Redacción El Piñero | Corresponsalía
Luz Estrella es la viuda de Mariano Santiago, el tuxtepecano que falleciera junto con otros mexicanos más en El Paso de San Antonio, Texas, al ser abandonados en un tráiler.
Mi nombre es Luz Estrella Cuevas Remolino. Me dirijo a ustedes para pedir que me apoyen a través de El Piñero, y que mis palabras lleguen a mis hermanos Tuxtepecanos para poder comprar mis medicamentos, ya que no cuento con el recurso económico.
Hace un año para ser exacto, el 27 de junio del 2022 mi esposo Mariano Santiago perdió la vida en Estados unidos, desafortunadamente quedó atrapado con un número de personas en la caja de un tráiler en el que viajaba para cruzar la frontera y en el paso de San Antonio Texas, fueron abandonados por los coyotes, dejándolos encerrados en el cajón sin poder salir hasta quedar asfixiados.
Dada nuestra situación económica y de salud, ambos decidimos que él intentaría pasar y lograr encontrar un buen trabajo, porque a pesar de que él estaba preparado académicamente nunca tuvo la oportunidad de conseguir un buen empleo. Así entonces agarró valor y decidió buscar mejores oportunidades. Los dos soñamos con tener un futuro mejor para nuestros hijos y para mi familia, lo cual no fue posible, porque ese sueño se convirtió en una gran tragedia en donde terminó perdiendo la vida. Para mí fue un golpe muy fuerte…teníamos planes a futuro, había muchas cosas pendientes por hacer. Juntos lograríamos sacar adelante a nuestros hijos.
Prometimos estar juntos en las buenas y en las malas, y al saber está noticia la tristeza inmediatamente me invadió, me consumió, me desanimé, pero aun así al final opté por continuar echándole ganas por mis hijos, ellos fueron y han sido mi refugio. Agradezco Carlos Abad que en ese momento estuviste presente apoyándome y que en conjunto con muchas personas que Dios puso en nuestro camino logramos tener con vuelta a mi esposo, recibirlo en casa, en su casa y darle sepultura.
Pero para mí desgracia, tres meses después de haber iniciado nuevamente a retomar mis actividades y a encontrar un nuevo trabajo, comencé a sentirme mal. Dolores constantes de espalda se hicieron notar y comenzaron a incrementar. Ya no era norma. La fatiga y el cansancio me hicieron pensar que algo malo estaba por suceder. Fui con un médico para saber porque empeoraba mi estado de salud. Escuché el veredicto final: tenía cáncer, cáncer de mamá. En ese momento quedé consternada, mi vida era un completo caos, dio un giro de 180° y pues no entendía que tan grave podía ser esa enfermedad. Me agüite pero decidí echarle ganas. Comencé los tratamientos que el doctor indicó que por cierto tienen costos elevados, pero he logrado comprar con la ayuda de todos ustedes. Inicié las radioterapias y quimioterapias pero estás no me funcionaron. Mi cuerpo no respondió al tratamiento, hasta llegar hoy a la fase terminal. Hoy ya no me puedo valer por mí misma. Mi mamá es quien me cuida, ya no puedo trabajar para sostener a mis hijos y gracias a mi familia, a mis hermanos en Cristo, a ustedes me mantengo viva, siempre positiva, con ganas de seguir luchando, pero mis gastos médicos han incrementado más. Es por eso que hoy nuevamente pido a mi familia Tuxtepecana si me pueden apoyar con un granito de arena para seguir comprando los medicamentos que tanto me hacen falta para mí tratamiento y que me ayuda a soportar el dolor inmenso que padezco con esta enfermedad. Mi mamá, mi papá y mis hermanas hacen todo lo posible porque los gastos son excesivos. Por esta razón necesito el apoyo de todos ustedes.
Espero que me puedan brindar ese apoyo y yo pueda comprar mis medicamentos, también pido que me pongan en sus oraciones ya que mis pequeños Jade de 5 años y Mariano de 3 años , me necesitan.
Yo tengo que luchar para seguir adelante, pongo la plena confianza en Dios para ganar esta batalla que no ha sido nada fácil, pero tampoco imposible. Se que no se vale decir no, pues tenemos que ser inspiración para todas esas personas que también enfrentan está enfermedad y decirles que no están solas, que el proceso es parte del crecimiento y la fortaleza. Que los tiempos de Dios son perfectos por mí y por todas las mujeres que padecen esta enfermedad. Nunca dejen de hacerse una valoración médica. En cuanto vean algo anormal en alguna parte de su cuerpo y háganse la autoexploración mamaria, busquen opiniones y no se detengan que la vida es el regalo más bonito que el Creador ha dado y que no se puede comprar.
No me queda más que decirles gracias, gracias TUXTEPEC porque aún sin conocerme y otros que me conocen están acompañándome en este proceso. Se que nuevamente puedo contar con ustedes. Han sido de gran bendición en mi vida. Que el creador siga sobreabundado siempre.
Pongo el número de cuenta 41 69 16 04 16 64 16 20, de mi hermana Alondra Cuevas Remolino pues ella está cuidando de mí, y está comprando todo lo que me hace falta. Para los que me gusten apoyan económicamente y para los que gusten colaborar con especie siempre será bien recibido en mi casa, la casa de ustedes. Calle 16 de septiembre N.328, Colonia María Eugenia.
Atentamente
Luz Estrella Cuevas remolino