Luis Velázquez | Escenarios
UNO. Veracruz deportivo
Hay un fuerte olor a narco en Veracruz y en el país, y aquí, “en la noche tibia y callada” de Agustín Lara, la apuesta es que el deporte estremezca a la población electoral y se olvide del olor a pólvora y sangre.
Por eso, y entre otras cositas, la obsesiva obsesión por el regreso del beisbol y que de paso, “se antoja” porque es el deporte favorito de Amlo.
Y el regreso del básquet, tan celebrado que fuera con “Los Halcones” en Xalapa.
Y el cacareo, simple cacareo, del regreso de los Tiburones Rojos.
DOS. Políticos y deportistas
Está claro que a los deportistas rara, excepcional ocasión, caso Cuauhtémoc Blanco, en Morelos, interesa la política.
Pero sin necesidad de una radiografía y análisis de sangre y orina queda claro que los políticos suelen interesar por el deporte, en ningún caso por el deporte mismo, sino porque sirve, primero, como elemento distractor, y segundo, para su egolatría y ver si en una de esas quitan los aplausos a los deportistas.
Nadie ha olvidado el día aquel cuando Fernando Gutiérrez Barrios, gobernador, paseara alrededor de la cancha en el estadio Luis “Pirata” Fuentes, aclamado por unos 35 mil, 40 mil fanáticos.
TRES. Laurearse a sí mismo
Calígula y Nerón apostaron todo al deporte porque así, tal cual, “al pie de la letra”, jugaban con los deportistas para laurearse a sí msmo.
Incluso, hasta contrataban brujos para que les echaran incienso y quitaran el mal de ojo teniendo a un lado imágenes de santos y diablos, digamos, como cuando el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, fuera purificado por los brujos de Catemaco en el Palacio Legislativo en la comparecencia del primer informe del góber de Amlo.
CUATRO. Más circo que pan
En la cultura romana crearon la frase bíblica de “pan y circo”.
En Veracruz, entonces, habrá circo… con el beisbol y el básquet, por lo pronto, pero sin pan.
Bastaría recordar que 6 millones de los 8 millones y cacho de habitantes viven y están “atrapados y sin salida” en la miseria, la pobreza y la jodidez.
Y dada la recesión vía el covid, cada vez miles de desempleados, despedidos la mayoría con el quebradero de comercios, negocios, changarros, empresas, industrias y fábricas.
Entonces, nunca más efectivo que dar circo al pueblo, aun cuando el regreso del beisbol y el básquet en ningún momento levantarán la bilirrubina y el fósforo bitacal al millón de indígenas de Veracruz
CINCO. Lupa para buscar prospectos
El beisbol va en la delantera con la 4T. Incluso, ya anunciaron hasta escuelas para enseñar beisbol.
Desde luego, promotores deportivos que andarán de pueblo en pueblo buscando prospectos para los campeonatos en puerta y para las grandes ligas, como aquel tiempo del siglo pasado con Roberto Avila González, la estrella de los Indios de Cleveland.
Tarea dura y difícil será buscar a un Luis “Pirata” Fuentes para el futbol y que desde el siglo pasado, por ningún lado, con todo y las estrellas importadas de algunas naciones de América Latina.
SEIS. País beisbolero
Gobernar en Veracruz significa hoy empujar la carreta para el regreso triunfal y exitoso del beisbol porque así Amlo desea y sueña un país beisbolero y que por cierto constituye el deporte preferido de otro hermano del Señor Presidente.
En el paquete, y de ñapa, anexaron el regreso del básquet y del fútbol.
De ser así, muchos años sexenios después, los historiadores dirán que la obra pública más trascendente de la 4T en Veracruz fue el beisbol.