¿Recuerdan cuando Donald Trump llamó asesinos, violadores y drogadictos a los migrantes de origen hispano?
Pues bien, al parecer el presidente parece haber cambiado drásticamente de discurso cuando sólo faltan nueve meses para las elecciones que podrían desalojarlo de la Casa Blanca.
Tras la espectacular victoria del demócrata, Joe Biden, en las primarias del llamado “super martes”, Donald Trump parece voltear con aire de preocupación hacia la base electoral de origen hispano.
Durante un acto organizado este miércoles por la red latina internacional (Latino Coalition), que representa a los dueños de los negocios hispanos en Estados Unidos, Trump sorprendió a propios y extraños al llamar ¨héroes” a los ciudadanos de origen hispano:
“Hoy damos las gracias a millones de maravillosos inmigrantes y ciudadanos latinos que levantan nuestra nación, que respetan nuestras leyes y fortalecen a nuestras familias“, dijo el presidente.
Son “miles de héroes hispanos que han defendido nuestra nación”, enfatizó.
A diferencia de hace cuatro años, cuando Trump arremetió contra los migrantes (particularmente los de origen mexicano) y aseguró que construiría que sería pagado por el gobierno de México, en esta ocasión los migrantes latinos son unos “héroes” y apenas mencionó el tema del Muro.
¿Las razones detrás de este cambio de retórica?
Para empezar, los estrategas de Donald Trump saben bien que, cuando millones de electores acudan a las urnas en noviembre próximo, los latinos serán el bloque minoritario más importante.
De hecho, el número de latinos que podrían sufragar en noviembre próximo asciende a 32 millones, una cifra sin precedente que podría marcar la diferencia para quien aspire a ocupar o permanecer en la Casa Blanca.
Durante las pasadas elecciones presidenciales, un 28% de la base electoral latina apostó por Donald Trump y aproximadamente un 30% mantiene un apoyo hacia un presidente que se caracterizado por sus ataques constantes contra la comunidad migrante.
En cambio, entre un 68% y un 70% del electorado latino tiene una mala opinión de Donald Trump.
Si nos atenemos a estas cifras, la mayoría de la base electoral d origen hispano respaldará a cualquiera que sea el nominado del partido demócrata. Sin embargo, la baja participación de los electores latinos en pasadas elecciones y las dudas que muchos siguen teniendo de los candidatos demócratas (que los siguen tratando como parte de su vivero electoral), parece que han llamado la atención de los estrategas de la campaña de Donald Trump.
Según cifras del Pew Research, 3 de cada 10 hispanos tienen serias dudas sobre a quién votar en las presidenciales de noviembre próximo.
Por lo tanto, tanto demócratas como republicanos tratarán de aprovechar las dudas de este contingente electoral que representa 32 millones de votos.
En las presidenciales de 2016, los demócratas perdieron la presidencia a pesar de contar con el 66% de los votos hispanos. Hoy, numerosos analistas coinciden en señalar que el candidato que sea ungido en la Convención demócrata de julio próximo en Milwakee, necesitará un mínimo del 70% del voto latino para desalojar del poder a Donald Trump.
¿Será capaz Donald Trump de arañar una cuota sustancial de ese 70%?.
Sólo el tiempo lo dirá.