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Escenarios: Políticos arrepentidos

El Piñero

 

 

Luis Velázquez

09 de enero de 2018

 

Uno. Tiempo del perdón

 

Se vive el tiempo del perdón, el tiempo del amor, sin caer, claro, en “la república amorosa” de AMLO.

“Veracruz, te quiero” sería la máxima filosófica como cuando Sócrates se topara con la filosofía bíblica de “Conócete a ti mismo” en el Templo de Delfos.

Algunos ejemplos:

Dante Delgado Rannauro, del Movimiento Ciudadano, perdona a Yunes padre y se une a Yunes hijo para ganar la silla embrujada de palacio.

Eva Felícitas Cadena, a tono con su segundo nombre, siembra la felicidad en la bancada legislativa de MORENA, perdona tantos agravios, pero deserta del partido de AMLO, perdonada por la PGR regresa al Congreso local y se afilia al PAN.

Miriam Judith González Sheridan, la otra diputada local de MORENA, perdona las injurias de Amado Cruz Malpica y Rocío Nahle, y migra al PANAL para convertirse en candidata a la gubernatura, la única mujer en la contienda.

En Nuevo León, los diputados locales del PRI y PAN perdonan a “El bronco” Jaime Rodríguez y avalan su permiso para lanzarse de candidato presidencial independiente, nomás para restar votos a Andrés Manuel López Obrador.

 

Dos. Tiempo de querernos todos

 

Bajo la enseñanza bíblica de que “de los arrepentidos se vale Dios”, el Yunes azul ha abierto la puerta y la compuerta y todos los duartistas y fidelistas pueden subirse al tren de la yunicidad, operar, claro, a favor del primogénito, evitar así dormir en el penal de Pacho Viejo, con la esperanza (gran virtud cristiana decía Albert Camus) que si el hijo gana la gubernatura, entoncesese mismo día estarán con él a su lado en el paraíso.

Perdonados han sido, por ejemplo, y al momento, Marcos Theurel Cotero, Érick Lagos Hernández, Jorge Carvallo Delfín, Adolfo Mota Hernández, Mario Zepahua Valencia, Ricardo García Guzmán,

Ricardo García Escalante, Juan Manuel Díez y Regina y Fabiola Vázquez Saut, entre tantos otros, digamos, las elites más connotadas.

Es, acuérdese el lector, tiempo del perdón, tiempo del amor. Tiempo, pues, de que todos nos queramos.

Tan es así que, por ejemplo, Luis Antonio Pérez Fraga, “El pollo” (“El pollo” también apodaban a Fernando Gutiérrez Barrios y a Gilberto Flores Muñoz), fue ratificado como presidente del Comité del Carnaval jarocho, vía el filósofo Enrique Ampudia Mello.

Es más, en el carril azul dicen que hasta “El chuletas” fue perdonado.

Solo falta que “El zopilote”, ex fidelista, exyunista y exfidelista otra vez, también lo sea.

 

Tres. Justicia, no venganza

 

Desde Veracruz para el mundo se está enviando el mensaje. Tiempo de amarnos todos, sin dudas ni miramientos.

Y, bueno, si hay nueve duartistas presos en el penal de Pacho Viejo (más tres que estuvieron) se trata (el Señor así lo enseñó) de justicia, simple y llanamente, justicia, en ningún momento venganza.

En el templo en Jerusalén, Jesús lanzó a los mercaderes a base de latigazos.

En el Gólgota, Jesús dijo a Barrabás, el ladrón bueno, que ese mismo día estaría a su lado en el paraíso.

Nunca Jesús deseó el mal para Judas, el apóstol que lo traicionara, aun cuando el mal karma le llegó solito y Judas se ahorcó de un árbol en el rancho que comprara con las treinta monedas, en tanto otros escribidores cuentan que se ahogó en un arroyito.

“¡Perdónalos, porque no saben lo que hacen” exclamó Jesús horas antes de morir.

Por eso, “en la noche tibia y callada de Veracruz”, oh Agustín Lara, el perdón a los políticos.

Y es que nada engrandece a un hombre encumbrado más que la magnanimidad.

 

Cuatro. “Los amorosos”

Tan intenso se vive el perdón que antes de romperse la cuerda hubo generosidad ilimitada.

Unos, por ejemplo, además del perdón, lograron candidaturas a diputados locales y federales.

Otros más, un cargo público en el gabinete legal y ampliado de la yunicidad.

Otros más, dinerito para vivir sin premuras.

Otros más, las tres cositas juntas y con intereses.

Y es que, bueno, AMLO puso el ejemplo.

El perdón a los carteles y cartelitos, pistoleros y sicarios.

El perdón para “la mafia en el poder”.

El perdón a los priistas y panistas y perredistas que se afilien a MORENA.

El perdón a los empresarios “de cuello blanco” para que nadie se asuste si llega a Los Pinos.

El colmo: Alfonso Durazo, quien fue secretario particular del panista Vicente Fox y publicara una carta a Fox, con copia a Marta Sahagún, evidenciando su frivolidad presidencial, ha sido premiado con la secretaría de Seguridad Pública nacional si “El peje” entra a Los Pinos, cuando, caray, Durazo sabe tanto de seguridad como Cuitláhuac García, “El Cui”, de energía nuclear.

Con todo, es “la república amorosa”.

“Los amorosos” intituló el poeta chiapaneco, Jaime Sabines, a uno de sus poemas inmortales, casi casi “Los miserables” de Víctor Hugo, y/o los “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez.

Amémonos todos.

Pero más aún, perdonemos “a los que nos ofenden”.

Las puertas del PAN y MORENA están abiertas. Y más vale lo más pronto posible, antes de que sea demasiado tarde…

 

 

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