Redacción El Piñero
Ante este siniestro quiere saber si el gobierno federal tiene programas para el campo para que estos lleguen con oportunidad a todos los pueblos de la cuenca del Papaloapan.
Tuxtepec, Oaxaca. – Este hombre del campo tiene un sueño atrasado, atorado en su pensamiento, y cree que puede hacerse realidad: que su comunidad sea bien atendida por el gobierno y sea considerada en los diferentes programas y planes de gobierno en cuestión de escuela, salud y atención al campo.
Y esto lo anhela no solo para su pueblo Rancho Palma, sino para todos los pueblos de la cuenca del Papaloapan, al cual pertenece. Como hombre de campo pide que esa atención llegue a la tierra que produce alimento, para que todos los campesinos de la región y Oaxaca, vivan mejor.
Ernesto García refirió que él y las familias de Rancho Palma acuden al centro de Salud IMSS-Bienestar de Ayonxitepec, pero muchas personas no alcanzan a sacar ficha para ser atendidas ya que estas se entregan de 8 a 9 de la mañana, y esto impide que quienes llegan fuera de ese horario reciban consulta médica.
En Rancho Palmar los habitantes se accidentan, enferman de calentura, de tos y de los bronquios, pero en casos extremos se ven obligados a viajar al hospital regional de Tuxtepec, o a otros estados, lo que es un riesgo para los ancianitos o para quienes están muy delicados de salud.
¿Cuál cree que es el sueño de las mujeres de Rancho Palma?
Yo creo que ser atendidas en su salud, porque en mi pueblo los habitantes son muy tranquilos, son gente de trabajo, gente pacífica que lo único que quieren es una vida mejor en cuanto ingresos para su familia.
Enrique García es uno de los 90 campesinos de Rancho Palma a quienes la crecida de agua del río Cajono afectó la siembra de maíz, plátano y calabaza, pues su cultivo fue jalado al suelo, y no tienen forma de recibir otro ingreso, sino lo que esperaban de la venta del grano y la fruta dañada.
Ante la lentitud e indiferencia de la autoridad municipal y estatal para ayudar a este sector de la población en Oaxaca, Ernesto y otros hombres que viven del fruto de la tierra, han decidido agruparse en la organización Utopía Popular Magonista y de esa forma caminar acompañados en la lucha por una vida mejor.