- Manchan a Joaquín Guzmán
Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz.- UNO. Pepe Mancha purificado
El PAN de Manuel Gómez Morín, que fue referido como el partido de los místicos por Adolfo Ruiz Cortines, ahora, y luego de dos presidencias de la república y más de diez gubernaturas, en Veracruz, los campesinos, mejor dicho, las mujeres campesinas están señalando el estercolero de cara a la elección del presidente del CDE.
Desde hace un ratito, por ejemplo, el presidente actual, Pepe Mancha, soñando con la reelección, aliado del senador Julen Rementería del Puerto, ha sido manchado por los beneficios económicos obtenidos en la yunicidad.
Por ejemplo, la concesión de obra pública con dedazo por Julen cuando despachaba como secretario de Infraestructura.
Incluso, tan duro fue el torpedeo que un día, por decreto Julen quiso purificar a Pepe Mancha reconociendo que, en efecto, le habían concesionado obra pública pero que todo estaba conforme a la ley.
Después, trascendió que el coordinador de la bancada panista en la LXIV Legislatura, He Man Sergio Hernández Hernández, también le había concedido jugoso convenio mensual para un portal noticioso que pudo a su nombre de su señora madre.
Y una vez más, Mancha fue desmanchado cuando He Man lo purificó por decreto, igual que Julen Rementería.
Para entonces, Mancha había mostrado el diente imponiendo a su esposa como diputada local pluri que tomará posesión el 4 de noviembre, además de imponer a He Man como legislador reelecto.
Además, de uno de sus primos es presidente municipal de Tuxpan.
Es decir, con todo y los hechos concretos y específicos, Mancha renunció a la presidencia del CDE del PAN para buscar la reelección y en lo que anda metido, aliado de Julen, quien senador de la
república, igual que en la dictadura priista, cree que la curul senatorial es boleta para amarrar la candidatura a gobernador de Veracruz en el año 2024.
DOS. Manchan a Joaquín Guzmán
En la cancha panista, el secretario de Desarrollo Agropecuario, Joaquín Guzmán Avilés, “El chapito”, también ha levantado la mano para la dirigencia estatal del partido azul, apoyado, entre otros, por su compadre amado, Germán Yescas, el mero mero del distrito de Santiago Tuxtla, gracias a quien la diputada local, la perredista Jazmín Copete, impuso, primero, a su hijo de alcalde y luego a su nuera de diputada local.
Guzmán Avilés, como se sabe, comparte el cacicazgo azul en el norte de Veracruz con el expriista y panista de todos los tiempos, su adversario y enemigo público número uno, Ricardo García Guzmán, quien impuso a un hijo de diputado federal y a otro hijo en la reelección de diputado local.
Ahora, el titular de la SEDARPA es acusado por la organización de mujeres campesinas, encabezada por Rosa Sánchez Ramírez, con influencia en la región de Atzalan, Misantla, Tenochtitlán y Martínez de la Torre, de desviar recursos públicos para las mujeres y los entregó a sus incondicionales a cambio de que lo apoyen para la dirigencia panista. (La Jornada Veracruz, Norma Trujillo, 26 de septiembre)
Desde luego, estamos en tiempo electoral partidista y el estercolero tirado en la cancha resulta, digamos, lógica y normal.
Pero si la dirigente de “Incorporación de la Mujer al Desarrollo” levantó la mano acusatoria, el panismo esperaría que tendría más que “los pelos de la burra en la mano, la burra completa”.
Además resulta lógico que tirios y troyanos aprieten el botón nuclear y, en todo caso, lo menos que Guzmán Avilés puede hacer es interponer una denuncia penal por daño moral en contra de la dirigente campesina…en caso de ser una falsaria.
TRES. Caballo negro del PAN
Falta, claro, que el clan Kennedy de Boca del Río, integrado por los Yunes azules, se defina sobre la nueva presidencia del CDE del PAN.
En un principio la tendencia era que el diputado federal, Carlos Valenzuela, el panista que anticipó con varios meses la derrota de Hillary Clinton a la presidencia de la Casa Blanca, daría el brinco a la dirigencia.
Pero Valenzuela, aquel que se inventó un secuestro cuando llevaba a sus hijos a la escuela primaria, ya fue premiado con la diputación federal por la vía pluri, es decir, sin hacer campaña, sin gastar un solo centavito y sin exponerse a una derrota.
Claro, si la yunicidad así lo tiene previsto, al ratito, conforme avance la jornada electoral partidista, bien podría reaparecer en el carril.
Entonces, ni hablar, la disputa yunista quedaría entre, digamos, Valenzuela y Pepe Mancha, a quien, además, le han brincado dos opositores.
Uno, su examigo y exsocio y excómplice en una compañía constructora de Víctor Serralde, tiempo aquel cuando la delegación federal de la secretaría de Desarrollo Social a cargo de Abel Cuevas, les otorgaba obra pública por dedazo en la construcción de los llamados Pisos Firmes.
Y el otro, el exregidor en el Ayuntamiento de Veracruz, Agustín Andrade Murga, quien también está soñando con la presidencia azul, famoso por cierto en la cancha política como golpeador de mujeres.
También hay por ahí el suspiro del ex diputado federal y ex presidente municipal de Boca del Río, Francisco Gutiérrez, pero, bueno, se trata de una vacilada, porque juega con las circunstancias y hasta admirador de Cuitláhuac García Jiménez, el góber electo de MORENA, ha resultado, igual que su padre cuando se convirtió como candidato del PAN a gobernador en un ferviente admirador de Miguel Alemán Velasco.
La cancha panista se está llenando de basura, en tanto el fallido candidato presidencial, Ricardo Anaya, el iluminado azul, ya anunció que se volverá maestro en la UNAM y en una universidad de Nueva York.
Así, tan cerca de México, pero tan lejos del PAN.
Nada fácil sería que Pepe Mancha también soñara con el 2024, con todo y su hoja manchada en el servicio partidista.
