La primera vez que tomé anticonceptivos tenía mucho miedo de sufrir los efectos secundarios que leí en la cajita, ya había investigado al respecto, pero uno nunca sabe si seremos parte de esa baja probabilidad de que algo pueda salir mal. Lo más sencillo era utilizar preservativo, pero también quería experimentar de otra manera mi sexualidad sin correr riesgo de embarazarme cuando no estaba en mis planes convertirme en la próxima estrella del Sixteen and Pregnant.
Investigué todo lo que pude en internet, desde cuántos tipos de anticonceptivos existen, cuáles son los más utilizados, si hay algunos mejores que otros, cuáles son los grados de eficacia, en fin, quedé impresionada de las diversas opciones que tenemos para cuidarnos, como el DIU, las inyecciones, las píldoras, el implante, el parche, el anillo vaginal, entre otros. En ese momento no lo había pensado, pero ahora me doy cuenta que nadie te dice lo más importante que es lo que pasa en tu cuerpo cuando comienzas a usar anticonceptivos.
Algunos anticonceptivos contienen estrógeno y progesterona, estas hormonas impiden la ovulación, modifican la mucosa del cuello uterino, y bueno, es casi imposible que puedas embarazarte (aunque siempre hay un margen de error). De acuerdo con MedlinePlus, una vez que dejas de tomar los anticonceptivos nuestro cuerpo reaccionará a la falta de hormonas y es probable que presentemos los efectos secundarios:
Aumento de peso: cada cuerpo es diferente, en algunos casos sí se da una retención de líquidos que te hace subir de peso
Brotes de acné: hormonas como prostágeno y progestina aumentan los índices de grasa en la piel; mediante la activación de los aceites en la piel es muy probable que te salga acné
Los senos pueden aumentar o disminuir de tamaño
Tiroides: los cambios hormonales la pueden afectar
Cólicos menstruales intensos
Flujo más abundante
Aumento de deseo sexual
Con información de salud180.com