Por: Eugenio GONZÁLEZ
Jalapa de Díaz, Oaxaca.- Alejado ocho kilómetros de la urbanización y con caminos de polvo que sirven como accesos, se encuentra Paso del Toro, un pueblo de Jalapa de Díaz que, como tradición familiar, votar por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) significaba esperar vientos de progreso.
EL ENEMIGO DE SU RAZA
Integrado por unas ochenta familias, cuyos hombres alejan el hambre y acercan su progreso a son del trabajo de campo, Paso del Toro es un pueblo que históricamente ha sido apartado del desarrollo oficial; sus viviendas, sus caminos y la notable marginación, así lo exhiben.
Lo anterior contrasta, totalmente, con el estatus político de su municipio -nutrido por más de 35 mil personas y el más importante de la región del Alto Papaloapan- ya que en la actualidad, por vez primera, cuenta con dos diputados, uno federal y otro local. Sin embargo, sus resultados siguen esparciéndose con resultados ínfimos.
Álvaro Rafael Rubio con doce años en el poder -tres veces presidente municipal y hoy diputado federal del PRI- se ha convertido en el actor político preponderante y en enemigo número uno de su raza, ya que en ese tiempo, al menos en Paso del Toro, el progreso solo se ha traducido como promesa de campaña, pues en los hechos, la historia de abandono sigue vigente.
Para César Regules Palacios, líder de la comunidad, la traición ha solidificado a su pueblo cuyos jefes de familia siempre han sido priístas; pero ahora, con el rencor social que existe por las mentiras y promesas nunca cumplidas miran hacia otra dirección política con la intención de asomarse al progreso deseado.
“Yo fui agente municipal en la era de Álvaro Rafael Rubio (…) y prometió muchas cosas y después no cumplió (…) yo quedé mal con mi gente porque no hubo nada (…) cuando subió como diputado volvió a prometer muchas cosas, le creímos, y de nuevo no volvió a cumplir”, dijo.
Por su parte Manuel Gregorio Manuel, de 69 años, residente de Paso del Toro, Álvaro Rafael “nos agarró de pendejos (…) ya no creemos en él ni el PRI (…) aquí nuestras familias ya están cansadas de muchas promesas, de que vengan a pedir el voto y después olvidarnos”.
LA DESBANDADA
En la elección pasada, Paso del Toro y comunidades cercanas en las que lidera Manuel Gregorio, el PRI sumó más de 300 votos en favor de Felipa Carretero Azamar, esposa de Álvaro Rafael Rubio, quien perdió la elección ante el hoy presidente municipal, de extracción morenista, Arturo García Velázquez.
Frente a García Velázquez y ciudadanos indicó “hoy quiero manifestar mi total respaldo a ti, a tu gobierno y a MORENA porque están demostrando que están trabajando para la gente, para quienes más lo necesitan (…) hoy vemos que vienes sin distingos y apoyas como debe ser, eso es lo que queremos para nuestro pueblo”, precisó.
“No me voy a quedar con las manos cruzadas y voy a buscar a más compañeros que sumen a tu gobierno y política social (…) porque no queremos más robos como el que Álvaro consumó de 138 mil pesos del programa de empleo temporal que era para mis paisanos (…) se llevó todo”, acusó.
Por eso y la suma de agravios, señaló, la base priísta de Paso del Toro hoy cambia de dirección y “nuestras familias se enfocarán en nutrir al partido MORENA que, como gobierno, está realizando cosas nunca vistas, cosas favorables que queremos se reproduzcan en nuestro pueblo.
MI RESPALDO, SIEMPRE: ARTURO GARCÍA
Ante la recopilación de reclamos, el edil Arturo García Velázquez agradeció el apoyo mostrado y se pronunció por cambiar el diseño de gobierno que, en los últimos años, ha lacerado la vida y sumado saldos negativos para los pueblos de Jalapa de Díaz.
Reconoció que hace falta mucho trabajo por hacer. Sin embargo, existe la energía y el atrevimiento para enderezar el camino corrompido y calmar ese repudio social que anteriores gobiernos sembraron con sus malas administraciones.
Es lamentable, destacó, que hoy Jalapa de Díaz teniendo a dos expresidentes municipales como diputados (Silvia Flores Peña y Álvaro Rafael Rubio) no se reúnan las condiciones para sacar de la marginación a los pueblos que prometieron ayudar y que continúan privados del progreso.
“Aquí está el saldo de sus gobiernos, fueron presidentes municipales, hoy son diputados, y las condiciones de pobreza se mantienen (…) entonces ¿qué es lo que hicieron? ¿qué más intentan hacer de Jalapa de Díaz?, cuestionó.
A primera instancia y apenas con poco más de 130 días de gobierno, destacó, en Jalapa de Díaz se entregarán despensas para la población vulnerable; se logró la gestión de una estancia infantil; se rehabilitó la explanada e imagen del la zona centro; se logró llevar a cabo la rehabilitación de diez kilómetros de la carretera federal y consolidó el apoyo de once presidentes municipales de las regiones Cañada y Papaloapan para impulsar la terminación del hospital comunitario.