➡️ Son madres solteras y se quedaron sin nada; el ayuntamiento se llevó su ventilador, refrigerador, horno de microondas y toda su mercancía.
➡️ “Nos decepcionó, no volveremos a confiar en él, nos quitó todo de madrugada, cómo los delincuentes, a pesar de que la obra ya pasó por aquí y nos estorbamos” sentenciaron
Carlos Abad/El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.- Hace un año, por estas fechas, el Chiltepecano Irineo Molina Espinoza llegó a un humilde puesto de refrescos ubicado en el Muro boulevard y avenida Roberto Colorado, buscando la simpatía y el voto popular, se tomó una bebida gaseosa en el pequeño local de María de la Luz Cruz González y Claudia Vera González, y les pidió que confiaran en él; 12 meses después “las echó de patitas en la calle”, al desalojarlas y quitarles el único sustento que tenían como mujeres solteras, una de ellas madre de dos hijos.
Resulta que durante la madrugada del domingo 26 de junio, un fuerte operativo de la dirección de comercio, con respaldo de la policía Municipal de Tuxtepec, llegó a ese lugar que mide 1 metro 20 por un metro con 80 centímetros, y sin que ellas pudieras defenderse, arrancaron su puesto, se llevaron su mercancía (dulces, refrescos y botanas), horno de microondas, refrigerador, ventilador y demás utensilios y aparatos eléctricos que servían para su venta.
Todo, a pesar de que ellas tienen firmado un permiso por el propio ayuntamiento de Tuxtepec, dónde incluso mostraron su cédula de vendedoras ambulantes, en un lugar donde daban servicio a los futbolistas de la cancha del rápido, a los propios trabajadores de la obra de Sedatu, quienes le dijeron que ella no estorbaba, es más, la ayudaron a hacer su puesto un poco más atrás.
Sin embargo, esto no le importó a Irineo Molina, quién firmó la orden de desalojo para echarlas a la calle.
“Nos decepcionó, mi familia y yo no volveremos a confiar en él, aquí vino a pedir el voto y nos engaño, prometió ayudarnos y hoy nos desalojó” citó una de las afectadas.