Luis Velázquez | Expediente 2021
02 de agosto de 2021
Una vez más, el estercolero heredado por José de Jesús Mancha como presidente del CDE del PAN a Joaquín Guzmán Avilés expuesto en el palenque público.
Lo hizo el senador Julen Rementería.
“Joaquín recibió un comité directivo estatal con muchos pendientes financieros; el 58 por ciento del presupuesto se fue en pagar multitas; algunas deudas en cosas que simplemente se las dejaron comprometidas. Incluso, Guzmán Avilés se ha dedicado a limpiar la casa y a poner orden” dijo a Notiver.
Y, sin embargo, al momento, y cuando el PAN está de cara a la elección del nuevo liderazgo, incluida la reelección del cacique de Tantoyuca, resulta extraño y raro que nunca Pepe Mancha haya sido denunciado por la vía penal.
Más, mucho más, cuando el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, revelara que en su tiempo como presidente del CDE, Pepe Mancha se manchó tanto que, por ejemplo, fue beneficiado con casi mil millones de pesos de obra pública por dedazo desde la yunicidad.
Más cuando Mancha impuso a su esposa como diputada local.
Más cuando se lanzó como candidato panista a presidente municipal de Tuxpan y fue derrotado.
Está bien que Guzmán Avilés pudiera ganar indulgencias en el otro lado del charco a partir de que, digamos, perdonara a su antecesor.
Pero, bueno, en primer lugar, las prerrogativas de cada partido político son derivadas del presupuesto del gobierno del Estado, dinerito captado por los impuestos, y por añadidura, dinero público.
Segundo, si Mancha “ordeñó la vaca” y “metió la mano al cajón”, caray, en Baja California, el góber de la 4T creó y recreó una dependencia llamada la Secretaría de la Honestidad.
Tercero, con todo y el desorden de Mancha y el perdón, ahora está de vuelta en el palenque trabajando para destituir a Guzmán Avilés de su legítima aspiración a la que tiene derecho partidista como es la reelección.
RENDIR CUENTAS
En ningún momento se trata de un ajuste de cuentas entre las tribus partidistas.
Pero si un dirigente político araña las prerrogativas y trafica influencias y cae en un conflicto de intereses, entonces, justicia divina significa que el sucesor apriete tuercas para rendir cuentas.
Nadie dudaría que muchos meses después de contemplación mística sobre Mancha, Guzmán Avilés se irá al cielo “con todo y zapatos” como dicen en el rancho.
Pero al mismo tiempo, y dado que en el PAN, como en todos los partidos, manejan prerrogativas oficiales, corre el riesgo de convertirse en un cómplice de Mancha.
Según versiones, el CDE del PAN pule y sigue puliendo una posible denuncia penal.
Pero de igual manera han transcurrido muchos meses desde entonces.
Incluso, pasó la elección de presidentes municipales y diputados locales y federales.
Y en la puerta está la elección del nuevo comité directivo estatal del partido.
Y Mancha, intocable, como Remedios la bella en la novelística de Gabriel García Márquez que cuando tendía ropa en el patio de la casa voló al cielo con todo y la ropa interior y los zapatos y el vestido.
Quizá la filosofía política de Guzmán Avilés se deba a lo que años anteriores Miguel Ángel Yunes Linares contaba sobre los caciques buenos, que también hay malos, refiriéndose a la experiencia y vivencia de don Rafael Hernández Ochoa.
Así, Yunes clasificaba al cacique de Tantoyuca como un cacique bueno, generoso y solidario.
Tan generoso que cuando Yunes lo envió de secretario de Desarrollo Agropecuario en vez de la secretaría General de Gobierno con la que soñaba y hasta le redujo el presupuesto anual a la SEDARPA, El Chapito “aguantó vara”, quedó callado y se puso a trabajar.
De místicos y terrenales, el mundo está necesitado, pero otra cosita es el desorden económico y financiero que Mancha dejó en el CDE.
LA RAPIÑA TOTAL
La militancia panista espera un manotazo de El Chapito.
Más, porque llegó a tanto la ambición descarrilada de Mancha que, entre otras cositas, y además, impuso a su favorito, Sergio Hernández, He Man, como diputado local y como titular de la Junta de Coordinación Política del Congreso en la yunicidad, y desde allí siguió “ordeñando la vaca”.
Por ejemplo, con aquellos tres periódicos digitales a nombre de su señora madre, a quien metió en los enjuagues para recibir el dinerito mensual del convenio mediático.
De hecho y derecho, la rapiña total. Sin escrúpulos ni rubor.
Por eso, está canijo que tanto daño causó al erario que nunca Guzmán Avilés ha procedido en su contra.
Más cuando como él mismo dice, El chapito nunca ha necesitado “ordeñar la vaca” porque es un hombre millonario.
Es más, con su trabajo público podría repetirse la frase popular a propósito de Venustiano Carranza, de que “el viejo no roba, pero deja robar”.