SECCIÓN UNIDAD DE DATOS
En los últimos 12 días en México, el número de casos confirmados de COVID-19 aumentó 61.4 por ciento. En las cinco entidades federativas con menor incremento de casos hubo medidas de contención mucho más severas como las sanciones, mientras que en los cinco estados con mayor repunte de personas enfermas las acciones fueron laxas. A pesar de la desmovilización social en todo el país, en las últimas semanas aumentó la actividad en los lugares de trabajo.
–Con información de Guadalupe Fuentes/ Efrén Flores
Ciudad de México (SinEmbargo).- Las 32 entidades federativas han implementado diversos mecanismos para contener la pandemia de coronavirus en sus respectivos territorios, pero a pesar de las medidas públicas y de la sana distancia entre las y los mexicanos, la COVID-19 acumula cada vez más casos confirmados a nivel nacional, aunque el ritmo de crecimiento no es el mismo en cada rincón de México.
“La epidemia no es una sola. Aunque decimos la epidemia de COVID-19 en México, en realidad en cada espacio físico del país, en cada zona de la geografía tenemos distintas intensidades de transmisión”, explicó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud (SSA) Hugo López-Gatell Ramírez, durante la mañanera del 16 de abril de este año.
Hasta el día de ayer, el Gobierno federal reportó 24 mil 905 casos confirmados acumulados de coronavirus en México, así como 6 mil 696 casos confirmados activos, 13 mil 143 casos sospechosos y 61 mil 993 casos negativos, además de 2 mil 271 defunciones.
El aumento exponencial de enfermos y el rastro de muerte que el virus ha dejado a su paso, llevó al Gobierno de México a declarar la Fase 3 de Emergencia Sanitaria el pasado 21 de abril. Desde entonces y hasta el corte del 3 de mayo de 2020, el número de casos confirmados acumulados aumentó 61.4 por ciento, o el equivalente a 8 mil 933 personas que contrajeron la enfermedad en los últimos 12 días.
Las cifras de la SSA indican que el mayor incremento de casos confirmados por cada 100 mil habitantes tuvo lugar en la Ciudad de México, así como en los estados de Tabasco, Quintana Roo, Sinaloa y Yucatán. Estas cinco entidades federativas concentraron el 45 por ciento de los nuevos casos, con un total de 4 mil 4 enfermos más.
En contraste, en las últimas dos semanas, la enfermedad avanzó con menor fuerza en Durango, Jalisco, Guanajuato, Oaxaca y Colima, donde fueron reportados 372 nuevos casos confirmados de coronavirus, que equivalen a un aumento de 4.2 por ciento de los casos a nivel nacional.
Más allá de la sana distancia, las 10 entidades federativas con mayores y menores niveles de repunte de casos a nivel nacional, ejercieron diferentes protocolos, unos más severos que otros, para tratar de frenar la crisis de COVID-19. El grado de severidad de las medidas coincide, en algunos casos, con el declive o repunte de la enfermedad, aunque en otros, no existe una relación directamente proporcional.
Lo mismo sucede con la relación entre la variación de la movilidad social y el aumento en el número de casos, que en muchas ocasiones resulta en contrastes, pero en otras, refleja la flexibilidad o la rigidez de medidas adoptadas por las poblaciones de los estados, que de una u otra forma y en conjunto con otros factores, incide en el incremento o decremento de casos.
La gravedad de la pandemia hará que las medidas básicas de contención duren más o menos, dependiendo de la distribución de casos en cada zona territorial de México.
A mediados de abril, López-Gatell dejó claro que la Jornada Nacional de Sana Distancia permanecerá vigente hasta el 30 de mayo, salvo en los municipios de baja o nula transmisión, donde las medidas de seguridad sanitaria sólo serán aplicadas hasta el 17 de mayo.
“Los municipios donde hay baja o nula transmisión […] salen de las medidas de mitigación comunitaria anticipadamente, y esto representa el éxito que ha habido en esas comunidades”. Sin embargo, el funcionario público explicó que a pesar de la duración de las medidas por zona geográfica, “en todos los casos” las actividades económicas-sociales y de la vida pública regresarán a la normalidad hasta el 1 de junio.
LA CAPITAL DEL PAÍS
Cuando inició la Fase 3 de la Emergencia Sanitaria, la Ciudad de México implementó nuevas medidas de prevención, entre las que se cuentan el cierre del 20 por ciento de las estaciones del Metro, Metrobús y Tren Ligero, además del Hoy No Circula obligatorio para todos los vehículos particulares, salvo por algunas excepciones. También se reforzó la sanitización de espacios públicos, incluido el exterior del transporte colectivo.
Por su parte, el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) intensificó las inspecciones a establecimientos mercantiles que incumplen con los cierres establecidos, ya que hasta la fecha, sólo está permitido el funcionamiento de negocios dedicados a actividades esenciales, como farmacias, bancos, restaurantes con servicio para llevar o a domicilio, mercados, tiendas de autoservicio y de conveniencia, entre otros.
A pesar de los esfuerzos para reducir la movilidad en la capital del país, las últimas cifras de los “Reportes de Movilidad Comunitaria” de Google indican que entre el 21 y el 26 de abril de 2020, la movilidad general de los capitalinos repuntó 3.5 por ciento.
De acuerdo con los datos del buscador más importante del mundo, en ese periodo la cantidad de gente en el transporte público aumentó 9.2 por ciento, mientras que el número de personas que regresó a sus lugares de trabajo aumentó un 42.4 por ciento, a la par que el número de personas que estaba resguardada en su casa decayó 38.5 por ciento.
No obstante el aumento, actualmente hay 41.7 por ciento menos movilidad en la Ciudad de México, que a mediados de marzo.
Más allá de las medidas para frenar la interacción entre las y los mexicanos, el Gobierno capitalino ha conminado a las administraciones de sus 16 alcaldías a revisar la operación de tianguis y mercados con la finalidad de evitar focos de infección. Además, incentiva el uso de cubrebocas por parte de la población y en todo el Sistema de Transporte Colectivo. Sin embargo, algunas de estas medidas no son respetadas, ya que algunas tiendas no esenciales –como Coppel y Elektra– se han resistido a cerrar sus puertas, e inclusive, hay gente que se niega a usar tapabocas –o cualquier otro método de protección– en público.
De acuerdo con la administración de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, en la Ciudad de México podría haber más de 12 mil casos asintomáticos de coronavirus, mientras que en el territorio capitalino han sido identificadas 89 zonas de alto riesgo de contagio, entre las que se encuentran 51 estaciones del Metro, 31 Centros de Transferencia Mondal (Cetram) y siete mercados públicos.
TIERRAS DE AUMENTO
Tabasco, Quintana Roo, Sinaloa y Yucatán estuvieron entre las principales entidades federativas con mayores repuntes de contagios confirmados de COVID-19 por cada 100 mil habitantes. En estos territorios, la movilidad es entre 43.3 y 55.2 por ciento menor que a mediados de marzo. Pero en las últimas semanas, según los reportes más actualizados de movilidad, la gente se ha relajado y ha comenzado a retomar los espacios públicos.
En los cuatro estados de la República Mexicana se incrementó entre 14.1 y 40.7 por ciento el número de personas en centros de trabajo, así como entre cinco y 21.1 por ciento la gente que tuvo que abandonar la reclusión voluntaria en su hogar.
Sin embargo, la movilidad en lugares de compras y ocio, mercados y farmacias, parques y playas, así como en el transporte colectivo continuó su declive gracias al acatamiento de las medidas de sana distancia y de contención social, y de otras políticas implementadas para reducir interacciones sociales.
En Tabasco, por ejemplo, donde el Gobernador Adán Augusto López Hernández resultó ser portador de la enfermedad de COVID-19, las autoridades implementaron el uso obligatorio de cubrebocas en espacios públicos, además de que a raíz de la Fase 3 de Emergencia Sanitaria, en la entidad existe un horario restringido en supermercados y transporte público, así como restricciones en el número de pasajeros (dos) de transportes particulares.
Quintana Roo tampoco se quedó atrás. Allí hubo cierre de calles y avenidas principales, restricciones de uso de vehículos colectivos y particulares, prohibición de reuniones masivas e implementación del uso obligatorio de tapabocas en lugares públicos.
En el caso de Sinaloa, además del cierre de cines, casinos, bares, gimnasios, playas, hoteles y plazas comerciales, se suspendió la venta de bebidas alcohólicas y se instalaron puntos de revisión para disminuir el flujo vehicular. Asimismo, se inició una campaña para invitar a los conductores y pasajeros a quedarse en casa durante el mayor tiempo posible.
Por su parte, en el estado de Yucatán, el Gobierno aplicó medidas de castigo como la aplicación de multas de 43 mil pesos y arrestos por 36 horas, a quienes desobedezcan las recomendaciones oficiales. Además se hizo obligatorio el uso de cubrebocas, fue limitado el número de personas por vehículo y hubo circuitos viales clausurados de manera momentánea.
GOLPE A LA COVID-19
El abandono de la “cuarentena” en Durango, Jalisco, Guanajuato, Oaxaca y Colima repuntó entre el 21 y el 26 de abril de este año, como sucedió, con diferente proporción, en cada uno de los estados a nivel nacional. Sin embargo, los incrementos en Oaxaca y Colima fueron de los más bajos (18.8 y 11.8 por ciento, respectivamente), y los de Durango y Jalisco (29.4 y 30 por ciento, cada uno) estuvieron dentro de la media. Sólo el aumento en Guanajuato estuvo catalogado entre los 10 más elevados (35 por ciento).
De la misma forma, la movilidad en centros de trabajo fue al alza en estos cinco estados, con rangos de entre 44.4 y 51.1 por ciento, habiendo en la mayor parte de los casos (en Durango, Guanajuato y Colima) un incremento considerable en comparación con otras entidades, salvo por excepciones (Jalisco y Oaxaca) en que el aumento fue moderado.
En algunos de estos territorios de la Federación, en que las tasas de aumento de casos confirmados de coronavirus por cada 100 mil habitantes fueron de las más bajas a nivel nacional, fue donde hubo registro de medidas previas a la declaración de la Fase 3 de Emergencia Sanitaria.
Por un lado, el Gobernador de Durango José Rosas Aispuro Torres anticipó el uso de elementos de seguridad en los filtros sanitarios, así como la realización de patrullajes en las calles para conminar a los ciudadanos a quedarse en casa, ya que sólo se permite la presencia de personas con cubrebocas en las vías públicas, para realizar actividades esenciales como adquirir alimentos o medicinas. En dicha entidad, los infractores son sometidos a trabajo comunitario, entre el que se cuenta barrer las calles.
Jalisco, por otra parte, es uno de los estados que reporta menos casos de coronavirus y esto se debe, según el Gobernador Enrique Alfaro Ramírez, a las medidas de reducción de riesgos de contagio por interacción social, como el uso de cubrebocas, el condicionamiento del uso de espacios públicos y la cancelación de eventos masivos, así como la aplicación de sanciones a quienes incumplan las disposiciones estatales, tal como lo es el arresto de 36 horas, las amonestaciones con apercibimiento, las multas y la clausura temporal o definitiva, y/o parcial o total de negocios y locales.
Guanajuato, Oaxaca y Colima también implementaron medidas más severas que en otras entidades federativas.
El primero declaró toques de queda, ley seca y multas para evitar contagios por COVID-19. Por ejemplo, en León se aplican sanciones de 8 mil 600 pesos y arrestos de 36 horas a las personas que no usen cubrebocas en lugares públicos y a quienes no acaten las medidas sanitarias; y en el Ayuntamiento de San Luis de la Paz, las autoridades determinaron la suspensión de venta de bebidas alcohólicas hasta el 31 de mayo, así como la detención de compradores y consumidores en flagrancia. En dicha localidad, además se implementó un toque de queda entre las 22:00 y las 6:00 horas, excepto cuando las personas se dirijan a consulta médica o a comprar alimentos.
En Oaxaca, por ejemplo, se hizo obligatorio el uso de cubrebocas, mascarillas o cubiertas faciales para quienes realicen actividades en el exterior, además del cierre de establecimientos con actividades no necesarias. En dicha entidad del sur de México también existen sanciones administrativas que implican amonestación con apercibimiento y multas y arrestos de 36 horas, por no cumplir con las disposiciones en tiempos de crisis.
Finalmente está el caso de Colima, que es la entidad con menos defunciones y casos por COVID-19. Allí, desde el inicio de la pandemia en México, las autoridades estatales implementaron una serie de medidas de contención como el uso de filtros sanitarios en los 15 puntos de ingreso al estado, la repartición de cubrebocas, geles sanitizantes y termómetros digitales.
En este territorio, las playas y los negocios no esenciales fueron cerrados y, en algunos municipios, fue obligatoria la presentación de pases que acreditaran la necesidad justificada de movilidad en espacios públicos.