Luis Velázquez
30 de marzo de 2019
UNO. Senadoras bragadas
Un trío de senadoras de la república, de MORENA, prestigian, más que a la república amorosa, a la Cartilla Moral, denominada así por decreto, con tanto cacareo que todos ellos se la creen.
- A) La senadora de Coahuila, Eva Galaz, quien defendiendo a un colega morenista llamó “retrasados mentales” a los reporteros de la fuente en el Congreso de la Unión.
Y, claro, sin remordimiento alguno. Tampoco, como se ha vuelto una costumbrita, les pidió perdón.
- B) La senadora Jesusa Lucía Trasviña, quien fúrica porque algunos de sus colegas de los partidos de oposición criticaron al presidente de la república, les llamó, igual que Paquita la del barrio, “ratas, traidores y sátrapas”.
Y, de ñapa, les lanzó la siguiente frase célebre como si fuera “su espada en prenda”:
“No les tengo miedo, cabrones”.
- C) La senadora de la Ciudad de México, Jesusa Rodríguez, cantando con su pareja musical una canción fuera de serie intitulada “El clítoris”, un poema de amor a la parte genital fémina.
Así, tal cual, juntas, y parafraseando al título del libro de Tatiana Clouthier, diputada federal, los morenistas están haciendo historia.
DOS. Una historia en Veracruz
Más historia, sin embargo, habrían creado en Veracruz el par de morenistas asesinados la tarde del 24 de marzo en Villa Azueta.
Uno de ellos, dueño de una estética en el pueblo, promotor de una de las 9 universidades Benito Juárez en Veracruz.
Y el otro, promotor de los programas sociales federales.
La primera versión fue que los mataron para robarles a ellos y a los clientes de la estética.
Horas, un día después, trascendió otra realidad:
Uno mató al otro. Eran pareja, en un tiempo cuando una diputada local de MORENA lanzó la iniciativa de ley para legalizar las bodas gay y de los 28 legisladores del Movimiento de Regeneración Nacional solo seis la secundaron.
El doble crimen, trascendió, primero, porque eran dos homicidios sumados a la lista de los 513 (quinientos trece) que iban para entonces.
Pero más aún, porque se trató, digamos, de una violencia intrafamiliar. Los celos, atravesados, todo porque uno de ellos coqueteaba con otro hombre.
Ni hablar, “¡la vida es así y qué le vamos a hacer!”.
TRES. Lenguaje coloquial que ofende
Las frasecitas, modos de pensar y actuar, del trío de senadoras de MORENA pudiera explicarse a partir del lenguaje popular del presidente de la república.
“Me canso, ganso”, la frase bíblica más famosa (popularizada por Tin Tan), a tal grado que el compositor y cantante de la canción “La mesa que más aplauda”…, la convirtió en una canción.
“Me colmaron el plato”, la otra frase de AMLO para referirse a los corruptos.
“Me patea el hígado”, una frase más para describir a los pillos “de cuello blanco”, pues “la mafia del poder” ya quedó atrás.
Se trata del lenguaje coloquial. Populista dirán otros.
Pero, bueno, llamar “retrasados mentales” a los reporteros y “sátrapas” a los senadores de oposición, significa que el más profundo, inalterable respeto (y civilidad) a las personas está violentado.
Todo, porque MORENA entró al Palacio Federal y al Congreso de la Unión con mayoría aplastante, además de ganar 5 gubernaturas y 17 Congresos locales y un montón de presidencias municipales.
Es el nuevo tiempo.
Y allá los ideólogos de MORENA si lo miran y aceptan sin interponer un manotazo, porque la población es como las mulas que cuando se hartan se detiene, se zangolotea y tira la carga y a la mitad del camino en la montaña, y a orilla del precipicio, se enmula.
Y en las urnas, la población marca la pauta electoral y elige el destino colectivo.