Jaime GUERRERO
Oaxaca, México.- Desde el pasado 30 de marzo a la fecha, la incursión violenta de un grupo armado de Pobladores de San Vicente Coatlán, en San José Obrero Paso Ancho, dejó como saldo 300 pobladores deplazados, entre ellos, 50 niños abandonados en la cabecera municipal.
A un mes de los hechos, no existe ayuda en alimentación, salud y la educación a los hijos de las familias desplazadas.
Sin embargo, la agresión contra San José Paso Ancho y Rancho Viejo, empezó el 31 de marzo del año 2000, cuando el Tribunal Unitario Agrario ejecutó la sentencia de la Resolución Agraria en beneficio de los comuneros de Sola de Vega, que incluye a sus agencias municipales a quienes dotó de 19 mil 600 hectáreas.
Las autoridades locales afirman que al día siguiente de la ejecución de la sentencia dictada, los pobladores de San Vicente Coatlán iniciaron las agresiones armadas y a la fecha se contabilizan 15 muertos, incluyendo a los tres registrados en este mes de marzo, entre ellos a un menor de edad y a un bebé de meses de nacido.
El pasado 30 marzo, 60 viviendas fueron incendiadas, incluyendo su iglesia católica, escuelas y clínicas de salud, por parte de ese grupo armando, confirmó autoridades municipales de San José Obrero Paso Ancho, quienes relataron que el pasado 30 de marzo, pobladores de San Vicente Coatlán, con uniformes militares, chalecos tácticos y armas de uso exclusivo del Ejército mexicano, irrumpieron en la población disparando ráfagas contra las viviendas y otros más les prendieron fuego.
De acuerdo a las autoridades, el únicamente repelieron la agresión para defender al puesto de control y sus propias vidas, ante la inferioridad numérica y la desventaja en la capacidad de tiro y armamento, por lo que prácticamente nada pudieron hacer para evitar el ataque a la población.
Tras los hechos violentos, 60 viviendas quedaron incendiadas y derrumbadas. Desde el pasado mes de marzo, acudieron 9 elementos de la policía estatal y una sección de 32 elementos de la 44 Zona Militar, que se mantienen en un puesto de control en lo que fue el centro de la población.
Con una población de 300 habitantes, las agencias de Paso Ancho, el Pescador, El Taraguntin, El Huizache y Rancho Viejo, hoy permanecen totalmente deshabitadas.
Las clínicas de salud también fueron destruidas y sólo se observan algunos muebles quemados y retorcidos por los efectos del fuego, todo lo demás quedó reducido a cenizas.
Los centros educativos, algunos de ellos del subsistema del Consejo Nacional de Fomento Educativo, se encuentran intactos por el efecto del fuego, sin embargo, abandonados desde hace un mes en que los profesores dejaron de asistir ante la ausencia de niños por la huida de familias a la cabecera municipal.
Por la agresión armada y el éxodo masivo, más de 150 niños se encuentran sin clases desde hace un mes en 12 comunidades del sector oriente de Sola de Vega, ante la negativa de los profesores por regresar a las aulas por falta de garantías.
Cabe señalar que en la zona, la siembra de amapola y marihuana ha sido la principal producción y negocio, por lo que todo apunta que los de Coatlán, tratan de proteger este tipo de cultivos ilícitos localizados en las márgenes del río Atoyac.