- Retrato de Ramos Alor
Luis Velázquez/ Malecón del Paseo
Veracruz.- EMBARCADERO: Si leemos la declaración periodística del doctor Roberto Ramos Alor, próximo secretario de Salud con el gobernador Cuitláhuac García, entonces, primero, se llega al desencanto político y social y luego enseguida a la indignación y el coraje por tanta corrupción pública y después, de plano, hasta lleno de indignación el ciudadano se pegaría un tiro, decepcionado por completo de los políticos…
Y es que su plática con la reportera de La Jornada-Veracruz, Sayda Chiñas Córdova, retrata el Veracruz jodido en materia salud heredado, primero, por Javier Duarte, y segundo, por Miguel Ángel Yunes Linares, con quien por cierto, Ramos Alor trabajara unos dieciocho meses como director del Hospital Regional de Coatzacoalcos, y de pronto, zas, ajá, apareció como un médico de izquierda, de la izquierda delirante, tipo, digamos, Ernesto “El che” Guevara y Salvador Allende, el primer presidente socialista de una nación llegado al poder por la vía de las urnas…
ROMPEOLAS: El sucesor del doctor Arturo Irán Suárez Villa (saluditos del expanista Alejandro Cosío), quien fue su empleado en la secretaría de Salud, pinta un Veracruz en la peor infamia de la vida pública…
Y en el camino a Damasco, como san Pablo, descubre “el agua tibia” cuando dice que “los que están sufriendo más son los pobres, los campesinos, los indígenas, la gente vulnerable, los que no tienen servicio”…
La frase bíblica suena a demagogia pura, barata y ramplona, pero, bueno, mientras el populismo lo acepte y soporte, ni hablar, todos los seres humanos metidos a la política pueden “meter la mano al cajón”…
Y más, porque igual que Miguel Ángel Yunes Linares de Javier Duarte, igual, igualito que AMLO, el presidente electo, de los gobiernos priistas y panistas, se trata de evidenciar el pasado por todos lados, hasta que se hunda en el peor desprestigio y descrédito de que se tenga memoria…
Tal cual, Ramos Alor sólo cumple su función, luego de que fue declarado el “Niño Pípila” de la senadora Rocío Nahle, aquel día cuando abandonó su trabajo en el Hospital Regional y se fue a un mitin de Nahle y lo despidieron…
ASTILLEROS: Según el futuro secretario de Salud, la realidad avasallante, sórdida y siniestra de la salud en el estado de Veracruz se resume de la siguiente manera…
1) Clínicas inoperables sin ninguna condición para prestar servicio, sobre todo, en las zonas indígenas y campesinas…
2) Clínicas en malas condiciones físicas y sin personal…
3) Centros de salud abandonados, incluso, en zonas urbanas…
4) Centros de Salud sin medicamentos y sin insumos básicos…
5) Serios faltantes en medicinas básicas, y bajo sospecha, como para la atención del VIH, y más considerando que los casos por año son alarmantes…
Pero, oh paradoja, si vamos al archivo periodístico y al archivo social y al archivo legislativo, por ejemplo, los cinco enunciados del futuro secretario de Salud son más viejos que Matusalem…
Diríamos, por ejemplo, que se trata “de la misma gata, pero revolcada”…
El mismo estribillo cacareado de Yunes Linares hacia Javier Duarte y de Javier Duarte a Fidel Herrera en materia de salud…
Y de Fidel a Miguel Alemán y así de manera sucesiva…
ARRECIFES: Es más, desde hace rato, mejor dicho, desde siempre, los enfermos con VIH, integrados en ONG y sociedades de ayuda mutua dado el menosprecio oficial, han documentado la escasez de medicinas para su cura, con todo y que el gobierno federal decretara que se trata de una crisis humanitaria…
Habría de recordar a un líder jarocho de enfermos con Sida que se declaró en huelga de hambre en la escalinata de la Catedral de Xalapa frente a palacio de gobierno y nunca, jamás, jamás, jamás, fue escuchado… Incluso, aquel dirigente murió, se fue a la tumba, fue olvidado, y el problema subsiste, peor, porque con los años se agravó…
Y ahora, Roberto Ramos lo abandera…
Y lo anuncia y enuncia como el descubrimiento de la octava maravilla del mundo…
¡Ah, los tiempos de la Cuarta Transformación del País y de la Constitución Moral y del combate de fuego a la corrupción política!…
PLAZOLETA: El secretario de Salud del nuevo rey Cuitláhuac está rayando en la misma sicosis yunista…
Hacia el mes de diciembre del año 2016, todo el gabinete legal del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares se la pasó y ha pasado el casi bienio despotricando en contra de todos y cada uno de los funcionarios duaristas del gabinete legal y ampliado…
Todos ellos, corruptos, todos los yunistas querubines de la honestidad…
Ahora, Roberto Ramos despotrica contra los secretarios de Salud de Javier Duarte (Pablo Pavón, Juan Antonio Nemi Dib y Fernando Benítez) y contra su antiguo jefe, el yunista Suárez Villa…
Y lo peor, repitiendo la misma cantaleta, cosa, por demás, juzgada…
Y si todos los yunistas interpusieron denuncias contra 355 ex funcionarios del duartazgo en la Fiscalía winckleariana, entonces, a tono con su pasado panista, Ramos Alor también quizá, acaso, interpondrá denuncia penal contra sus antecesores porque hay clínicas, por ejemplo, inoperables y centros de salud abandonados…
PALMERAS: Según Federico Engels, la historia siempre se repite, y de acuerdo con Carlos Marx, unas veces se repite como comedia y otras como tragedia…
En el caso, el futuro secretario de Salud busca congraciarse con su jefa superior, la senadora Rocío Nahle, y con su jefe inmediato, Cuitláhuac García Jiménez, apretando el botón nuclear para exhibir la peor ruindad del mundo en materia de salud en Veracruz…
Se trata de un libro manoseado, ya conocido, que sólo conduce a la discordia social y política, pero que nada significa para que los pobres, los indígenas, los campesinos, la gente vulnerable, de la que tanto se compadece Roberto Ramos Alor, tenga la certeza de que los próximos seis años serán el paraíso terrenal… P
or decreto nada se logra y el camino al infierno está sembrado de muchas, excesivas, demasiadas promesas y buenas intenciones, por más y más que el futuro secretario alardee que ha recorrido Veracruz con lupa para diagnosticar el estado de la salud pública…