+ En su programa fomentaba valores como el respeto a los papás y maestros; exhortaba a los niños a portarse bien, comer sanamente y estudiar.
Carlos Abad/El Piñero de la Cuenca
Tuxtepec, Oaxaca.- Durante 40 años solo ha existido un personaje en la radio local que fue capaz de lograr una gran empatía con el público infantil, a tal grado que llegó a credencializar a cientos de niños como sus “SOBRINOS”; nos referimos a Margarito Estrada Díaz mejor conocido como “EL TÍO MARGARIN” figura emblemática de Tuxtepec que despertaba a chicos y grandes todas las mañanas con la canción “CAMINITO DE LA ESCUELA” de Francisco Gabilondo Soler “Cri Cri”.
“El Club del Tío Margarín” se transmitía a primera hora tan pronto saliera el sol, su voz acompañaba el viaje de miles de niños y papás desde la casa a las diferentes instituciones educativas, con su sello particular que eran las “complacencias” como el caso del “Teléfono Carpintero”.
Sus “sobrinos” de ese entonces, ahora son profesionistas y cuando lo encuentran en la calle aún lo recuerdan con mucho cariño, ya que en su programa “El Tío Margarín” los exhortaba para que vivieran cada día con entusiasmo; así mismo fomentaba los buenos valores a través de consejos para que todos los niños respetaran a sus padres, hicieran caso a sus maestros, estudiaran mucho, comieran sanamente e hicieran ejercicio.
A través de las ondas sonoras “El Tío Margarín” se convirtió en un ícono de la radiodifusora local; el personaje lo creo después de la muerte del “Tío Gamboín” a nivel nacional, y es que nuestro gran él no deseaba que los niños de la Cuenca del Papaloapan perdieran la ilusión de “IMAGINAR” cosas.
Hoy en día Margarito Estrada Díaz cuenta con la edad de 75 años, nació en la calle Arteaga de la colonia Lázaro Cárdenas en 1944 justo en la época de la inundación de Tuxtepec.
Antes de ser locutor de radio trabajó en la fábrica de papel y laboró en la ampliación de la red eléctrica hacía Minatitlán; lo anterior por problemas económicos que lo obligaron a dejar la escuela cuando apenas había terminado la secundaria.
Pero su gran paso fue sin duda en 1965 cuando gracias a la radio con su voz logró que miles de personas crecieran con una sonrisa a través de su programa infantil, aunque un día “tuvo que decir adiós y apagar micrófonos” debido a la enfermedad de diabetes que padece, misma que lo obligó a retirarse en el año 2000 y que ha provocado que pierda parte de la vista, para que finalmente en 2007 lograra la pensión de parte del Instituto Mexicano del Seguro Social.