Es la hora de soñar en Veracruz… Los panteones están cada vez llenos de cruces
Luis Velázquez/ Malecón del Paseo
22 de julio de 2019
EMBARCADERO: Es la hora de soñar en Veracruz… Los panteones están cada
vez llenos de cruces… En los ríos sigue flotando cadáveres de desconocidos…
Los cañaverales con cuerpos de mujeres y hombres sin vida… Herodes se
refocila ordenando la muerte de menores de edad… Y más allá de ponerse a
rezar y volverse guardia comunitaria o autodefensa en la guerra del gobierno y
los carteles, es la hora de cuidarse cada familia entre sí… Padres, hijos,
hermanos, tíos, primos, abuelos, en una comunicación, fraterna cierto, pero
solidaria… La política errática de inseguridad y de procuración de justicia
tiene al “hombre como el lobo del hombre”…
ROMPEOLAS: La ley del más fuerte domina como en el tiempo de la
barbarie… Los dioses, decían los griegos y los romanos, están enojados, y los
jinetes del Apocalipsis, describiría el relato bíblico, cabalgan siniestros y
sórdidos, dueños del día y de la noche como los peores males de la caja de
Pandora… Un dato estremecedor golpea la conciencia social de norte a sur y de
este a oeste de Veracruz… Hacia el día 231 de la era de MORENA en la
tierra jarocha (antes, mucho antes, un paraíso terrenal según relatara Alejandro
de Humboldt hacia 1800) iban mil 146 asesinatos, de los cuales, 136 son de
mujeres y 44 de menores, la mayoría de 17 años de edad… Se trata, pensando en
el destino social, de la peor saña en la historia local, incluyendo quizá el
tiempo de “La mano negra”, los pistoleros de Manuel Parra, el cacique
de la hacienda de Almolonga, aquella cacería de la lucha agraria donde
asesinaran a 40 mil campesinos y ejidatarios solo para quedar bien con los
latifundistas…
ASTILLEROS: Es la hora, entonces, de la unidad familiar… La
hora de vislumbrar, por ejemplo, y como dice John Lennon en su famosa canción
“Imagina”, que ningún infierno hay bajo nosotros ni alrededor de
nosotros, pensando, sintiendo, creyendo, con todo y las balas enlutando más y
más y más hogares, que “encima de nosotros solo está el cielo”…
Hay, cierto, secuestros y por eso mismo Veracruz ocupa el primer lugar nacional
en plagios desde hace un año consecutivo… Pero al mismo tiempo, hemos de
crear y recrear, digamos, “un castillo de arena a la orilla de la
vida”, y estar seguros de “vivir la vida en paz” la familia
integrada en una sola…
ESCOLLERAS: Veracruz, cierto, “será uno solo” cuando,
por ejemplo, tome forma una resistencia pacífica para estremecer las entrañas
de los poderosos en el gobierno de Veracruz… Y cuando exista, otra vez
Lennon, “una hermandad de mujeres y hombres”… Pero como desde hace
más de dos mil años, un hombre, carpintero de origen, predicó la tesis y el
mundo sigue igual de siniestro, entonces, solo queda mirar hacia la familia y
cuidarse entre todos… El Estado de Derecho ha sido derrotado por el Estado
Delincuencial… Las balas de los malandros dominan a las balas de las
policías… En vez de capturar peces en los ríos para comer o cenar, ahora
flotan cadáveres como en las páginas más sombrías del relato bíblico…
PLAZOLETA: Es la hora de hacer a un lado la esperanza y la fe en
la autoridad y solo tener fe y esperanza entre la familia… Integrar entre
todos, por ejemplo, una cadena de seguridad… Y más cuando se sale a la calle
y se asiste a una cena en el restaurante o los hijos a un antro o la familia a
una fiesta… Es la hora, como predican los sacerdotes en la iglesia, de
concentrarse en casa apenas pardea la tarde pues la noche es propiedad de los sicarios
ante la ineficiencia y la ineficacia policiaca…
PALMERAS: “Puedes decir que soy un soñador” escribió
Lennon en una estrofa de su canción… Pero por eso mismo, agregó,
“espero que algún día te unas a nosotros y el mundo será uno solo”…
Y así como en muchos barrios de Veracruz hay anuncios colgando de los árboles y
de las ventanas cacareando la organización de los vecinos para defenderse y
protegerse, la familia también ha de integrarse entre sí porque aquí, en la
tierra jarocha, “la muerte tiene permiso” como intitulara Edmundo
Valadés a una de sus novelas…