Al trabajador de la salud le entusiasmaba reanimar a los pacientes, luego de suministrarles la sobredosis, pero si morían se deprimía
Alemania.- La Fiscalía alemana cree que el enfermero Niels Högel, condenado a cadena perpetua, en 2015, por dos asesinatos y tres intentos de asesinato de sus pacientes, pudo haber matado a 106 personas.
Durante el juicio, el hombre confesó que entre 2003 y 2005 había inyectado una sobredosis de diversos medicamentos a 90 pacientes, de los que 30 fallecieron.
Ante los hechos, la Policía decidió continuar con las investigaciones y ayer relacionaron al hombre con otras 62 muertes registradas en la Clínica Delmenhorst.
Al enfermero le entusiasmaba reanimar a los pacientes, luego de suministrarles la sobredosis, pero si morían se deprimía.
Aseguró que todo lo hizo por aburrimiento.
Con información de El Gráfico