antes en 24 años”, caray, mínimo, gobernador de Veracruz, y/o en todo caso, secretario de Infraestructura del gobierno federal.
Y más cuando en el camino público, el candidato panista clausuró por completo su vida como comerciante y redescubrió que su vocación original era servir a la población pobre y jodida.
Y todavía más, fermentarse en su hijo quien busca ahora la reelección como diputado local, incubando las raíces para la presidencia municipal de Veracruz en el año 2022, siempre y cuando, Fer Yunes sueñe con la gubernatura para dejarle la cancha edilicia abierta.
