Redacción El Piñero
Loma Bonita, Oaxaca. -El extremo cambio climático, que al parecer ha descompuesto los elementos de la naturaleza en aire, tierra y agua en el mundo entero, está alcanzando a los hombres del campo en esta región, productora de la fruta reina, la piña, sobre todo a pequeños agricultores y al sector jornalero.
Sin distraerse ni apartar su mirada del jornalero que se da a la tarea de colocar y sacar la fruta de grandes cestos, los campesinos que sobreviven con sus propias fuerzas y escasos recursos económicos, culpan al cambio climático y a la desventajosa tecnificación de un pequeño sector productor, de la crisis que viven
Ante esta descomposición climática, dicen: La fruta reina es “exclusivo” de grandes capitales que, si pueden combatir las inclemencias de la naturaleza, con el poderoso desarrollo tecnológico de Estados Unidos, desarrollo que es posible gracias a un dólar cada vez más sometido por el invencible peso mexicano.
Pero este desarrollo acrecienta el contraste entre los pujantes productores y los cada vez más empobrecidos campesinos, que no tienen 300 mil pesos siquiera para cultivar una hectárea de piña, mucho menos para invertir en las nuevas herramientas tecnológicas que hoy dominan el mercado del agro piñero.
Así, por ejemplo, la nueva tendencia del desarrollo del agro piñero apunta a un selecto grupo de acaudalados productores de la fruta reina, que son favorecidos por el nuevo modelo económico del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero en detrimento de la mayoría campesina y jornalera que es desplazada por la tecnología agrícola de última generación.
Así, miles de campesinos que no tienen las condiciones de emigrar en busca de nuevas fuentes de trabajo, se resisten en laborar en el campo piñero local con dos o tres días por semana, pues el trabajo para la clase más vulnerable de nuestro campo se está agotando por estas nuevas circunstancias que, por un lado, favorece a unos cuantos, pero lastima y daña a la mayoría del sector agrícola de la Cuenca del Papaloapan.
Así el estado de cosas en el campo piñero de la fértil región del Papaloapan.
En Loma Bonita, mientras un sector productivo agrícola se enriquece, otro empobrece al paso de los días.