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El tsunami Morena rompe a PAN, PRI y PRD. Analistas ven fuerzas emergentes contra AMLO en 2019

El Piñero

 

Ciudad de México, 17 de noviembre (SinEmbargo).- El resultado electoral de los comicios del pasado 1 de julio cambió el mapa de los partidos políticos en México y el contundente triunfo del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) sacudió de tal forma los cimientos de las principales fuerzas políticas que hoy están en proceso de construcción fuerzas políticas emergentes surgidas de escisiones de las que ya existen.

De acuerdo con las cifras oficiales del Instituto Nacional Electoral (INE), desagregadas y por partido, en la elección del 1 de julio pasado Morena consiguió 25 millones 186 mil 567 votos o 44.49 por ciento del total; el PAN obtuvo 9 millones 996 mil 514 votos o 17.65 por ciento; el PRI, 7 millones 677 mil 180 o 13.56 por ciento; el PT, 3 millones 396 mil 805 votos o 6 por ciento; PRD, 1 millón 602 mil 715 o 2.83 por ciento; el PVEM, 1 millón 51 mil 480 votos o1.85 por ciento, y Movimiento Ciudadano, 1 millón 10 mil 891 votos o 1.78 por ciento.

El Partido Encuentro Social consiguió 1 millón 530 mil 101 votos o 2.70 por ciento, y el Partido Nueva Alianza 561 mil 193 votos o 0.99 por ciento; ambos institutos políticos perdieron su registro.

En tanto, los candidatos no registrados sumaron 31 mil 982 o 0.05 por ciento y se contabilizaron 1 millón 603 mil 857 votos nulos, esto es el 2.83 por ciento.

Este escenario provocó que sólo de los ex liderazgos del Partido Acción Nacional (PAN) estén ya dos partidos en construcción: el del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa y el del ex Senador Francisco Búrquez Valenzuela que, en 2019, intentarán conseguir los militantes que la Ley les requiere para lograr su registro.

“Ante lo que significó la construcción de Morena, que jaló en términos electorales una parte importante de votos de los partidos que existían, del PRI [Partido Revolucionario Institucional] y de alguna manera del PRD [Partido de la Revolución Democrática]. Esto modificó sustancialmente la estructura del sistema de partidos. Eso no quiere decir que los votos que se fueron a Morena se vayan a quedar ahí, porque muchos de ellos son de castigo. Lo que ocurrió con el PAN no es sólo la salida de panistas, porque muchos se fueron a Morena, sino la captura del PAN por algunos de sus grupos”, explicó Gustavo López Montiel, experto en partidos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.

El domingo pasado, Felipe Calderón Hinojosa renunció al blanquiazul –el partido que lo llevó a la Presidencia de México–, antes de conocerse los resultados de la elección interna que llevará a Marko Cortés Mendoza a la presidencia nacional y a Héctor Larios Córdova a la Secretaría General del PAN.

“Porque el Partido Acción Nacional ha dejado de ser el instrumento de participación ciudadana para la construcción de un México mejor que pensaron sus fundadores. […].Porque la camarilla que controla al partido ha abandonado por completo los principios fundamentales, las ideas básica y las propuestas del PAN, y no le interesa sostenerlos, actualizarlos o fortalecerlos”, sostuvo en la misiva de una renuncia.

Calderón Hinojosa afirmó que pertenecer al PAN significaba una desviación y una “pérdida de tiempo, recursos y capacidad de organización”. Antes, el ex Presidente expresó la intención de fundar un nuevo partido político junto con su esposa Margarita Zavala Gómez del Campo.

Entre las reacciones que generó el anuncio del ex Presidente, destacó la de Ernesto Ruffo Appel, Diputado federal de la bancada panista y ex Senador de la República.

“Ernesto Ruffo se siente aliviado que ya haya decidido por dejar al PAN en paz, porque habrán de terminar todas esa maneras que él trajo como Presidente de la República y que nos ha causado daño en la vida institucional del partido […]. A mí en lo personal me alivia que vayamos a dejar de tener ya la influencia y la perspectiva de Felipe Calderón”, argumentó en entrevista con SinEmbargo.

El legislador le deseó suerte, pero auguró que Calderón Hinojosa no tendría éxito con su nuevo partido.

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“No quiere decir que el hecho de que Calderón se salga de PAN, tenga éxito en la construcción de un partido. Porque Calderón no es [Andrés Manuel] López Obrador. El incentivo de Andrés Manuel López Obrador era construir una candidatura presidencial y su popularidad era fundamental. En el caso de Calderón no es así, ya fue Presidente y está desprestigiado”, opinó el politólogo López Montiel.

No sólo Calderón buscará fundar su partido el próximo año. La semana pasada el ex Senador Francisco Búrquez dijo a SinEmbargo que trabajaba en la conformación de un movimiento ciudadano con miras a buscar el registro como partido.

“Buscaremos abrir un boquete en el sistema de partidos controlados por políticos, nos estamos organizando. Estamos ahorita en el desarrollo de fundamentos, vamos a buscar reunirnos con otras organizaciones ciudadanas para crear una nueva alternativa diferente”, dijo.

PRD Y PRI BUSCAN SALIR DEL HOYO

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) está en proceso de cambio de nombre o de la fundación de un nuevo partido, además de enfrentar una crisis económica que lo ha llevado a la decisión de despedir a toda su plantilla de trabajadores sindicalizados y a considerar poner a la venta los inmuebles que posee.

Y en cuanto al PRI, de acuerdo con analistas, está tan desfondado que ya no existe lugar entre el tricolor y Morena para la conformación de una nueva fuerza política que vaya por ese electorado.

“El PRD se seguirá desfondando, quedará un pequeño núcleo porque siguen recibiendo recursos, pero no le veo mucho futuro. El PRI no tendrá otra alternativa que secundar las iniciativas de Morena y le costará más que al PAN ser oposición […]. Para la conformación de un nuevo partido emanado de PRI, creo que ya no da el aspecto ideológico para hacer algo entre Morena y el PRI, algo que sea distinto. Morena está mostrando ser bastante amplio, a pesar de que López Obrador es muy conservador, no ha dado señales de que bloquee iniciativas. Morena está siendo bastante progresista”, dijo Iván Iturbe Carvajal, especialista en Campañas Políticas y Discurso del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana.

El 1 de julio por la noche, José Antonio Meade, candidato del PRI a la Presidencia de la República, fue el primero en reconocer que los resultados le eran adversos en el proceso electoral. También felicitó a Andrés Manuel López Obrador, a quien le deseo éxito en su proyecto de Nación. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro

EN 2019 HABRÁ MUCHOS INTERESADOS

Roberto Duque Roquero, experto en Derecho Constitucional y Sistema Electoral Mexicano de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que el anuncio de nuevos partidos políticos apenas inicia. El próximo año será cuando muchas organizaciones podrán registrarse ante el Instituto Nacional Electoral (INE) para buscar el registro de nuevas fuerzas políticas.

“Sólo se puede construir un nuevo partido político cada cada seis años. Es un modelo rígido en México y no es fácil construir un partido político. Se hace al año siguiente de la elección federal en donde se elige al Presidente de la República y ambas cámaras”, explicó Duque Roquero.

En 2013 iniciaron su proceso 52 organizaciones que buscaban ser partido político, de las cuales sólo Morena, el Partido Encuentro Social (PES) y el Partido Humanista (PH) lograron el registro en 2014. Las organizaciones o movimientos deben lograr el 0.26 por ciento del padrón de afiliados (234 mil), los cuales pueden distribuirse en 3 mil afiliaciones en 20 estados de la república o grupos de 300 en 200 distritos electorales.

Hace seis años la carrera por convertirse en un partido político inició en 2013 y de los tres partidos que lograron su registro, sólo Morena y el PES pudieron mantenerlo en 2015, las primeras elecciones donde compitieron sin ir en alianza con ninguna fuerza política.

“Hay varios grupos que podrían trabajar para construir partidos y que lo puedan lograr. Sin embargo, no quiere decir que realmente puedan consolidarse: es dinero pero también es estructura y ambas son cosas difíciles de conseguir para hacer un partido exitoso, como es el caso de el de López Obrador”, explicó Gustavo López Montiel.

La prueba de fuego para todos aquellos que logren su registro en 2020 será las elecciones intermedias de 2021. Ahí el partido de Calderón y el de Búrquez deberán conseguir el 3 por ciento de la votación o quedarán fuera de la jugada.

“La primera vez que se compite como partido de nueva creación, no se puede ir en coalición con nadie, debe competir en solitario y si logra el mínimo del 3 por ciento de la votación válida, mantiene su registro. Morena superó el 3 por ciento en 2015 y el PES, mientras que el Humanista perdió su registro”, recordó Duque Roquero.

De los proyectos que se han mencionado durante los últimos días, el de Calderón Hinojosa podría lograr reunir las afiliaciones necesarias. Conseguir el financiamiento y utilizar la estructura que apoyó la candidatura de Margarita Zavala a la Presidencia de la República, podría ser relativamente fácil para el ex mandatario, explicó López Montiel.

“Es posible que Calderón pudiera lograr la construcción de un partido si consigue gente que lo financie […]; en realidad esto de la formación de nuevos partidos tiene que ver con la pluralidad, con la idea que tenemos de democracia. No sabemos qué tanto es mucho o pocos partidos. Brasil tiene más de 30 y Ecuador más de 20”, finalizó el analista.

 

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