Con apenas 24 horas en el país como asilado político, Evo Morales recibió trato de visita de Estado, con condiciones de seguridad que ni siquiera el presidente Andrés Manuel López Obrador ha tenido, como el acompañamiento de exagentes de seguridad que en su momento protegieron a Enrique Peña Nieto cuando era mandatario.
La rígida protección a Morales, con más de una decena de guardias a su disposición, se contrapuso con la jornada de actos de alabanza que la élite morenista le organizó en el Museo de la Ciudad de México y en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento.
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Foto: Germán Espinosa. EL UNIVERSAL
El sencillo hombre de camisa y pantalón de mezclilla contrastó con los escoltas que lo rodeaban y el par de camionetas Suburban que se le asignaron, además de personal de apoyo a sus órdenes.
El camino de Evo a México
Luego de más de dos semanas de protestas en Bolivia, producto de un supuesto fraude electoral, perpetrado por el hoy expresidente, Evo Morales, el mandatario se vio obligado a renunciar a su cargo y salir de su país.
El líder indígena dimitió a su cargo tras recibir amenazas en su contra y producto de la creciente ola de violencia que, tanto él como su familia, recibieron durante los últimos días de las movilizaciones sociales, las cuales denunció en redes sociales cuando manifestantes entraron a robar a su casa e incendiaron el domicilio de su hermana.
Posteriormente, y luego de anunciar que repondría los comicios en los que había resultado victorioso, Evo Morales recibió un último golpe, éste proveniente desde las fuerzas armadas, quienes, representados por su comandante, Williams Kaliman, sugirieron que, para recuperar la calma de la nación, el mandatario debería renunciar.
Tomada la decisión, Evo se separó del cargo, lo que lo hizo acreedor de orden de aprehensión en su país, razón por la que se vio obligado a solicitar asilo político en México, mismo que le fue otorgado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ofreció una aéronave militar para transportar al exmandatario boliviano desde su país a territorio mexicano.
Su viaje transnacional tuvo una duración de más de 20 horas, esto debido a los trámites burocráticos que se tuvieron que hacer para sobrevolar el espacio aéreo de varios países sudamericanos, lo que ocasionó que Evo Morales llegara a México la mañana del martes.
Durante su arrivo, fue recibido por el canciller Marcelo Ebrard, quien aprovechó para informar que la manutención del expresidente boliviano correrá a cargo del gobierno de México.