Luis Velázquez
06 de mayo de 2019
UNO. Policías contra policías
En Minatitlán, la Guardia Nacional, GN, se estrenó así: el fin de semana, unos policías federales se vistieron de civiles y fueron a la cantina. De pronto, la euforia. Entonces, el encargado llamó a los policías de la secretaría de Seguridad Pública.
Llegaron. Y se armó la revoltura. Tiros contra tiros. Resultado: tres muertos, dos federales y uno estatal. Más heridos.
Desde el boletín cacarearon que los polis, todos, enfrentaron a malandros en una ciudad, como en el resto de Veracruz, donde los carteles disputan la jugosa plaza local.
Pero en el trascendido queda la otra cara de la realidad.
La GN enviada para restablecer la paz, refundida en un rincón del infierno como es Minatitlán, necesitaba ventilarse. La distracción terminó en un desaguisado.
Así, se honra a la Cuarta Transformación del País. La nueva Cartilla Moral. La república amorosa. La austeridad republicana. La pobreza franciscana.
Tan sencillo como a tono con la sobriedad, comprar unos botellitas y encerrarse en el cuarto del hotel o el departamento alquilado y echarse unos traguitos.
Nunca, claro, las copitas saben igual en la casa que en la cantina.
DOS. A punto de ser linchados oficiales de Migración
El mismo fin de semana, otro desaguisado.
Los migrantes de América Central se sublevaron.
Y los oficiales del Instituto de Migración en Villa Juanita, en el sur de Veracruz, a punto estuvieron de ser linchados, igual, igualito, digamos, que en Soledad Atzompa, donde los vecinos lincharon y quemaron vivos a 6 malandros, presuntos secuestradores de profesores.
Igual, igualito que en el Valle de Uxpanapa, donde una llamada guardia comunitaria detuvo a un hombre que baleara su esposa y lo lincharon.
Fue la madrugada del sábado 4 de mayo. Eran unos cien migrantes que armados con garrotes y piedras enfrentaron a los elementos de Migración luego del reporte de un choque entre civiles.
Golpearon a una decena de ellos. Y los oficiales terminaron en el hospital.
Todo Veracruz está conflagrado.
Por eso, quizá, una parte de la población sigue apostando a hacerse justicia por mano propia, como en el último caso ocurrido en el fraccionamiento Lomas de Río Medio IV de la ciudad de Veracruz donde los vecinos detuvieron a un ladrón, lo amarraron y a punto, a punto, a punto estuvieron de su linchamiento.
Por fortuna, acusado de asaltar a una mujer a quien robara el celular, lo entregaron a los patrulleros de la Policía Naval (Notiver, 5 de mayo, 2019).
TRES. Falló mística obradorista
Así caminan las horas y los días y las noches.
Cuando MORENA entrara al palacio de gobierno de Xalapa, los carteles ya estaban aquí.
Pero desde hace 5 meses aquí siguen porque han descubierto el paraíso terrenal.
Y aun cuando ya llegó la GN, los resultados obtenidos en la primera o segunda semana comisionados en el sur de Veracruz se vinieron al traste con el desaguisado en la cantina “La Bartina” de Minatitlán.
Más indicativo, porque fue en otra cantina, donde el dueño, un trasgénero, vendió primero droga para un cartel y luego para otro, lo que originara la masacre de Minatitlán con un saldo de trece muertos, entre ellos, un bebé de un año y 5 mujeres.
Ahora, otro antro originó el pleitecito entre los federales y los estatales.
Se confirma el dicho universal. Los hombres son los únicos que tropezamos varias veces con la misma piedra.
El obradorismo falló en su profecía cuando dijo que si el presidente de la república es un político honesto, por añadidura, todos lo serán.