Connect with us

Energía limpia y contratos sucios, así operan las eólicas en Oaxaca

El Piñero

Por: @ConnectasOrg | DIANA MANZO

México.- Felipe Calderón Hinojosa, quien fuera presidente de México, mantuvo reuniones por lo menos una vez al año con los directivos de la empresa Iberdrola, que tiene ubicada sus oficinas en Madrid, España. Su papel, hasta 2018, era la de revisar las operaciones que se mantenían cada año en la empresa y entre ellas estaba la del desarrollo de La Ventosa, uno de los parques eólicos donde conviven miles de oaxaqueños que apenas reciben 10 dólares al mes por haber prestado sus tierras a esta gran transnacional.

Las energías eólicas no han sido negativas siempre. En distintos países de la Unión Europea se implementaron parques eólicos para disminuir la huella de carbono. Esto ha permitido generar avances en el combate a la contaminación ambiental. Sin embargo, en el caso mexicano, a pesar de que hubo instituciones como el Banco Mundial que impulsaron estas políticas públicas, la falta de transparencia en los contratos y las problemáticas locales diluyeron los beneficios tanto fiscales como los beneficios directos a los pueblos indígenas, que hoy en día son los más afectados.

En otro momento, un año antes de concluir su mandato, el expresidente Enrique Peña Nieto otorgó un permiso a través de la Comisión Reguladora de Energía para qué en Unión Hidalgo, Oaxaca, se construyera un parque eólico sin consultar a sus habitantes.

El 29 de junio de 2017, a través de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) –cuando su comisionado era Guillermo Ignacio García Alcocer— se otorgó el título de permiso E/1922/GEN/2017 a Eólica de Oaxaca, filial de Eólica de Francia, con una vigencia de 30 años.

Esto ocasionó un conflicto social de grandes proporciones. Mientras los comuneros y defensores de la tierra aseguraban que se había violado el derecho a la consulta; los propietarios y arrendatarios de las tierras pedían que el proyecto se construyera porque era “sinónimo” de progreso.

Desde las montañas de la selva de los Chimalapas o en cualquier punto del Istmo de Tehuantepec, hoy en día se observa una extensa mancha blanca de gigantes y hacinados armatostes, que hoy conforman más de mil 500 eólicas que se sembraron de forma acelerada desde hace 25 años, dejando atrás los campos agrícolas.

Además, quien viva a metros de estas turbinas, no descansa por tanto ruido.

Por “prestar” sus tierras, los oaxaqueños reciben un pago que va de los 16 mil pesos (798 USD) a los 2 millones de pesos en casos contados (99 mil USD) de manera anual, por concepto de renta. Tal es la razón por la que aceptaron al inicio estos acuerdos, pero sin saber o conocer el grado de afectación severo que tendrían sus tierras.

Son 28 los parques eólicos instalados en territorio oaxaqueño: Juchitán, Santo Domingo Ingenio, Ixtaltepec, Unión Hidalgo, El Espinal y Ciudad Ixtepec. De éstos, 23 son operados principalmente por empresas españolas y francesas y solo un contrato se otorgó directamente a la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA) para el abastecimiento de energía y cuatro más están a cargo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Sin embargo, estos parques eólicos también han sido desarrollados con capital de origen español.

Al día de hoy, solo una eoloeléctrica fue instalada previa consulta a los pobladores, tal y como lo ordena desde 2013 la Organización Internacional del Trabajo, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas y un protocolo emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El resto de los parques eólicos fueron instalados a través de contratos que aseguran los pobladores fueron firmados de forma amañada. Solo unas cuantas personas eran enteradas previamente de los términos y condiciones y en algunas ocasiones incluso los pobladores no contaban con los documentos originales.

La figura legal que utilizaron las empresas fue la de contrato de arrendamiento, además de un permiso que debió otorgar la Comisión de Regulación de Energía. Pero tiempo después varias empresas le vendieron o otras los parques eólicos y las responsabilidades hacia los locales se fueron diluyendo.

Mientras la disputa en Unión Hidalgo continúa por la instalación o rechazo de lo que sería el vigésimo noveno parque eólico en Oaxaca y el cuarto de la trasnacional Eólica de Francia (EDF) , el 25 de enero de este año, el subdirector de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Gustavo Salvador Danni anunció la cancelación de una licitación en la entidad para líneas de transmisión a través de 13 parques eólicos porque advirtió que no había “las condiciones” para llevarlos a cabo.

Juchitán es el municipio oaxaqueño donde están instalados el mayor numero de parques eólicos, principalmente en sus agencias de La Venta y La Ventosa. Desde su calle principal, la 16 de septiembre, se observan las aspas gigantes que han ido cubriendo toda su extensión territorial.

A diferencia de lo que no hicieron en Unión Hidalgo, en Juchitán sí hubo consulta indígena en 2014. Así fue como la empresa Eólica del Sur, filial de la transnacional Mitsubishi, se instaló.

Emilio Montero Pérez, alcalde de Juchitán expresó que aún y con consulta, las empresas siempre quedan a deber. La empresa eólica del Sur se comprometió públicamente y con documentos a construir un parque eólico comunitario así como el pago de sus impuestos. Todo esto se ha incumplido.

“Los juchitecos cumplieron, aprobaron el proyecto, ahora convertido en un parque eólico, el 28, que le pertenece a Eólica del Sur, pero las autoridades no le han cumplido al pueblo”.

Entre las obras que se prometieron en el marco de la consulta indígena, fue la construcción de un parque eólico municipal con dos aerogeneradores, que sería operado por el Instituto de Investigaciones Eléctricas, instancia que ya posee un parque en Juchitán, cuya energía la vende a CFE.

También las autoridades de Oaxaca y del gobierno federal se comprometieron a colaborar con el municipio de Juchitán para gestionar la búsqueda de financiamiento para la adquisición e instalación de otros aerogeneradores que ayuden a satisfacer la demanda de los juchitecos. El acuerdo fue firmado por el entonces representante legal de la empresa, Eduardo Zenteno Gaza; el exalcalde, Saúl Vicente, y el exgobernador Gabino Cué. Ninguno de esos proyectos se concretó.

UNA DEMANDA INAUDITA

Antes de la llegada de Emilio Montero Pérez a la presidencia de Juchitán, gobernó Saúl Vicente Vásquez (2014-2016). El juchiteco fue el primer presidente municipal en exigir el pago de las obligaciones fiscales de las empresas y al no haber cumplimiento de ellas, las demandó.

De haber ganado, Saúl Vicente hubiera obtenido casi 3 billones de pesos, cálculo estimado en la demanda, por el impago en el que incurrieron todas las eólicas instaladas en la localidad. Juchitán es uno de los municipios más grandes de Oaxaca, con 90 mil habitantes y ocho empresas eólicas están instaladas aquí.

El dinero de las demandas nunca llegó, porque las empresas eólicas se ampararon y el siguiente presidente municipal dejó perder la demanda.

“Nosotros dejamos un precedente para Juchitán, exigir a las empresas el pago de impuestos municipales conforme al articulo 228 de la Ley de Ingresos del Municipio de Juchitán, en donde también se contemplan recargos a razón del 2 por ciento mensual de interés simple sobre el monto total de los créditos fiscales por mes o fracción transcurridos. Lamentablemente nuestra administración llegó al fin, y la siguiente ya no le dio seguimiento y se perdieron las demandas”, expuso.

Algunas de las obras que se prometieron tras la aprobación del parque en 2015, fue la construcción de un parque eólico municipal con dos aerogeneradores, que sería operado por el Instituto de Investigaciones Eléctricas, instancia que ya posee un parque en Juchitán, cuya energía la vende a CFE.

El acuerdo fue firmado por el entonces representante legal de la empresa, Eduardo Centeno Gaza; el ex alcalde, Saúl Vicente, y el x gobernador Gabino Cué. Ninguno de esos proyectos se concretó.

Con la recién llegada de Gloria Sánchez a la presidencia municipal, el tema de los eólicos y tribunales quedó relegado, por lo que los juicios contra las empresas se perdieron.

Por el contrario. Se avaló y firmó un “Memorándum de Entendimiento” en la cual participó el gobierno de Oaxaca y los alcaldes donde están asentados los parques eólicos en el cual se acordó que las empresas eólicas no paguen impuestos a los municipios.

LOS CONTRATOS DEL DESPOJO

EL DESARROLLO EN LA VENTOSA PARA UNOS CUANTOS

Cuando las eólicas llegaron a La Ventosa, Ezequiel aceptó rentar sus tierras y la de sus hermanos. Al año recibe cerca de 400 mil pesos. Angélica por el contrario también rentó sus tierras pero no hay ninguna torre y sólo por el derecho de viento obtiene 52 mil pesos al año distribuidas trimestralmente.

Hace diez años La Ventosa comenzó a transformarse. Gamesa, Iberdrola, Eólica de Francia, Acciona, Cemex, entre otras empresas, comenzaron a volverse “familiares” entre los campesinos. Las negociaciones, recuerda Ezequiel, se hacían en casas, en reuniones de amigos o hasta en mesas cuadradas de una cantina.

“Todo recurso que se pudo lo usaron los representantes de las eólicas. En mi caso fue David Horta y también Álvaro Velásquez respaldados por gente nuestra como los Montero. Así nos convencieron, la promesa del desarrollo era lo que prometían y muchos aceptamos”.

En esta comunidad zapoteca, operan cuatro parques eólicos, dos parques eólicos propiedad de Iberdrola, donde el ex presidente de México Felipe Calderón laboró como ejecutivo hasta el año pasado, también está el parque eólico propiedad de Enel Green Power que abastece de energía eólica a grandes consorcios internacionales y finalmente está un parque eólico propiedad de Grupo México.

La empresa minera, propiedad del multimillonario Germán Larrea firmó un convenio de colaboración con el expresidente mexicano, Enrique Peña para la construcción del Hospital de Especialidades de Juchitán, que prometió en campaña (desde el año de 2012) y no cumplió.

En una asamblea comunitaria, los pobladores acordaron exigirle rendición de cuentas a Grupo México, pues la empresa de Larrea no ha cumplido con los acuerdos. “¡De uno en uno iremos llamándoles!” exclamó José Vera, agente municipal en una asamblea comunitaria celebrada el 31 de julio en La Ventosa donde pidió la rendición de cuentas a la empresa Grupo México y en la cual asistieron sus representantes legales porque aseguró “Desde el 2014 que adquirieron el parque eólico, no se hizo una asamblea para definir su ayuda social, al contrario los representantes junto con propietarios y la autoridad municipal de ese entonces el doctor Manuel Montero acordaron acciones sin consultar al pueblo, ahora queremos hacerlo transparente”.

Las obras sociales de las comunidades en la mayoría de los acuerdos son “compromisos de palabra”, por ejemplo los propietarios y habitantes de La Ventosa desconocían que Grupo México construiría un hospital de especialidades en la ciudad de Juchitán, y es qué justamente se manejan acuerdos discrecionales.

“Aquí en la Ventosa hace falta un hospital, la gente de muere por que no hay atención de noche en la unidad médica que tenemos, también necesitamos ambulancia, rehabilitación de calles, muchas cosas pero de los acuerdos que se logran no sabemos nada”.

Por ejemplo, el Hospital General de Especialidades, el segundo que tendría en su tamaño esta zona de Oaxaca, explica el Secretario de Salud de Oaxaca , Donato Casares fue como parte del “altruismo” de la empresa como ayuda en la reconstrucción después del terremoto de 8.2 grados que se vivió el 7 de septiembre del 2017 y Grupo México (GM) lo reafirma en su pagina de internet al informar el procesamiento que efectuó para obtener recursos, señalando que fue por la compra de boletos y también a través de la Fundación Grupo México.

Y es que está unidad medica que construye GM fue una promesa de campaña de Enrique Peña Nieto (EPN), y que como otras muchas clínicas ahora es efectuada por la iniciativa privada.

Agregó que la energía producida en el parque eólico “El Retiro”, se distribuye en más de 380 puntos de consumo, principalmente en las salas de cine de CINEMEX, en instalaciones de FERROSUR y en algunas operaciones mineras. Lo que contribuye al uso de energía limpia y a mitigar los efectos del cambio climático.

Ben Cokelet, Director ejecutivo fundador de PODER A.C. explica que Grupo México además del parque eólico que tiene en Oaxaca, es la que se encarga de construir todas las plataformas de Pemex además es concesionaría de la red ferroviaria del país. “Grupo México ya tiene la red férrea del país, ya tiene mineras, ya tiene un parque eólico, ella construye las plataformas de Pemex, qué más da que ahora sea la responsable de la construcción del gasoducto que se pretende realizar en esta zona oaxaqueña”.

Comentarios

Comentarios

Comentarios

Entradas Relacionadas