Luis Velázquez
14 de diciembre de 2017
Uno. El Cartel del Congreso
Noé Zavaleta es corresponsal de Proceso en Veracruz y director del periódico digital, “Crónica de Xalapa”.
Inició en el periodismo como cronista deportivo, tardes y noches de beisbol y futbol.
Desde entonces, aprendió a capotear los días y las noches y sabe con maestría cabecear las circunstancias. Más aún, la piel se le endureció y nada lo frena, detiene, intimida, azuza.
Por eso, cuando en el Palacio Legislativo de Xalapa asiste a los debates y a las ruedes de prensa…
Y cuando, lógico en un reportero del semanario fundado por don Julio Scherer García, es un periodista incómodo para las elites políticas encumbradas en el poder efímero…
Y cuando, de pronto, zas, los apologistas mediáticos de uno que otro diputado se le van encima por preguntas filosas, pues así defienden el itacate y la torta…
El corresponsal de Proceso ha aprendido a torear, digamos, a lo que en el duartazgo fue bautizado por el gremio reporteril como “El Cartel del Palacio”, todos ellos fans de Javier Duarte “tirando su espada en prenda”… “a tiro por viaje”.
Pero como en Papantla hay un proverbio fuera de serie (“El que persevera mata venado”) y Noé se siente papanteco puro, entonces, y no obstante el rafagueo él se mantiene con firmeza en el periodismo que cree, ejerce y practica, sin que nadie, absolutamente nadie evidencia su honestidad.
Dos. Diputados se blindan
De acuerdo con un diputado local, los llamados “Conscriptos de la patria” en la Roma antigua llegan a la Legislatura con un par de objetivos.
A: para cabildear el cargo público siguiente.
B: por el billete fácil y que con vientos favorables se logra levantando la mano para aprobar las iniciativas de ley que convengan a los intereses patrimoniales y políticos de la cúpula en el poder transitorio.
Y C: para ver si en el camino, los diputados amarran buenas posiciones desde donde manejen el presupuesto, como el caso denunciado por Fernando Kuri Kuri de que entre ellos, y con la civilidad “democrática” por delante, se repartieron los recursos asignados a Comunicación Social favoreciendo cada legislador entre dos y tres medios favoritos.
Uno de ellos, y en el caso de Kuri Kuri, su periódico “El mañanero” editado en Oluta, en el polvoriento sur de Veracruz.
Tal cual, hay diputados que tienen su “Cartel del Palacio”.
Tres. “Amor con amor se paga”
Por ejemplo:
He Man Sergio Hernández Hernández, el hijo putativo del presidente del CDE del PAN, Pepe Mancha, coordinador de la bancada panista y jefe de la Junta de Coordinación Política por segunda ocasión, no obstante que por acuerdo político le correspondía a la bancada de Morena, dirigida por Amado Cruz Malpica, ex diputado federal, y el gurú pejista de Coatzacoalcos, alternando con Rocío Nahle.
Y, bueno, con tres cargos públicos, He Man dispone de un presupuesto fuera de serie para tener sus fans mediáticos que levantan un muro Donald Trump a su alrededor ante las preguntas incómodas de uno, dos, quizá tres diaristas.
Y cuando sucede, “El Cartel del Palacio” de inmediato le lanza otra pregunta para tronar y descarrilar la interrogante anterior.
Insólito, muchos, muchísimos echan montón al reportero incómodo.
En la misma tesitura, con su grupo privilegiado de tundeteclas (“Amor con amor se paga”) están las diputadas Mariana Dunyaska y Elisa Manterola, dueña con sus hermanos de estaciones radiofónicas en la zona de Martínez de la Torre, uno de sus hermanos, QEPD, subsecretario General de Gobierno que fuera en la yunicidad.
Ellas, igual que He Man, han construido un cerco periodístico a su alrededor que las tiene blindadas ante los solitarios reporteros críticos.
El diputado duartista, Vicente Benítez González, “El señor de las maletas voladoras”, “El profe de las tangas eróticas”, se mueve aparte y solo.
Y, bueno, su calidad humana quedó calibrada cuando dijo que en su agenda política en ningún momento estaba visitar a Javier Duarte en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Con todo y que lo ayudara más allá de la ignominia con cargos públicos y vientos favorables en materia económica.
Ahora, cacarea en la cancha política y mediática, al servicio de la yunicidad para el proyecto político familiar.
Cuatro. Matrimonio por conveniencia
Don Julio Scherer decía que entre los políticos y los magnates periodísticos y los reporteros y columnistas suele darse “un matrimonio por conveniencia”, donde las partes se utilizan, siempre atrás del billete.
Por eso, Javier Duarte tiró en el vacío más de trece mil millones de pesos para los medios en el viaje sexenal según ha documentado el gobernador Yunes.
Juan Luis Cebrián, el legendario fundador del periódico “El País”, de España, cuando era menor de treinta años de edad, dice que entre políticos y periodistas se da una relación de acercamientos y distanciamientos de acuerdo con los vientos que soplen.
Por eso, los diputados He Man Sergio Hernández, Mariana Dunyaska y Elisa Manterola, entre otros, solo aplican la verdad universal de Scherer y Cebrián, a tono, digamos, con la filosofía de Porfirio Díaz de que los reporteros han de “maicearse” para lograr incienso en el camino.
En Veracruz, todo indica, se ha ido más lejos, aun cuando a tono con la delincuencia organizada también hay “Carteles de Palacio”.
Noé Zavaleta es una lucecita en el largo y extenso túnel de la ignominia social.