Los trayectos interminables en el transporte público, las largas jornadas laborales y la pereza que nos inspira realizar una actividad física son la causa de que permanezcamos sentados todo el día o muchas horas sin sospechar que esto podría atraer consecuencias mortales.
Esto porque, además de aumentar las posibilidades de sufrir un infarto, desarrollar diabetes y aumentar nuestro peso, acelera el envejecimiento celular a nivel biológico, así lo revela un estudio de la American Journal of Epidemiology.
Los investigadores de este estudio encontraron que los telómeros (la punta del ADN, el cual se achica con la edad), es más pequeño en el caso de las mujeres que pasan más de 10 horas sentadas. Esto se traduce en que si pasamos mucho tiempo sentados nuestras células serán 8 años más viejas.
Al no ejercitarnos, se reduce la movilidad de la cadera. Además, los glúteos y los músculos abdominales se debilitan, lo cual puede generar un problema llamado hiperlordosis, se cuerva de más el arco natural de la espalda.
Existe una posibilidad muy alta de que esto sea un factor de riesgo para desarrollar osteoporosis; es decir permanecer tanto tiempo sentados lleva a que nuestros husos se adelgacen.
¡Ojo! Si aún no estamos convencidos del riesgo que conlleva estar sentados todo el día, hay que tener presente que quienes ven televisión al día tienen un 61% más de probabilidades de morir que quienes poseen una vida más activa.
con información de salud180.com