Luis Velázquez
24 de marzo de 2018
UNO. “La ley de Herodes”
Las campañas electorales en Veracruz, igual que en el resto del país, se han calentado. Aquí, sin embargo, entraron ya a terreno escabroso. Y solo falta que las partes trepen al ring y se trencen a guamazos.
Por ejemplo:
El coordinador de MORENA, el sociólogo Manuel Huerta Ladrón de Guevara, prendió el fuego olímpico. Según él, “podrían” exigir a la FEPADE investigar al gobernador Yunes y a su coalición por “presuntos” vínculos con la delincuencia organizada.
En tanto, el presidente del CDE del PAN, el tuxpeño José de Jesús Mancha Alarcón, reviró diciendo que AMLO y MORENA “tendrían”, mejor dicho, tienen vínculos con la delincuencia organizada porque habilitaron al líder minero, Napoleón Gómez Urrutia, como candidato al senado, cuando está acusado de un fraude de 55 millones de pesos.
Y de inmediato, la coordinadora del MC, Rosario Quirasco Piña, acusó de “una irresponsabilidad social” a Manuel Huerta, y hasta recurrió a una analogía con un cuento de Philip K. Dick, en que condena a “los posibles delincuentes” antes de encarcelarlos.
Y es que cuando las partes se acusan de ligas y nexos con el narco significan palabras mayores.
Por menos, se mataban en la revolución.
Por menos, mucho menos, Damián Alcázar mata a un adversario político en la película “La ley de Herodes”.
DOS. “Ahí viene el lobo”
Durante muchos años, las elites priistas y panistas se la pasaron acusándose de ligas con Pancho Colorado y nunca, jamás, hubo denuncias penales concretas y específicas en la Procuraduría General de la República, PGR.
Hasta que un día, ni hablar, la vida es así, Pancho Colorado falleció en una cárcel de Estados Unidos, y en todo caso, se habría llevado grandes secretos.
Pero mientras, los políticos se acusaron de todo y sin medida, y en un momento dado hasta endilgaron el apodo del “Zeta 1” a Fidel Herrera Beltrán, beneficiado, además, se dijo, con dinero millonario en dólares para su campaña de candidato a gobernador en el año 2004.
Veracruz y el país conocieron ene número de fotografías donde Pancho Colorado aparecía en cabalgatas al lado de varios políticos.
Es más hasta trascendieron que Pancho había prestado su avión a la panista Josefina Vázquez Mota para su recorrido electoral en Veracruz.
Y nunca, jamás, de parte en parte ni la denuncia penal y, por el contrario, el descrédito mediático.
Ahora, don Manuel Huerta anuncia que los diputados federales de MORENA irían a la FEPADE (Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales) para denunciar “supuestos vínculos” de la yunicidad con los malandros, desesperados, dice, porque el candidato del PAN y PRD a la gubernatura se está desplomando.
Y en el caso, se está desplomando, sin que en ningún momento aportara, digamos, una encuesta confiable y acreditada, más que apostando a su palabra.
Además, y cuando hay un limbo electoral que en el caso de la candidatura a gobernador será levantado hasta el primero de mayo, pues la campaña será de 60 días, mayo y junio.
TRES. Puras amenazas mediáticas
El rafagueo mediático parece estar lleno de violencia verbal.
Ha de darse mesura y prudencia política. Y más, mucho más, en los partidos y sus líderes.
Ya de por sí, la violencia es un hecho cotidiano. Todos los días, ha dicho el arzobispo de Xalapa, una ejecución.
Las dos últimas mujeres asesinadas en Veracruz el domingo 18 de marzo en un bar de Coatzacoalcos. 15 disparos a una. Seis balazos a otra. Además, del tiro de gracia para cada una. Las dos, originarias de Villa Allende, en la margen derecha del río Coatzacoalcos, allí miso donde el 5 de febrero del año 2014 fue secuestrada, asesinado y sepultado en fosa clandestina el reportero Gregorio Jiménez de la Cruz, y que tantos dolores de cabeza significara para el duartazgo.
El asalto a los comensales de una taquería en Córdoba. El atraco a unos vecinos en un balneario de Córdoba. El asalto a la tienda Sears en el Centro Histórico del puerto jarocho.
Y todavía de ñapa, la violencia verbal.
Y como en el caso, cuando se habla de “presuntos vínculos” con la delincuencia organizada y de que los diputados de MORENA “podrían” interponer la denuncia en la FEPADE.
Podrían, podrían, podrían.
Tu calumnia que algo queda… constituye el estribillo más socorrido en la propaganda negra, pero mientras, los días se vuelven más revolcados y turbulentos, como una larga y extensa pesadilla sembrando el terror y el horror.
CUATRO. 35 candidatos asesinados
Hay fuerza letal policiaca contra los ciudadanos.
También fuerza letal en las redes sociales.
Y fuerza letal mediática.
Y la gran fuerza letal de la lengua en el café destrozando honras ajenas.
Se ignora el impacto social en el ánimo de la población electoral, pero todos los excesos son malos para la vida democrática.
Así, mientras un día el OPLE y el INE, por ejemplo, construyen la posibilidad democrática a través de los medios y cada partido y candidatos se expresan por el camino institucional, al otro día el viento huracanado arrasa con todo, soltando las versiones, así nomás, de narco/campañas.
Y más porque “en el río revuelto”, el asesinato de unos treinta y cinco candidatos a un cargo de elección popular acontecido en otras latitudes geográficas del país abona la incertidumbre y la zozobra en Veracruz.