Luis Velázquez Barandal
23 de abril de 2019
ESCALERAS: En el CDE del PRI están enreatados. Y ahora cuando el tricolor es un cadáver en el pasillo, dicen unos, y/o en estado de coma advierten otras elites, todo indica que ganará, como decía Giovanni Sartori, el que tenga más billete.
De catorce aspirantes diez renunciaron por “los dados cargados” a favor del regidor azul, Marlon Ramírez.
Y del cuarteto que se mantiene en el carril electoral se asegura que la competencia real está entre Marlon, candidato de Miguel Ángel Yunes Linares, y Adolfo Ramírez, candidato de Héctor Yunes Landa.
Pero con todo, ganaría el priista con más billete.
PASAMANOS: Billete… para recorrer Veracruz de norte a sur y de este a oeste.
Bastaría referir que el día de su registro, Marlon movió cuarenta autobuses con acarreados de la ciudad de Veracruz a Xalapa y diez de Tantoyucan a la capital.
Billete… para caminar la entidad jarocha, quizá, en sus 212 municipios, y o en los más importantes.
Billete… para comprar medios.
Billete… para comprar lealtades y conciencias el día de la elección.
Billete… para mover a los operadores.
Billete… para pagar alimentación y hospedaje a los operadores.
CORREDORES: En la cancha priista se asegura que Marlon Ramírez vive al día.
Tiene, se dice, un par de ranchitos, quizá parcelitas, herencia familiar que él mismo ha cacareado.
Pero igual que muchos políticos estaría viviendo “con la medianía de su salario” como decía Benito Juárez, pero sin recursos adicionales para financiar una campaña partidista.
Y es ahí donde afirman en el carril partidista, Marlon estaría subvencionado por los Yunes azules, interesados en adueñarse del CDE del PRI de cara a la elección de alcaldes y diputados locales y federales en el año 2024.
BALCONES: En el caso de Adolfo Ramírez, ex presidente municipal de Paso de Ovejas y ex diputado local, su esposa ex alcaldesa y fallida candidata al Congreso local, lo dijo a su círculo del poder de la siguiente manera:
“Tengo unos cobritos guardados”.
Además, tiene una familia pudiente y hay biógrafos que lo describen como dueño del pueblo donde naciera Agustín Acosta Lagunes.
Y de ser así, entonces, y aun cuando pudieran existir, o de plano existen “dados cargados” a favor de Marlon como dijeran Antonio Benítez Lucho y Raúl Díaz (por cierto, con nueva denuncia en contra del CDE porque lo excluyeron), las cúpulas partidistas esperan sorpresa cardiaca.
Es decir, que Adolfo Ramírez se vuelva el sucesor de la carvallista Lillian Zepahua, encargada del despacho tricolor, hija del cacique de la sierra de Zongolica, Mario Zepahua Valencia, dueño de la línea de autobuses “Las Adelitas”.
PASILLOS: Pero más allá del billete para definir al nuevo presidente del CDE, también se afirma un nuevo duelo feroz y atroz entre par de Yunes.
Marlon, llevado de la mano por su antiguo socio y aliado, Jorge Alejandro Carvallo Delfín, y Miguel Yunes Linares.
Y Adolfo Ramírez, apadrinado por el diputado federal, Héctor Yunes Landa, con la designación de la hectorizada Silvia Domínguez como secretaria general.
VENTANAS: Miguel Ángel y Héctor son viejos opositores. La sangre familiar los unió, pero la política los volvió peores enemigos.
Y más, porque ambos se conocen sus secretos, alcances, relaciones, recursos y estrategias.
Se enfrentaron en el año 2016 por la gubernatura de dos años donde Miguel Ángel lo derrotó como también derrotó al obradorista Cuitláhuac García.
Chocaron de nuevo en el 2018 cuando Héctor fue aliado de Pepe Yunes por la silla embrujada del palacio y en donde perdiera Miguel Ángel Yunes Márquez y ganara Cuitláhuac.
Ahora, los dos trepados en el ring electoral por el manejo del PRI cuando Miguel Ángel ya trae (por ahora) el PAN con Pepe Mancha, PRD con Rogelio Franco Castán, PES con Gonzalo Guízar Valladares y Panal con Vicente Benítez.
PUERTAS: Hay la versión de que en el PRI se habría formado, estaba por formarse, se formó y se frustró una alianza denominada el “TUCOMA” y que significa “Todos Unidos Contra Marlon”.
Unidos, a favor de Adolfo Ramírez, Carlos Aceves, el sobrino del dirigente nacional de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, y Damara, la regidora de Minatitlán guiada por Elizabeth Morales, ex alcaldesa de Xalapa, ex diputada federal, ex delegada del ISSSTE.
Pero la quincena anterior, el líder cetemista, Carlos Aceves del Olmo, avaló a su sobrino, incluso, poniéndole a sus pies al dirigente local de la CTM, Víctor García Trujeque, quien en un principio andaba en la cancha de Marlon, igual que Juan Carlos Molina Palacios, presidente de la Liga de Comunidades Agrarias.
Así, Carlos Aceves agarró viaje sin retorno y ni modo de bajarse de la candidatura a la presidencia del CDE del PRI.
Y en el caso de Molina Palacios se afirma que retiró su apoyo a Marlon porque engañó a la cenecista Marcela Aguilera, ex diputada local, con la secretaría general, para dársela a Arianna, ex presidenta municipal de San Andrés Tlalnelhuayocan.
CERRADURAS: Incluso, en el carril rojo aseguran que Marlon ha dado muchos bandazos y “tomado el pelo a tres mujeres priistas con la candidatura a la secretaría general.
Primero, traía a Damara, la regidora de Minatitlán, y la estafó y ella se volvió candidata de Elizabeth Morales.
Después, se la ofreció a Yolanda Gutiérrez Carlín, comadre, por cierto, de Héctor Yunes.
Luego, se la odio a Marcela Aguilera para amarrar el voto de la CNC.
Y al último, cuando Adolfo Ramírez se alió con Silva Domínguez para amarrar con Héctor Yunes, descarriló a Marcela Aguilera y puso a Arianna creyendo que así amarraba a Pepe Yunes Zorrilla.
Pero Yunes Zorrilla ha conservado su lejanía del proceso partidista electoral porque anda en un proceso de oxigenación.
PATIO: Con todo, y más allá de los principios, valores, ideologías, “billete mata lealtad partidista”.
Y más, en los tiempos que corren cuando el PRI perdió la gubernatura y las elites priistas quedaron con la llave cerrada de la secretaría de Finanzas y Planeación.
Peor todavía porque ya estuvieron fuera del presupuesto durante los dos años de Yunes Linares y ahora, claro, será peor, porque son 6 años de MORENA en el palacio.
Lo raro y extraño de los dos Ramírez, Adolfo y Marlon, es que están peleando por dirigir un cadáver, aun cuando, dice la biblia, los muertos resucitan.
En el caso apostarían a que la ola de inseguridad, incertidumbre y zozobra descarrile y desacredite a MORENA en Veracruz y tengan posibilidad de regresar al poder en el año 2021.