Luis Velázquez
Veracruz.- 06 de marzo de 2019
UNO. Judas en Veracruz
Nunca Judas con tantos seguidores y fanáticos en Veracruz.
Dijo el diputado local, José Manuel Pozos Castro:
En el palacio de gobierno de Xalapa “hay traidores, desleales y demonios”.
Dijo la encargada del CDE del PRI, Lillián Zepahua García:
“Los traidores ya se fueron. Solo se quedaron los leales”.
Dijo Pascual Lagunes Ochoa, todavía líder sindical de TAMSA y desde hace unos 24 años:
“Voy contra los traidores”.
Dice la diputada local, ex panista, Míriam Ferráez:
Hay conspiradores (traidores también les llaman) en guerra sucia contra el gobernador.
En Catemaco, el brujo mayor, Enrique Martén Bardón celebró misa negra en honor a Luzbel, el traidor número uno del reino celestial.
En Orizaba hay acuerdo de cabildo para retirar la estatua del traidor Porfirio Díaz Mori erigida por el exalcalde priista.
En el parloteo priista llaman traidor a Fernando Kuri Kuri por su nombramiento como delegado federal del ISSSTE de MORENA.
En fin, apenas desembarcarán los Idus de Marzo en las playas de Chalchihuecan y como “los demonios andan sueltos”, también los traidores.
DOS. Entre traidores te veas…
El traidor número uno de la historia es Judas.
Álvaro Obregón, se afirma, traicionó a Pancho Villa y ordenó que lo emboscaran y mataran.
Siempre se dijo que Plutarco Elías Calles ordenó matar a Álvaro Obregón cuando buscaba la reelección.
El general Jesús Guajardo traicionó a Emiliano Zapata y lo mató en la hacienda de Chinameca.
El general Victoriano Huerta ordenó matar hasta con tiro de gracia a Francisco Ignacio Madero y a José María Pino Suárez, el vicepresidente.
Por eso, el científico social dice que la traición es consustancial a la política y nada extraño tiene que ahora con MORENA gobernando Veracruz se hable de traidores.
Además, y como dice el chamán, los únicos que en la vida traicionan son los amigos porque los enemigos enemigos son.
Por fortuna, en MORENA hay hijos pródigos como el caso, por ejemplo, del trío de diputados locales, José Magdaleno Rosales Torres, Jessica Ramírez Cisneros y Augusto Nahúm Álvarez Pollico, quienes luego de marcar la raya con la bancada de izquierda en la LXV Legislatura se arrepintieron y regresaron al redil.
Incluso, el diputado Érik Iván López Aguilar confesó que creyó en Jessica y luego de que Jessica y compañía se arrepintieran, lo dejaron al garete.
Es decir, lo traicionaron.
TRES. El reino del bien y del mal
En los días huracanados del caso Wínckler en la LXV Legislatura, un par de diputadas locales, María Graciela Hernández Íñiguez, Marigraz, y Nora Jéssica Lagunes Jáuregui, también sintieron en los talones el cosquilleo de Judas y votaron a favor del juicio político al Fiscal panista.
Luego, en la segunda vuelta, volvieron al redil con lo que se cumplió una vez más el relato bíblico.
Traidor a la banca priista en el Congreso local el diputado Juan Carlos Molina Palacios, el cenecista nylon.
Atrás de sus intereses particulares desertó de la bancada tricolor se declaró, ajá, independiente, solo para formar parte de la JUCOPO donde manejan el billete con lo que queda comprobado de manera científica que dinero mata lealtad y lleva a la traición.
Error, en ningún momento traición a la austeridad llamó el diputado José Manuel Pozos Castro a la secretaría de Finanzas y Planeación (José Luis Lima Franco) por el chispoteo de reducir el salario al gobernador.
Nada de extrañarse, sin embargo. Así como en la vida hay leales (el reino del bien), también traidores (el reino del mal).