Luis Velázquez/ Barandal
14 de agosto de 2019
ESCALERAS: El secretario de Salud del gobierno de Veracruz parece tener una vida impune. Desde la toma de posesión su vida ha oscilado alrededor de los escándalos y el desencanto y para su fortuna, la ha librado.
Incluso, cuando al principio del viaje sexenal fuera exhibido en las redes sociales como “El besucón” dando un besito a un chico, el mismito gobernador salió en su defensa.
Más todavía: según el góber, la foto era un fotomontaje con “una mano (siniestra y sórdida) manejando la cuna”.
Nadie se acordó, por ejemplo, de cuando director de un hospital público en la yunicidad, solía despachar en un antro, unos dicen, donde alquilaba un terreno de su propiedad para el festín carnal.
PASAMANOS: Luego, trascendió en la cancha pública la compra de las patrullas policiacas por asignación directa, vil dedazo, tráfico de influencias, conflicto de intereses, y el súper delegado federal de Jalisco, el beneficiado, fue despedido desde el Palacio Nacional.
Entonces, se atravesó la compra de ambulancias y medicinas, también por asignación directa, es decir, se insiste, dedazo puro en la Cuarta Transformación del país.
Y mientras “tirios y troyanos” se agarraron “tirando su espada en prenda” (y en contra) del secretario de Salud, el doctor de la barbita tipo León Trotsky y la bata médica como piyama modelo Agustín Cartens, salió ileso.
CORREDORES: Es más, la Contralora, miembro del círculo íntimo del poder de MORENA en Veracruz, lo defendió con todo.
Y el titular de la SS, como Garrick, el actor de Inglaterra, reía y reía.
Más aún, echado para adelante, seguía rafagueando en la cancha mediática a sus antecesores en los gobiernos de Miguel Ángel Yunes Linares, Javier Duarte y Fidel Herrera, pero sin interponer una denuncia.
La faramalla pura. El fuego pirotécnico. El duende levantando la mano en el espejo mediático.
BALCONES: Los vientos huracanados en su contra siguieron imperturbables, como si tuviera vida impune. Un dios superior protegiéndolo. El mejor karma en la historia pública de Veracruz.
Compró medicinas por asignación y nada pasó, porque de por medio, dijo, había una crisis humanitaria.
Y como nada sucedió, entonces, siguió comprando medicinas y concesionando servicios médicos… por dedazo.
Uno de los casos “suspender los tratamientos de hemodiálisis en todos los hospitales de la entidad… por un cambio de la empresa proveedora” (Notiver, 8 de agosto).
PASILLOS: Otro de los casos, adjudicar un contrato a la empresa Gifyt para la compra de medicamentos “simulando competencia para ganar contratos”.
En Poza Rica, por ejemplo, los enfermos con insuficiente renal crónica en riesgo “ante la suspendió del área de hemodiálisis… por insuficiencia presupuestal” (Ibídem).
El colmo:
La suspensión del servicio en las Clínicas del Dolor y Cuidados Paliativos de los Hospitales Infantil y de Alta Especialidad… porque todavía está en veremos la designación del director.
Y sin embargo, el secretario de Salud, inamovible.
El líder de la JUCOPO en la LXV Legislatura, Juan Javier Gómez Cazarín, describiéndose a sí mismo, lo dijo de la siguiente manera:
“Se me chispoteó”.
VENTANAS: Poderoso padrino o madrina (unos dicen que la secretaría de Energía de AMLO) tiene, tendrá el secretario de Salud para tanta impunidad.
En el ejercicio del poder el señor sigue improvisando y lanza cacayacas a sus antecesores a tono con la modernidad.
Y, bueno, si le perdonaron su trabajo con Miguel Ángel Yunes Linares en el sistema de salud de los años azules, más, mucho más le perdonarán sus deslices, principio de Peter manifiesto, costo de aprendizaje demasiado caro para los pobres “y los pobres entre los pobres” padeciendo el deficiente sistema de salud pública.