Ciudad de México.- El partido entre el Rayo Vallecano y el Albacete se suspendió este domingo en el descanso cuando iba 0-0 después de que la afición local insultase a Román Zozulya, delantero ucranio del Albacete. “¡Zozulya, eres un nazi!”, “¡puto nazi!” o “¡fuera de Vallecas!”, coreó parte de la afición franjirroja durante la primera mitad del encuentro. En el descanso, ambos equipos decidieron no volver al césped y el árbitro procedió a la suspensión, la primera en un partido de LaLiga por insultos.
Ya en la primera parte, el colegiado detuvo el juego en dos ocasiones durante unos segundos. A la vez, por megafonía se pedía que cesaran los insultos. LaLiga mostró en un comunicado su acuerdo con la decisión del colegiado de no reanudar el encuentro. Durante el choque, Zozulya se mostró tranquilo, en apariencia ajeno a todo el ruido. Cuando su equipo enfilaba los vestuarios, el ucranio acercó la mano a una oreja como respuesta a los cánticos. Mientras, Néstor Susaeta, exjugador del Rayo, pedía prudencia a los aficionados. “Yo ya he parado dos veces, haced lo que creáis necesario”, decía el árbitro a los jugadores del Albacete mientras todos se retiraban.
“LaLiga manifiesta su acuerdo con la decisión tomada por José Antonio López Toca [el árbitro] de suspender el encuentro ante los graves insultos y amenazas sucedidos durante la primera parte contra Román Zozulya, jugador del club visitante, y ante la petición de los dos equipos en el estadio de Vallecas”, informó la patronal. El Albacete agradeció al árbitro y a la Federación que suspendiese el choque: “Una decisión tomada con el único objetivo de salvaguardar los valores del deporte que amamos y de nuestra competición”.
Para entender toda la historia hay que remontarse casi tres años atrás. En el mercado invernal de 2017, el Rayo fichó a Zozulya. La afición se movilizó de inmediato y presionó para que la operación se frustrase, algo que finalmente ocurrió. Alegaban los seguidores rayistas que el ucranio había tenido acercamientos a la ultraderecha, salieron a la luz imágenes del delantero posando con simbología nazi y fascista, y que eso no concordaba con los valores tradicionales del club. El delantero intentó incluso entrenarse con su nuevo equipo, pero los actos de protesta en las instalaciones no lo permitieron. Tras días de polémica, el delantero renunció a quedarse en Vallecas y volvió al Betis, equipo que lo cedía al Rayo, y se quedó sin jugar el resto de la temporada.
En el cuadro verdiblanco sí que encontró apoyo. Zozulya
volvió a Sevilla muy afectado por todo lo ocurrido y tuvo el apoyo
incondicional de la plantilla del Betis. “Es un linchamiento”, denunció el
capitán Joaquín al leer un comunicado conjunto. También LaLiga, con su
presidente Javier Tebas a la cabeza, mostró comprensión con el ucranio y
amenazó con acciones legales contra los que coaccionaron al futbolista en
Madrid.
El caso incluso trascendió más allá del deporte. Pablo Iglesias, líder de
Podemos y entonces residente en Vallecas, se mostró “orgulloso” de la afición
del Rayo. “Era un neonazi. Es muy saludable que la afición se pronuncie así”,
declaró Iglesias. En cambio, el ministro del Interior en aquel momento, Juan
Ignacio Zoido, del PP, mostró su solidaridad con el jugador.
Tras la polémica, Zozulya explicó que era defensor del Ejército ucranio en el conflicto con los prorrusos, pero negó que simpatizara con el nazismo. “Si algo así pasase en España, no dudarían en defender a su país”, se justificó, a la vez que afirmó que temía por la seguridad de los suyos. “El fútbol es mi vida, pero si tengo que elegir entre el fútbol y mi familia, la decisión es bastante evidente”. En el verano de 2017, el delantero fichó por el Albacete, donde ha encontrado su sitio. Este domingo era la primera vez que pisaba el estadio vallecano, ya que en el curso anterior que ambos equipos coincidieron (2017-18) se había quedado en casa para evitar problemas.
Durante toda la semana previa al encuentro, el Rayo pidió a la afición que respetase al jugador. “Solo pido respeto para Zozulya. Cada uno puede opinar, pero con respeto. Si Vallecas tiene que opinar, que lo haga con respeto. Solo me importa que Zozulya es un buen delantero, el resto no me interesa”, declaró Paco Jémez, entrenador rayista.
Los ruegos no dieron resultado. Los cánticos en Vallecas arreciaron desde el principio, provenientes sobre todo del fondo donde se ubican los Bukaneros, los aficionados más radicales del Rayo, de reconocida ideología izquierdista. “Es una noche triste para el Rayo y para el deporte. Condenamos tajantemente los insultos de una parte de la afición desde el fondo hacia un deportista”, denunció el presidente del club vallecano, Raúl Martín Presa. “Por culpa de unos pocos la mayoría de personas se tuvieron que volver a casa sin ver un partido. Esto no es política ni lucha de clases. Esto es deporte, es fútbol y está para unir, hermanar y juntar gente de diferentes ideas, razas y religiones”.
El Albacete agradeció la decisión del árbitro de suspender el encuentro. “Con esto se opta por defender la integridad de las personas y los deportistas”, declaró Víctor Varela, vicepresidente del club manchego, que abogó por volver a jugar “cuando se den las condiciones necesarias”.
La suspensión sienta un precedente, algo que no sucedió anteriormente con los cánticos racistas a jugadores como Eto’o, Ronaldo, Dani Alves e Iñaki Williams.
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