Redacción El Piñero
Loma Bonita, Oaxaca. -En toda ciudad el parque es el corazón de la población. Es su rostro y su alma, por ello ciudadanos y autoridades deben emprender acciones para que este importante espacio que congrega a propios y extraños, esté limpio y hermoseado con plantas regadas y cuidadas día a día, pues el sol extremo daña tanto al reino animal como al vegetal.
Sin embargo, en esta ciudad donde una piña de gran tamaño recibe a los habitantes y a los visitantes, las jardineras lucen ignoradas, olvidadas. Las Buganvilias, el pasto y otras plantas de ornato mueren de sed, mientras que el concreto que sirve de asiento a los habitantes de las comunidades que conforman el municipio, están llenas de excremento de aves.
Los accesos que llevan al quiosco y a la presidencia municipal, así como los que dan salida a las diferentes calles que rodean al parque “Benito Juárez”, lucen sucios y dan un mal aspecto a este importante espacio, pues lo blanco del excremento invade el suelo, los muros de las jardineras, y la gente pasa y corta camino por ellos, sin pensar que el parque es parte de su rostro como comunidad, como población.
El parque al igual que la explanada de la presidencia municipal es un bien común, es un espacio de la ciudadanía, aunque la administración y cuidado esté en manos de la autoridad municipal.
En estos días de aciago calor, corresponde a población, organizaciones civiles no gubernamentales, deportistas, comerciantes, escuelas, y autoridades municipales, convertirse en el protector de las plantas, los arbustos y el pasto, pues al igual que el reino animal, el vegetal necesita de la mano del hombre para no perecer, para no enfermar, para seguir siendo belleza y sombra para los habitantes.
En estos momentos en que todo parece escasear, hasta la imaginación, sería importante que la dirección de parques, el presidente municipal y quien así lo desee, convoque a la niñez, a la juventud y a la población de la tercera edad, que por su experiencia sabe mucho, a delinear acciones en favor del olvidado parque municipal de Loma Bonita.
Cuenta una anécdota oaxaqueña, que, siendo gobernador Benito Juárez García, este fue multado porque a sus trabajadores “se les pasó barrer” el frente de su casa.
La limpieza no solo es belleza ni salud, es orden y compromiso de una comunidad que ama lo que le da sombra y vida.