Luis Velázquez
12 de junio de 2019 UNO. Juego sucio en el IVAI
Yolli García Álvarez es la presidenta del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información. IVAI, para ahorrarse palabritas. Fue encumbrada en el cargo en el mes de marzo del año 2014, luego de que fue consejera electoral y le tocó la elección de Javier Duarte como gobernador.
El IVAI fue, digamos, un premio, de igual manera como en su momento, Fidel Herrera Beltrán designó procurador de Justicia a Emeterio López Márquez, jefe máximo del Instituto Electoral Veracruzano cuando su elección, y por cierto, feligrés de “La luz del mundo”.
Yolli ha caminado con tres gobernadores, a saber, Javier Duarte, Miguel Ángel Yunes Linares y Cuitláhuac García.
Y “en la plenitud del pinche poder” tiene fama pública de archivar, bloquear quizá, descarrilar las solicitudes de información pública.
Bastaría referir que el activista Abiram Hernández Fernández, asesinado hace dos meses y medio un sábado en Xalapa, interpuso un montón de solicitudes al IVAI y nunca le fueron contestadas como tampoco suelen contestar los recursos de revisión.
Un IVAI, pues, al servicio de la elite política en turno.
DOS. El talón de Rocinante
Pero la presidenta sabe aprovechar el momento político y por ejemplo, ha dedicado su tiempo a viajar de norte a sur y de este a oeste del país y en algunos casos, al extranjero.
Se entendería, claro, que con cargo al erario público.
Y más ahora en el tiempo de la austeridad república que así la denominó AMLO y el tiempo de la pobreza franciscana que así la llamó el jefe de la Oficina de la Presidencia, el empresario Alfonso Romo.
En la bitácora de sus viajes, Yolli García tiene los siguientes, acompañada del comisionado José Rubén Mendoza Hernández:
Zacatecas, Ciudad de México, Coahuila, Tlaxcala, Guerrero, Jalisco, Baja California Sur, Hidalgo, Tabasco, Oaxaca, Guanajuato, Querétaro, Yucatán, Morelos, Sinaloa, Estado de México, Puebla, Tamaulipas, Durango, Quintana Roo y Chiapas.
Todos, entre los años 2017 y 2018.
El 17 de mayo de 2019 también viajó a Sevilla para asistir a un llamado Congreso Internacional, “Cuestiones actuales en materia de protección de datos” en la facultad de Derecho de la Universidad Pública.
Incluso hasta fue ponente, ajá.
TRES. Será asesora turística…
¡Bendito Dios los privilegios que el IVA ha dado a la presidenta!
Y más porque bien podría poner su experiencia, digamos, turística, al servicio de Cuitláhuac para ayudar a la secretaria Xóchitl Arbesú, quien cuando viajara a España para promover el turismo a Veracruz tuvo la ocurrencia de ponerse una botella en la cabeza y bailar “La bamba” para felicidad de los congresistas europeos.
Por desgracia, en el mes de marzo del año 2020 se le terminará su tiempo a la presidenta y su amplia experiencia adquirida, digamos, en el país para la transparencia de la información y la rendición de cuentas se habrá ido por la borda.
