Luis Velázquez | Malecón del Paseo
14 de abril de 2021
EMBARCADERO: Bill Clinton fue presidente de Estados Unidos… Y como su héroe era John F. Kennedy, tanto quiso parecerse… Entre otras cositas, por su devoción sexual… Marilyn Monroe, por ejemplo, esperaba a Kennedy nadando desnuda en la alberca presidencial, con una botella de champagne enfriándose… Kennedy solía practicar “un rapidín” atrás de la puerta en las fiestas amicales con una pareja ocasional… El reality-show más conocido de Clinton fue con la becaria de 22 años, Mónica Lewinsky, a tal grado que por poquito y le cuesta la Casa Blanca…
ROMPEOLAS: Robert Fisk fue reportero en el Medio Oriente cubriendo la guerra eterna de Irán-Irak… El tiempo de Sadam Hussein y Osama Bin Laden… Publicó un libro de mil 700 páginas intitulado “La gran guerra por la civilización”… Y en una parte central narra la historia cuando en aquel tiempo, y para distraer la atención de la prensa norteamericana y del mundo sobre el caso Lewinsky, Clinton ordenó bombardear Afganistían y Sudán, atentando, incluso, en contra de los civiles, aniquilando a niños, mujeres y ancianos…
ARRECIFES: Después, cuando el tribunal de EU estaba listo para dictaminar sobre si Clinton debía destituirse como presidente por el caso Lewinsky, otra vez ordenó un bombardeo, ahora en contra de Irak… Y con rabia y furor para que el epicentro periodístico fuera la guerra… Aquellos ataques aéreos y marítimos y por tierras fueron conocidos en el Medio Oriente como “La guerra de la falda”, pues significó el intento desesperado y angustiante de Clinton para salvarse… Y con todo y que el tribunal tenía las suficientes pruebas en contra la pudo librar…
ESCOLLERAS: Fue el tiempo aquel cuando diez mil soldados iraquíes fueron enterrados vivos cerca de la frontera saudí en una de las peores atrocidades de que se tenga memoria y conocida en la historia como “La tormenta del desierto”… Tiempo cuando en su conjunto el saldo de la guerra fue de 40 mil mujeres asesinadas y 32 mil niños ejecutados… Y cuando 86 mil hombres perdieron la vida en el centro de las batallas… Y cuando las mujeres bellas de Irak eran torturadas, violadas y asesinadas… Todo, para que Clinton salvara el pellejo luego de sus pasiones contrariadas…
PLAZOLETA: La locura total de los políticos encaramados en el poder público… Por ejemplo, el dictador de la República Dominicana, Rafael Leónides Trujillo, alardeaba de haber tenido relaciones con mil mujeres… Incluso, solía llevar unas libretitas donde anotaba los nombres y el tiempo de cada una… Francisco Villa, el Centauro del Norte, utilizó su fama para casarse con veintinueve mujeres y con quienes procreara 28 hijos… Cada vez que se aburría en el ejercicio del poder, Antonio López de Santa Anna, 3 veces gobernador de Veracruz y once presidente de la república, nombraba un interino a modo y se iba de pueblo en pueblo, acompañado de sabrosa mulata de veinte años, a jugar a los gallos…
PALMERAS: La silla embrujada del palacio, decía Eufemio Zapata, el hermano menor de Emiliano, enloquece y embrutece… Y apenas el político se sienta sufre una transformación esotérica sintiéndose dueño hasta del destino humano… “A veces, exclamaban los doce Césares de Suetonio, me siento Dios”… Y es que dueños de tanto poder (jefes máximos, jefes del dinero público, jefes de las policías, jefes natos del partido en el poder, jefes de los poderes Legislativo y Judicial, dadores de bienes y males según el caso) son pocos, excepcionales, raros, extraños, los políticos que conservan la mesura y la prudencia…