Ciudad de México.- Para los pilotos de carreras, muchas veces la parte más difícil de su profesión no está al frente de un volante, sino detrás de un escritorio, donde se encuentran los directivos a los que hay que convencer con talento, pero también con patrocinadores que respalden su proyecto.
Mientras el mundo enfrenta la peor pandemia en 100 años, las escuderías de Fórmula Uno planean a quiénes les asignarán los asientos para el próximo año, cuando la máxima categoría deba sortear los desafíos económicos heredados por el Covid-19.
Por cada lugar disponible en la F1, hay varios pilotos aspirantes, cada uno con diferentes antecedentes y experiencia. El mexicano Esteban Gutiérrez se encuentra en este grupo. Guti tiene un tramo de ventaja al ser el volante de pruebas del equipo Mercedes, pero en estos tiempos de incertidumbre nada es garantía.
“Tengo como objetivo volver a ser piloto de una escudería de Fórmula Uno y si no, regresaré a Fórmula E [serial eléctrico]. Tengo puertas abiertas en las dos categorías. Hay mucho movimiento ahorita con la salida de Sebastian Vettel de Ferrari. Con eso se van a mover y acomodar muchas piezas de los pilotos”, declaró Esteban Gutiérrez.
La casa italiana dio a conocer que para sustituir a Vettel contrató al español Carlos Sainz. En este baile de sillas, el regiomontano espera quedarse con un asiento, como en 2013 y 2014, cuando manejó para Sauber, o en 2016 para Haas.
La experiencia de pilotar monoplazas de equipos limitados económicamente podría ser una ventaja para Gutiérrez, quien visualiza que al menos por dos o tres años, la Fórmula Uno será una categoría más austera por la crisis mundial causada por el coronavirus.
“La Fórmula Uno exige mucho económicamente. Se necesitan presupuesto altos para llegar a las innovaciones necesarias, pero pienso que en los siguientes años esto deberá reducirse y ocuparemos herramientas que no se tenían contempladas”, dijo Guti.
Con un calendario recortado por los Grandes Premios cancelados, el mexicano pronostica que los dueños del serial negociarán con los promotores los costos de las carreras, ya que es inviable que se celebren fines de semana de competencia a puerta cerrada, como pretenden varios gobiernos por sus regulaciones post Covid-19.
Con información de El Universal
