* Un jurado de Nueva York dictó sentencia de por vida al más famoso de los capos mexicanos. Será recluido en una prisión federal de alta seguridad, muy probablemente en el “Alcatraz de las Rocallosas”. Allí, los reclusos pasan 23 horas al día en sus celdas. Sólo tienen una pequeña ventana.
Ciudad de México, 17 de julio (SinEmbargo).– La carrera criminal de Joaquín “El Chapo” Guzmán ha llegado a su fin este día. Un juez de Nueva York le ha dictado sentencia: cadena perpetua. El famoso criminal mexicano muy posiblemente morirá en una prisión de Estados Unidos.
“El Chapo”, de 62 años, ya había sido declarado culpable en febrero por un jurado de los 10 cargos que enfrentó, incluida la participación en una empresa criminal continuada y los cargos de tráfico de drogas, entre otros.
Hace cinco meses que el jurado lo declaró culpable de 10 delitos relacionados con el tráfico de drogas. Hoy “El Chapo”, de 62 años, a escuchado el veredicto de la corte de Brooklyn, Nueva York. Es una sentencia condenatoria, pese a que sus abogados intentaron que se repitiera el juicio por supuestas fallas.
La audiencia se llevó a cabo en la sala 3D de la Corte Federal de Brooklyn. Hubo tiempo para que una de las víctimas, que sobrevivió a uno de los atentados ordenados por Guzmán, diera su testimonio.
Es probable que Guzmán terminé sus días en la prisión federal más segura de Estados Unidos, conocida como “Alcatraz de las Rocallosas”. Se trata del Centro Penitenciario y Administrativo de Máxima Seguridad en Florence, Colorado. Los reclusos pasan 23 horas al día en sus celdas, sólo con una pequeña ventana.
Ubicado en una extensión inhóspita de desierto, fue construido a prueba de escapes y es prácticamente una fortaleza. Es probable que hoy sea la última vez que “El Chapo” vea a su esposa Emma Coronel y a sus hijas gemelas de 7 años.
El Departamento de Justicia (DOJ) iniciará el proceso para pedir una compensación para al menos una de las víctimas del capo mexicano. Tras dictarle sentencia habrá un plazo de 90 días para fijar la suma a exigir.
A esto se suma que los fiscales buscan que “El Chapo” entregue los casi 12 mil 700 millones de dólares obtenidos por el tráfico de drogas enviados a EU. Aunque nadie ha encontrado nunca un centavo de Guzmán.
LA PRISIÓN Y EL VECINDARIO
En esta prisión, donde se encuentran varios de los reos considerados como los más peligrosos, Guzmán Loera se reencontrará con su pasado al coincidir en la misma prisión con dos de sus rivales en México con los que libró sanguinarias batallas por el control del mercado de la droga en territorio azteca y Estados Unidos.
A “El Chapo” lo perseguía la suerte: se enfrentó al Cártel de Juárez, que con el tiempo perdió fuerza; después con el Cártel del Golfo y su líder, Osiel Cárdenas Guillén, quien fue capturado y extraditado a Estados Unidos; se enfrentó al Cártel de los Arellano Félix y ahora sus líderes fundadores están muertos o presos.
Pero, ahora, el pasado le cobrará factura al fundador del Cártel de Sinaloa cuando se encuentre en prisión con Osiel Cárdenas y Francisco Javier Arellano Félix, recluidos en ADX Florence, la prisión donde presuntamente el capo mexicano pasará el resto de sus días.
CONTRA LOS HERMANOS
Gracias a su rivalidad con el Cártel de Tijuana, de los hermanos Arellano Félix, el 24 de mayo de 1993, Guzmán Loera se volvió famoso luego de que ambas organizaciones criminales protagonizarán un tiroteo en el aeropuerto de Guadalajara, en Jalisco, en el que murió el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
La explicación oficial fue que los Arellano Félix habían confundido al religioso con “El Chapo”, desde entonces se desató una búsqueda que llevó a la primera captura de Guzmán Loera, el 10 de junio de 1993 en Guatemala.
El homicidio de Armando López, un compadre de Joaquín Guzmán, cometido en 1989 por Ramón Arellano Félix fue el punto de partida de la guerra entre las dos organizaciones.
En su libro “El Narco en México”, el escritor Ricardo Ravelo señaló que esta rivalidad era “atroz” y a pesar de que en algún momento fueron aliados, los separó la necesidad de controlar territorios y expandir su negocio.
Aunque después del asesinato de Posadas Ocampo “El Chapo” estaba preso en la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco, ello no le impedía manejar desde el interior su imperio criminal y tratar de mover la situación a su favor.
El ex agente de la DEA, Larry Villalobos, narró en 2014 cómo durante una entrevista con Guzmán Loera, le ofreció entregarle a los Arellano Félix, a cambio de no ser extraditado a Estados Unidos o una condena de cinco años.
“‘El Chapo’ nos quería convencer de que el problema eran ellos. Quería que ese fuera nuestro blanco. Si quitábamos a los Arellano, decía, ya no iba a haber violencia”, dijo Villalobos a la revista Proceso.
De los hermanos, Francisco Rafael Arellano Félix fue detenido en México en diciembre de 1993 y después enviado a Estados Unidos, donde fue sentenciado a seis años de prisión y luego liberado anticipadamente por buena conducta y deportado a tierras aztecas, en 2008, pero fue asesinado el 18 de octubre de 2013 en una fiesta infantil en la ciudad de Los Cabos por un hombre disfrazado de payaso.
Otros de los hermanos, Ramón, fue asesinado el 10 de febrero de 2002 en pleno carnaval de Mazatlán.
Benjamín Arellano fue detenido el 9 de marzo de 2002 en México y extraditado a Estados Unidos en 2011 donde enfrentó los cargos de extorsión y conspiración para delinquir por lo que fue condenado a un total de 24 años de prisión. Saldrá libre a los 83 años de edad.
Es ex líder del Cártel de Tijuana y cumple una sentencia de 23 años en prisión tras ser acusado por lavado de dinero, narcotráfico y administración de empresas criminales.
En tanto, Francisco Javier, el menor de los siete hermanos, fue sentenciado en 2007 a cadena perpetua en Estados Unidos un año después de haber sido capturado en aguas internacionales luego de 14 meses de investigación.
Logró reducir su condena a 23 años de prisión luego de aceptar colaborar con las autoridades. Documentos judiciales señalan que admitió que él era el principal administrador de la organización delictiva y que ésta distribuía centenares de toneladas de cocaína y marihuana a Estados Unidos.
También admitió su responsabilidad material e intelectual en el asesinato de “numerosas personas” así como el obstruir en numerosas ocasiones las investigaciones y procesamiento judicial del cartel de drogas mediante el pago de millones de dólares en sobornos a agentes policiales y militares.
Francisco Javier será uno de los compañeros de Guzmán Loera en la prisión de Colorado a donde fue enviado acusado de crimen organizado, lavado de dinero y tráfico de drogas.
EL CREADOR DE LOS ZETAS
A mediados de la década pasada, “El Chapo” Guzmán y Osiel Cárdenas fueron los principales protagonistas de la “narcoguerra” que se libraba en México, como declaró en 2005 el entonces titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada contra Delincuencia Organizada (SIEDO), José Luis Santiago Vasconcelos.
Aunque Osiel Cárdenas fue capturado en 2003, desde la cárcel de máxima seguridad de La Palma, en el Estado de México, manejaba el Cártel del Golfo, organización en la cual iniciaron Los Zetas como uno de sus brazos armados, para después transformarse en un cártel independiente.
Cárdenas Guillén disputó a los hermanos Arellano Félix la plaza de Tijuana y al mismo tiempo evitó que el Cártel de Sinaloa entrará a Tamaulipas, entidad donde históricamente operaba el Golfo.
En México se le conocía como “El Mata Amigos”, por haber traicionado a uno de sus compañeros de cártel para robarle a su mujer y luego asesinarlo.
El 19 de enero de 2007 fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrentó 19 cargos. En 2010, durante su juicio, se declaró culpable de un cargo por narcotráfico, uno por lavado de dinero y tres por extorsión a agentes federales de Estados Unidos. A cambio le fueron retirados otros doce cargos por narcotráfico. Se le dio una sentencia de 25 años de prisión y una multa de 50 millones de dólares. Actualmente también está recluido en la prisión Supermax donde además se encuentra también su antecesor, Juan García Ábrego, “El Barón de la Droga”.
Y aunque llegaran a compartir la misma cárcel, es posible que “El Chapo” no tenga contacto con sus viejos enemigos, ya que en el centro penitenciario ADX Florence, los internos en ese complejo pasan 23 horas al día en una celda de 2.1 por 3.6 metros, donde tienen un baño privado y, si son considerados presos de buen comportamiento, tienen el privilegio de un televisor.
Las celdas son a prueba de sonidos, lo que impide que entren ruidos del exterior y también evita que los presos se comuniquen entre ellos.
–Con información de Infobae, AP, EFE y EuropaPress