Coahuila/Ciudad de México, 20 de octubre (Vanguardia/SinEmbargo).– A días de que el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, asegurará en Coahuila que el fracking se acabó en el país, la Diputada Azucena Ramos anunció que el proyecto piloto para la extracción de gas a través de este método en el campo “Olmos”, al norte de la entidad, en el municipio de Hidalgo, comenzará a finales de octubre o principios de noviembre con la perforación de cuatro pozos como parte del contrato que Petróleos Mexicanos (Pemex) pactó con la empresa estadounidense Lewis Energy.
“Se supone que en octubre iban a empezar, tentativamente lo harán a finales de octubre o principios de noviembre. Creo que en el primer bloque son hasta 16 pozos, pero ahorita van a empezar con cuatro”, dijo Ramos luego de una visita a las instalaciones de la empresa, “ahorita es un proyecto piloto”.
Comentó que tanto Pemex como Lewis Energy están trabajando en dejar listos todos los detalles en términos de infraestructura, para iniciar con el programa piloto en el campo “Olmos”, donde se invertirán 617 millones de dólares y se estima alcanzar una producción de 117 millones de pies cúbicos de gas diarios en el 2021.
Por otro lado, Ramos Ramos calificó como provechosa la visita, en la que además estuvieron en la Universidad de Texas, donde especialistas les hicieron una presentación de los proyectos de gas shale en Estados Unidos (EU), así como su impacto social, ambiental y económico.
“La doctora María Eugenia Calderón, de la universidad, nos explicó que sí han tenido repercusiones ambientales, pero que son mínimas”, apuntó, “ella hizo muchísimo énfasis en que a ellos en EU se les permite usar agua para consumo humano, incluso ellos extraen agua del Río Bravo, lo que en México no se permite, la norma es mucho más estricta en México. Hay suficiente agua residual para poder llevar a cabo estas prácticas”, aseveró.
El equipo del próximo lider del Ejecutivo ha señalado que respetará los contratos ya firmados en materia energética.
AMLO RECHAZA FRACKING
López Obrador dijo el pasado 18 de octubre, después de mantener un encuentro con Miguel Riquelme Solís, Gobernador de Coahuila, que el fracking se acabó.
“Venimos a hablar sobre temas para beneficio de Coahuila, pero lo que no va es el fracking”, dijo el tabasqueño.
En septiembre, Riquelme Solís salió en defensa del fracking. Primero llamó a no “satanizar” esta práctica y después afirmó que buscaría que los daños al medio ambiente no sean tan graves con esta técnica usada para la extracción del gas shale y petróleo.
La defensa de este método por parte del Gobernador, que se dio tras el anuncio de inversión de Lewis Energy en el estado, va en contra de organizaciones, que han expuesto que el número de pozos de fracking en el país supera los 3 mil 350, y de lo dicho por el Andrés Manuel, quien declaró su intención de dejar de hacer uso de esta práctica.
Desde el 5 de octubre, AMLO dijo que durante su administración no se utilizará el método del fracking para extraer hidrocarburos en México.
¿Qué es la fracturación hidráulica?
La fractura hidráulica es una técnica que se basa en la inyección a alta presión de agua y químicos tóxicos en pozos extractivos, con el fin de arreciar las fracturas de los sustratos rocosos y así extraer gas o petróleo.
No es una actividad reciente sino que se utiliza en México al menos desde 1980.
El boom del fracking en Estados Unidos se ha esparcido a Latinoamérica, pero la información aún es opaca en México.
“Tenemos información de que se ha hecho fracking en miles de pozos, pero lo que no nos están indicando es si se trata de fracking convencional o no convencional”, explicó Aroa de la Fuente López, miembro de la Alianza contra el Fracking e investigadora del tanque de pensamiento Fundar.
De acuerdo con un informe de Fundar: “Actividades Extractivas en México: estado actual”, hay 28 pozos exploratorios en yacimientos de lutitas –formaciones rocosas poco permeables en el subsuelo–, donde también se utiliza el fracking.
Por Alejandro Montenegro