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Estados Unidos en los tiempos de Carranza y en los de Peña Nieto

Staff El Piñero

VICENTE BELLO/TREN PARLAMENTARIO

México.- La Cámara de Diputados sesionó ayer, por primera vez en este periodo ordinario de sesiones de febrero-abril. Lo hizo remecida por ese remolino de acontecimientos históricos totalmente infaustos que se ha levantado sobre la República.

Las amenazas desquiciadas de Donald Trump sobre un México agobiado por la debilidad insultante de su Presidente. La actuación de un gobierno federal que clama por la unidad de los mexicanos al mismo tiempo que los agravia, como nunca antes, con el mega gasolinazo, derivado de una reforma energética inobjetablemente entregada a los intereses norteamericanos. La crisis de confianza de la población sobre Enrique Peña Nieto, cuyos niveles de aceptación están en los 11 puntos…, todo esto, y más, fue el contexto en que ayer los diputados se pusieron a comentar sobre los primeros 100 años de la Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos, un centenario que habrá de cumplirse el próximo día 5 de febrero de 2017.

Fue María Guadalupe Murguía Gutiérrez, diputada federal del Pan, quien hizo la conexión histórica más precisa de los tiempos del nacimiento de la Constitución mexicana con los tiempos de hoy, en los que México enfrenta –como hace exactamente 100 años- la vileza y la ruindad de los Estados Unidos de América.

Dijo: “Conmemorar la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es un acto trascendente para la nación. Sus postulados son la expresión de lo que nos define y nos identifica como pueblo. La Constitución de 1857, como un instrumento unificador, liberal y federalista, puso los cimientos de la nueva Constitución de 17.

“Carranza conocía perfectamente lo que los símbolos significan para la República, por eso hoy, en nuestras propias y retadoras circunstancias, vale la pena voltear la mirada hacia lo que don Venustiano Carranza pretendía conseguir en términos de reivindicaciones nacionales.

“En efecto, habían pasado solo 70 años desde la guerra contra el invasor estadounidense y la posterior suscripción del Tratado Guadalupe Hidalgo, ese que trajo como consecuencia la mutilación de nuestro territorio por mitad.

“Carranza se pronunció siempre en contra de cualquier colaboración con las potencias injerencistas. No aceptó apoyar a la Alemania del Káiser en la primera gran guerra (mundial);  pero tampoco escuchó al invasor norteamericano que en 1914 pretendía servirle en bandeja de plata el triunfo sobre el usurpador Victoriano Huerta.

“También estaba en su memoria el pacto de la embajada, con la participación del embajador norteamericano Henry Wilson; ese que le costó la vida al presidente Madero y al vicepresidente Pino Suárez”.

Y el apostille de la diputada Murguía: “Es en ese entorno histórico como debe leerse al Constituyente de 17 y a su obra, la Constitución de Querétaro, la primera Constitución social del mundo”.

Diputados de los siete grupos parlamentarios se posicionaron. Pero, junto con la panista, sólo los de Morena, Prd y Movimiento Ciudadano, llegaban a la tribuna con puntería de arquero, ante una realidad soslayada a priori por la clase política.

Rodrigo Abdalá Dartigues, de Morena, dijo en la tribuna: “Recordemos que hace 100 años y, gracias a nuestro texto constitucional –primigenio–, la propiedad exclusiva de la nación sobre sus recursos naturales era un hecho indiscutible, lo mismo que la propiedad y el usufructo social sobre la tierra. Qué mejor ejemplo que el ejido como institución y que la soberanía sobre nuestros recursos como baluarte de nuestro desarrollo y como la seña de identidad más importante de nuestra Carta Magna.

“Hoy nos ofende un muro; pero no nos ofende la pérdida de la renta petrolera y la pérdida de la soberanía energética a manos de compañías petroleras de Estados Unidos. Hoy nos agravian las amenazas sobre nuestros connacionales migrantes, pero no nos avergüenza –debiera decir no les avergüenza– haberlos despojado de sus tierras y haberlos orillado a buscar un horizonte distinto a la miseria a la que se les condena con esas reformas”.

Clemente Castañeda, del MC, dijo: “Hoy la sociedad mexicana está agraviada, quizá como nunca en la historia reciente de la democracia mexicana, la sociedad había manifestado un desencanto tan profunda con el desempeño de las instituciones y de la clase política.

“No estamos ante simples casos de desprestigio, producto de ciertas coyunturas, sino ante la frustración y la desesperanza de los ciudadanos. En la conmemoración de este centenario no podemos perder de vista ni olvidar que durante las últimas décadas la clase política, en muchas ocasiones ha dado la espalda al sentir de la población y a sus exigencias”.

Fue Agustín Basave quien habló por el perredismo: “Este gobierno ha incrementado la pobreza y la desigualdad, nos ha sumido en una corrupción rampante, ha disparado la deuda y devaluado el peso, ha sido incapaz de combatir eficazmente la violencia, ha propiciado la ingobernabilidad y ha arrojado un gasolinazo al pasto social seco.

“Y por si fuera poco, en un acto humillante en la misma residencia oficial del presidente, impulsó a la Presidencia de Estados Unidos, al hombre que hoy tiene en vilo al mundo y amenaza dañar gravemente a nuestro país. Un hombre a quien se enfrenta desde la carencia de sagacidad, de estrategia y de dignidad. Tenemos que revertir todo esto.

“La unidad nacional no se da por decreto y menos por un decreto sustentado en la postverdad y en la sumisión, se construye en torno a un proyecto de nación soberana, limpia y justa. La diferencia entre las naciones que se subliman y las que se hunden es el alcance de su visión”.

Donald Trump no deja de permanecer en el centro de México.

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