Luis Velázquez
Veracruz.,-19 de octubre de 2017.-Uno. Da asco la corrupción Nueve ex gobernadores están presos y otros sometidos a proceso penal. Todos, por la misma razón. En el ejercicio del poder desviaron recursos públicos para ellos y sus familias y para parte de su gabinete legal y ampliado. Entre ellos, Javier Duarte, Karime Macías y los duartistas.
Nunca como ahora en la historia política del país tanta corrupción, pillerías y trastupijes.
Y eso que desde hace ratito fue creada la secretaría de la Función Pública. Y la Auditoría Superior de la Federación.
Y que desde hace varios años, el país figura entre las naciones con más corrupción política en el mundo.
Todos ellos llegaron al poder sexenal en sus en tidades federativas creyendo que al ganar la elección en las urnas tenían salvoconducto para hacer y deshacer con el dinero público.
Y nunca, jamás, ni por casualidad, el Órgano de Fiscalización Superior, ORFIS en Veracruz, tampoco las Contralorías ni las secretarías de Finanzas y Planeación, tuvieron la entereza para poner un alto a las tropelías.
Se trata, entonces, de uno de los peores tiempos en el país. Y más, porque algunos ex gobernadores están acusados de delincuencia organizada, pues se aliaron con los barones de la droga para enriquecerse con mayor facilidad y resolver, en varios casos, sus pendientes económicos para varias generaciones familiares.
En la lista negra hay siete priistas y dos panistas, y por fortuna para el PRD, los perredistas que han sido gobernadores se salvaron…por ahora.
Y si tanto priistas como panistas en el ejercicio del poder se enriquecieron, entonces, significa que seas del partido que sea, de cualquier forma hay corruptos, y nadie se salva y nadie está a salvo, por más y más golpes de pecho que cada parte se aseste, declarándose ángeles de la pureza.
Por eso cuando cada político crea hasta un código de ética para regirse durante los seis años resulta difícil creer.
Dos. Exgobernadores pillos
En la lista de los ex gobernadores pillos están los siguientes:
Uno. Javier Duarte, y cuyos trastupijes de él y de los suyos continúan sorprendiendo a la población de Veracruz.
Dos. El priista Eugenio Hernández Flores, de Tamaulipas, acusado de la compra ilegal de mil 600 hectáreas de terrenos en el puerto de Altamirano, además de que la DEA lo señala de alianzas con los malandros. Está preso.
Tres. El priista Tomás Yarrington, de Tamaulipas. Detenido en Florencia, Italia, y en proceso de extradición y que disputan tanto México como Estados Unidos, señalado de alianzas con los cárteles de Los Zetas y Del Golfo.
Cuatro. El priista Andrés Granier, de Tabasco. Detenido por la comisión de operaciones con recursos de procedencia ilícita y fraude fiscal.
Cinco. El priista Jesús Reyna García, ex de Michoacán. Se alió con “Los caballeros templarios” y su jefe en turno, el profe Servando Gómez Martínez, alias “La tuta”. Preso en el penal de Morelia.
Seis. El panista Luis Armando Reynoso Femat, Aguascalientes. Proceso por el ejercicio indebido del servicio público y peculado. Sentenciado a 6 años de cárcel, y como obtuvo su libertad bajo fianza, enfrenta la sentencia en libertad.
Siete. El panista Guillermo Padrés, ex de Sonora. Preso en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, y en donde hace compañía a Javier Duarte. Acusado de delincuencia organizada, defraudación fiscal y lavado de dinero.
Ocho. El priista Mario Villanueva Madrid, ex de Quintana Roo, y quien por cierto tuviera a María Georgina Domínguez Colio como vocera, el mismo cargo desempeñado con Javier Duarte. Acusado de delincuencia organizada y delitos contra la salud. Luego de su estancia penitenciaria en Estados Unidos, que también lo reclamara, en México cumplirá una sentencia de 22 años.
Nueve. El priista Flavino Ríos Alvarado, acusado de abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y encubrimiento y que permitiera la fuga de Javier Duarte. Enfrenta su proceso penal en arraigo domiciliario por su estado de salud.
Y diez. El priista Roberto Borge Angulo, ex de Quintana Roo. Preso en Panamá, enfrentado la extradición. Está acusado de lavado de dinero.
Nunca antes en la historia del país se han conjuntado tantas pillerías de los políticos encumbrados con la gubernatura.
Tres. Cadena de corrupción
El presidente Miguel de la Madrid encarceló a siete secretarios de Estado del gabinete de José López Portillo.
Entre ellos, a un par de jarochos, como Eugenio Méndez Docurro, secretario de Comunicaciones y Transportes, y Félix Barra García, secretario de la Reforma Agraria.
Pero ahora, con Enrique Peña Nieto, la corrupción alcanzó su más alto decibel.
Claro, en los casos de algunos ex gobernadores, las pillerías fueron cometidas antes, caso Eugenio Flores Hernández en el sexenio que va de 2005 a 2010 en Tamaulipas, y Tomás Yarrington, quien desgobernara Tamaulipas de los años 1999 a 2004, cuando Ernesto Zedillo era presidente de la república.
Lo peor del asunto y que desalienta por completo a la población electoral es que cada uno de los diez ex gobernadores tuvieron sus aliados, socios, cómplices y prestanombres, y también se corrompieron y de igual manera se enriquecieron a la sombra del poder público.
La cadena de la corrupción resulta inverosímil, a tal grado que la ciudadanía ha llegado al hartazgo total y absoluto y cada vez que escucha hablar de los políticos le dan náuseas y vomita.