Luis Velázquez
Veracruz- 08 de marzo de 2019
UNO. Catálogo de ternuritas…
AMLO, el presidente de la república, ha creado y recreado un nuevo concepto filosófico. “Los ternuritas”, aquellos políticos que “se rasgan las vestiduras” proclamando “la honestidad valiente” en el tiempo de la república amorosa y la Cartilla Moral, camino, claro, a la Cuarta Transformación del País.
Y en Veracruz hay un catálogo de “ternuritas”… y que bien podría denominarse “El Grupo Ternurita”, a tono con los grupitos, hordas y tribus de la política.
Ternurita, por ejemplo, el diputado local, Érik Iván Aguilar López, diciendo que su homóloga, Jessica Ramírez Cisneros lo “utilizó” para desertar de la bancada de MORENA y crear otra bancada que durante ocho días se conoció como “Los Malenos” (José Magdaleno Rosales) y “antes de que el gallo cantara tres veces” los apretaron desde arriba y volvieron al redil.
Ternurita, por ejemplo, aumentar el presupuesto a la secretaría de Infraestructura y Obra Pública donde el tráfico de influencias y el conflicto de intereses alcanza “la plenitud del pinche poder” otorgando obra pública fast track, por dedazo, a los cuates, tipo Julen Rementería del Puerto con Pepe Mancha.
Ternurita, el gobernador quien asiste en el puerto jarocho, día de carnaval, al juego de béisbol, el deporte favorito de AMLO, ahora cuando el secretario General de Gobierno lo ha declarado “un gobernador beisbolero” y que, bueno, en el béisbol también se dan cabeceadas.
DOS. Demonios en palacio…
Ternuritas los funcionarios públicos y diputados locales metidos hasta el fondo en contra del Fiscal para su destitución y quedar convertidos, como dijo el líder de “Los Malenos”, en “el hazmerreír nacional”.
Ternurita, el diputado José Manuel Pozos Castro alardeando el “orgullo de mi nepotismo” (uno de sus hijos subsecretario de Finanzas y Planeación) y descubriendo que en el palacio del gobernador “hay demonios, traidores y desleales.
Ternurita, el secretario de Seguridad Pública, atrapado y sin salida culpando a los críticos, quizá también a la población, de que en la yunicidad y el duartazgo nunca levantaron la voz en contra para denunciar la inseguridad, pobrecito que vino de Monterrey sin documentarse.
Ternuritas, los titulares de la Contraloría, el ORFIS y la Fiscalía con sus códigos de ética donde prohíben a los hombres mirar con deseo sexual a las mujeres cuando hace más de dos mil años fueron conocidos los Diez Mandamientos.
TRES. “El Grupo Ternuritas”
El rey de “El Grupo Ternurita”, el jefe máximo, digamos, es el secretario General de Gobierno cuando en los días huracanados gritara al Fiscal que era “un vocero del mal, un pendejo y un inútil”.
Igual de Ternurita, la diputada local, ex panista Míriam Ferráez con el “Toque de queda” para evitar los feminicidios y en que en los últimos tres meses significa el asesinato de 42 mujeres.
Ternurita, el secretario de Salud dando manotazos a diestra y siniestra en contra de sus antecesores en la yunicidad, el duartazgo y el fidelato, reiterando “la crisis humanitaria de salud” que le dejaron para que así la población cibernética olvide para siempre su apodo en las redes sociales de “El besucón”.
Ternurita, ternurita, el diputado federal del PAN, Carlos Valenzuela, abanderando, ajá, las Estancias Infantiles porque AMLO está revisando los mecanismos de subsidio dado los negocios de particulares, creyendo que así se volverá más popular de cuando se inventó su fallido intento de secuestro una mañana al llevar a sus hijos a la escuela y que dada su habilidad librara con suerte y para fortuna de su familia.
El Grupo Político “Los ternuritas” ha nacido y florece en el Golfo de México.