Luis Velázquez
08 de mayo de 2018
UNO. Espejitos a la población
Hay una secretaría de Seguridad Pública en Veracruz.
Hay una Fiscalía General.
Hay una Fiscalía para Desaparecidos.
Hay una Policía Judicial.
Hay policías municipales.
Están creando el Mando Único.
Hay dos Alertas de Género.
Hay una Comisión de Justicia en la LXIV Legislatura.
Y hay un creciente, imparable feminicidio.
Y con todo, ahora el candidato del PAN, PRD y MC a gobernador ha sacado de “la manga de la camisa” la octava maravilla del mundo para, dice, prevenir los feminicidios.
Y es el Registro de Ofensores Sexuales y de Violencia contra la Mujer y que se fortalecerá con otro organismo que, anuncia, creará como gobernador sucesor de su padre, a saber, el Centro Estatal de Inteligencia contra el Crimen.
El infierno encima, ninguno de los 8 millones de habitantes de Veracruz necesita más organismos y más dependencias y más burocracia y más gasto público.
Simple y llanamente, las instituciones existentes han de aceitarse y revisarse y pulirse y volverse a pulir para funcionar.
En todo caso, una lupa para nombrar a los titulares, pues son ellos, los hombres y mujeres, los que han fallado y están fallando y seguirán fallando, a menos, que desde la cúpula del poder asesten el manotazo.
El candidato anda mal.
Están vendiendo espejitos a la población electoral.
Ni el feminicidio ni tampoco los homicidios y los secuestros y los desaparecidos se resolverán con más dependencias.
Claro, la maldición histórica está cayendo sobre Veracruz cuando se afirma que cuando se crean Comisiones de la Verdad significa que ninguna voluntad política existe para resolver los graves pendientes sociales.
DOS. Chorizos de siempre
El esquema del candidato panista para prevenir, ajá, los feminicidios y “cualquier tipo de violencia hacia” las mujeres es el siguiente:
“En este registro se recopilará toda la información relativa a las personas denunciadas o sentenciadas por delitos sexuales o contra las mujeres, para que de manera privada esté a disposición de las instituciones de seguridad y procuración de justicia”.
Tal cual, habrá “vigilancia especial en cualquier persona que haya cometido un acto violento contra una mujer de manera reiterada”.
Se ignora el nombre de los profetas y asesores del candidato para tan brillante idea y estrategia, pero si en tantos años de feminicidios en el país (parece recrudecidos con Vicente Fox y Felipe Calderón pues hasta libros han sido publicados y películas filmadas), el candidato la está pifiando con mejoralitos para un delito de lesa humanidad que nadie ha resuelto.
Incluso, una vez más se repite el mismo chorizo de integrar un archivo de los malquerientes, denunciados o sentenciados por delitos sexuales o contra las mujeres”, cuando, y por ejemplo, habría de remitirse a la filosofía política y social del secretario de Seguridad Pública de que la mayoría de feminicidios en Veracruz se debe a la violencia intrafamiliar.
Y es que de ser así, entonces, el “Registro de Ofensores Sexuales” propuesto por el candidato sería integrado, digamos, por todos y cada uno de los esposos y parejas y amantes denunciados por madrizas a sus mujeres para que si de nuevo las golpean se pueda, háganos favor, prevenir los feminicidios.
En la cancha azul están cayendo en simples ocurrencias para garantizar la seguridad en la vida de la población femenina de Veracruz.
Tal es la experiencia social del candidato que exportará el diseño municipal de Boca del Río a las doscientas once demarcaciones de la tierra jarocha.
TRES. Que ahora serán inteligentes…
Ene número de ocasiones, desde el poder federal han gritado “a los cuatro vientos” que la estrategia contra la delincuencia “recaerá más en el uso de inteligencia y de la más avanzada tecnología para prevenir y combatir los ilícitos”, de igual manera ahora con el candidato panista a la silla embrujada del palacio de Xalapa, y embrujada, como decía Eufemio Zapata, porque a todos, sin excepción, marea y hace levitar y mirar visiones y sentirse mesiánicos.
Y lo peor, con funestas consecuencias como el caso más dramático del país con Javier Duarte preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, más los treinta y tres duartistas internados en el penal de Pacho Viejo.
Es más, hasta podría escribirse que en nombre “de la inteligencia y de las más avanzada tecnología” (¡Oh, CISEN, Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional!) se han cometido muchos delitos.
La inteligencia llevada, pues, a la más alta dimensión humana, con todo y que carácter, temperamento, genes y vísceras aniquilan, matan por completo, a la inteligencia más incandescente.
Y más en un país y en todas y cada una de las entidades federativas donde el gobernante en turno acumula el más insólito y temerario poder político y poder público.
Y es que cuando un solo hombre ejerce el poder total y absoluto, la corrupción, ya lo dijo el clásico, se vuelve corrupción “total y absoluta”.
Además, claro, de que las pasiones desaforadas y los instintos se tragan por completo a la inteligencia más deslumbrante.
Y que no se atraviese una barbie porque, entonces, la fuerza del sexo arrasa a la inteligencia más sorprendente.
¡Vaya temeridad y “atole con el dedo” cacarear en el discurso electoral que “el uso de la inteligencia” será el factor clave para prevenir los feminicidios, y otros delitos, en el próximo sexenio!
CUATRO. ¡Vaya laboratorio de ideas!
“El cuarto de guerra” del candidato panista ha de revisarse.
Su “laboratorio de ideas” ha de sustituirse por otros.
Todo indica que en el tráfago electoral, nadie del cuartel panista, menos perredista, mucho menos del MC, se detiene a reflexionar con serenidad y profundidad.
La propuesta del candidato está girando alrededor, dando vueltas a tientas y locas, con puras ocurrencias, como el llamado “Registro de Ofensores Sexuales” y que en el terreno de los hechos es un simple archivo sicológico y fotográfico, digamos, como el álbum del recuerdo en las escuelas particulares.
O el álbum fotográfico que le tenían en Tabasco a Tomás Garrido Canabal con sus “Camisetas Rojas”, y/o que le llevaban a Joaquín “El chapo” Guzmán, con los cuatrocientos pistoleros a sus órdenes, miembros de su escolta personal.
Todo indica que la candidatura quedó demasiado larga.