• En Oaxaca operan dos centros de investigación para el análisis de fauna nociva con capacidad de transmitir enfermedades
Carlos Abad/El Piñero
El insectario perteneciente a la Jurisdicción Sanitaria número 3 Tuxtepec de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) cumple 25 años de dedicarse al estudio de los causantes de enfermedades como dengue, paludismo, chagas, rickettsia, leishmaniasis y envenenamiento por alacranismo.
Creado en 1999, dicho centro de estudio se divide en tres áreas: la de siembra, en donde se rescatan huevecillos de mosquitos captados mediante ovitrampas, mismos que se contabilizan y separan de acuerdo con su género y colonia (en donde fue capturado), con la finalidad de medir la densidad del mosco transmisor de dengue (Aedes) y determinar la presencia del zancudo portador de la enfermedad del paludismo (Anopheles).
A través del personal profesional que integra la unidad de análisis, también se seleccionan los huevecillos que serán utilizados para realizar pruebas de efectividad de los larvicidas, mismas que se hacen durante la fase acuática del mosco, así como los elegidos para que eclosionen y se estudie al vector en su fase adulta.
La segunda área es el cuarto de imagos en donde los vectores son alimentados en jaulas, los machos con agua azucarada y las hembras con proteínas de animales para permitir que nazca de ellos su primera generación de mosquitas, la cual se usa para evaluar los insecticidas recomendados por el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece).
Así como para detectar la resistencia de los vectores, a través de la medición de la eficacia del producto, la residualidad del mismo y el impacto ambiental en organismos blancos como mariposas, luciérnagas y abejas, entre otros.
Finalmente, el laboratorio de taxonomía que funciona para clasificar u ordenar las especies y subespecies circulantes del mosco de la familia Aedes, así como de triatominos, causante del mal de chagas; el flebótomo que provoca la leishmaniasis, y la garrapata, el piojo y la pulga que actúan como vector hacia el ser humano causante de la enfermedad de rickettsia.
Por la particularidad e importancia de la labor que ahí se desarrolla, el lugar es atendido por personal con perfiles profesionales, con maestrías, en salud, biología, programas de salud e ingeniería agrónoma, coordinados por el especialista en el área, Reynaldo Martínez Ortiz.
Es así como por más de dos décadas, a través de la investigación, el insectario ha contribuido con el perfeccionamiento de calidad de insecticidas, larvicidas y estudios de los causantes de las arbovirosis; así como pieza fundamental en la prevención, contención y control de enfermedades como el dengue.
Cabe destacar que en Oaxaca operan actualmente dos insectarios para el análisis de fauna nociva con capacidad de transmitir enfermedades, uno en la Jurisdicción Sanitaria 3 Tuxtepec y otro en la Jurisdicción Sanitaria 1 Valles Centrales, los cuales trabajan diariamente para establecer acciones en el combate de padecimientos transmitidos por especies de insectos y arácnidos venenosos.|