Luis Velázquez
Veracruz.- El priista Juan Antonio Nemi Dib pinta el terror y el horror en el tiempo de su ex amigo, Miguel Ángel Yunes Linares. Encerrado en el penal de Pacho Viejo fue torturado, dice. También, y lo más siniestro y sórdido, un jefe policiaco lo amenazó con matar a sus hijos.
Sí, señores, matar a sus hijos.
Estamos, entonces, ante el peor de los mundos. Casi casi, lo mismito que en la guerra sucia de cuando Gustavo Díaz Ordaz gobernó el país con su movimiento estudiantil del 68 y Luis Echeverría Álvarez con su 10 de junio, tiempo aquel de “Los halcones”, por cierto, referidos en la película “Roma” de Alejandro González Iñárritu y Yalitza.
La tortura, una de las estrategias políticas y policiacas para arrancar confesiones, a fuerza.
Ningún filme cinematográfico retrata aquellos tiempos siniestros como la película “Ingobernable”, con Kate del Castillo. Los críticos, los disidentes, los inconformes sociales, los sublevados, los activistas sociales, los defensores de los derechos humanos, detenidos y encarcelados y torturados y asesinados y sepultados en fosas clandestinas.
Casi casi, Porfirio Díaz Mori encerrando a sus opositores en las mazmorras de San Juan de Ulúa. Antonio López de Santa Anna, encarcelando en Ulúa a Benito Juárez y Melchor Ocampo.
Nemi, asegura, fue torturado. Y torturado de manera física y sicológica, con la amenaza de muerte para sus hijos.
Yunes Linares, el gobernador de dos años. Jaime Téllez Marié, el poderoso secretario de Seguridad Pública. El director general de Operaciones de la Policía Estatal, a cargo de la tortura, cumpliendo la orden superior.
Tal fue la vida en la yunicidad. La cloaca, entonces, estaría apenas, apenitas, destapándose. El aroma pútrido reventando de igual manera como el Yunes azul lo clarificó en contra del tiempo sexenal de Javier Duarte. Tiempo aquel, por ejemplo, cuando los jefes políticos y policiacos y los policías y los carteles y carteles se aliaron para la desaparición forzada, el delito de lesa humanidad.
MUCHO RENCOR, MUCHO ODIO… COMO PARA PUDRIR EL ALMA
Yunes, anexos y conexos, pretendían que Nemi declarara en contra de Javier Duarte y Karime Macías, pues en aquel viaje sexenal se desempeñó como director del DIF, secretario particular del gobernador y secretario de Salud.
Y se negó.
Y como se negó, las presiones, la tortura, las amenazas de muerte contra sus hijos.
¡Ay, la vida tan canija!
En el sexenio de Patricio Chirinos Calero, Dante Delgado Rannauro fue encarcelado en Pacho Viejo. Que según por órdenes de Ernesto Zedillo, en venganza política cuando Dante le renunciara a la Procuraría Agraria.
Entonces, Chirinos delegó en el secretario General de Gobierno, Yunes Linares, y se fue con todo, para ganarse, digamos, la candidatura priista a gobernador.
Juan Antonio Nemi Dib fue con Dante Delgado su director de Comunicación Social y diputado federal.
Luego, en el chirinismo, Yunes le ofreció la candidatura a presidente municipal de Córdoba, Dante preso, y la aceptó y alió con Miguel Ángel padre.
Entonces, la esposa de Dante le publicó un desplegado de una plana con la siguiente leyenda:
“¡Tú también, Nemi!”.
Y en la yunicidad cuando Nemi fue presionado para declarar en contra de Duarte y Karime, se abstuvo y la respuesta de Yunes fue la cárcel en Pacho Viejo.
Y aun cuando fue liberado por un juez federal, ahora, de nuevo, el Fiscal carnal, Jorge Wínckler Ortiz, lanza una nueva acusación en contra de Nemi que por trastupijes en la construcción de la Torre Pediátrica.
¡Vaya paradoja, vaya saña y barbarie, vaya ponzoña!
El rencor y el odio en su más alto decibel. Todo, porque en el año 2016, Nemi rechazó unirse a la candidatura de Yunes Linares a la gubernatura.
GOBIERNO REPRESOR
Yunes trascendió como el primer político que derrotara al PRI en la disputa por la gubernatura.
Y más, luego de casi 80 años de hegemonía tricolor y que Mario Vargas Llosa denominara “la dictadura perfecta”.
Incluso, quiso merecer el título del justiciero solitario, “El señor Justicia”, el político impoluto, firme, limpio, audaz, temerario y honesto, honesto, honesto… que encarcelaba a los políticos pillos y ladrones del duartazgo, comenzando por Javier Duarte y siguiendo con Karime Macías.
Pero en el camino, y en la lógica de Nemi Dib, incurrió o habría incurrido a la tortura.
Nemi por lo pronto omitió detallar, precisar, ahondar, profundizar en el tipo de tortura que le infligieron y que ya de por sí tortura es la amenaza de matar a sus hijos.
Por un lado, el secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié, cumpliendo la orden superior.
Y por el otro, desde la Fiscalía, Jorge Wínckler, metiendo quizá “la cuchara hasta el fondo de la olla”.
El bienio azul que soñó con ser canonizado en los altares a partir de una feroz y sistemática guerra contra la corrupción política, trascendido ahora como un gobierno represor y torturador a tono, digamos, con los generales de América Latina en el siglo pasado convertidos todos en dictadores.
Yunes “se cortó las venas” predicando la moral pública. Pero, caray, luego de la revelación de Nemi, una cosita es haber encarcelado a los duartistas; otra, y como en el caso de Nemi, un político inocente, y otra, mil años luz de distancia, la tortura. Tortura física y sicológica.
Y más porque nada dobla tanto a la naturaleza humana como, primero, ser encarcelado, y segundo, torturado en los días y las noches que en prisión parecen los más largos de la vida.
Sabrá el chamán si el jefe policiaco y/o los policías que torturaron a Nemi todavía siguen trabajando en el gobierno de Veracruz, pues de ser así, expresa el peor de los tiempos.