El especialista Sergio Caretta alertó que esta situación favorece el desarrollo de resistencia antimicrobiana, una peligrosa condición médica
Apenas tienes un ligero dolor de cabeza, escurrimiento nasal o dolor de garganta y te tomas una pastilla de inmediato? En México, nueve de cada 10 personas con síntomas de alguna enfermedad respiratoria consumen antibióticos sin necesitarlos, señaló Sergio Caretta, presidente de la Sociedad Mexicana de Otorrinolaringología.
De acuerdo con el especialista, este mal hábito, que suele considerarse inofensivo, puede derivar en una muy peligrosa condición médica denominada resistencia antimicrobiana, que tiene el potencial de volver incontrolables muchas enfermedades infecciosas.
Foto: Web.
¿Qué es la peligrosa resistencia antimicrobiana?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la resistencia antimicrobiana como:
“Es el fenómeno por el cual un microorganismo deja de ser afectado por un antimicrobiano al que anteriormente era sensible”.
La resistencia surge por la mutación del microorganismo o por la adquisición del gen de resistencia, agrega la OMS.
Caretta explicó que el innecesario consumo de antibióticos ocurre por una falta de conocimiento sobre cómo funciona la microbiología y la farmacobiología para el tratamiento de las enfermedades. A ello se le suma una fuerte presión prescriptiva, indicó.
“A nuestros consultorios llegan los pacientes exigiendo antibióticos para un cuadro que ellos creen que los requiere, aunque no sea así”.Sergio Caretta, presidente de la Sociedad Mexicana de Otorrinolaringología.
Para el especialista, esto se debe a que damos por verdaderos mitos que señalan a los antibióticos como una especie de cura mágica que permite a la gente regresar a sus actividades con prontitud, lo que “no es verdad”, subrayó.
En conferencia, el especialista explicó que en padecimientos respiratorios es prácticamente imposible diferenciar una enfermedad bacteriana de una viral, ya que muchas veces tienen los mismos síntomas y signos.
Ante ello, explicó que los médicos deben esperar de dos o tres días para ver la evolución de la enfermedad y con base en ello, determinar qué tipo de medicamentos necesita el paciente, quién también necesita ser educado sobre el gran problema de la resistencia antimicrobiana.
“No se trata de decir no usar antibióticos, se trata de decir que debemos emplearlos de forma responsable”.
En ese sentido, Caretta lamentó que en muchos países de Latinoamérica, incluido México, no se cuente con estudios que muestren el estado de la resistencia antimicrobiana, o sobre los patrones de prescripción.
Sin embargo, consideró que sí contamos con algo muy importante para atacar dicha situación:
“La educación al médico y a la sociedad sobre el empleo responsable de los antibióticos, de esa educación va a derivar todo lo demás”.
Con información de noreste.net