•Van con Yunes Jr. o cárcel
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: La guillotina fue afilada en el último tramo del año anterior. El Orfis, Organo de Fiscalización Superior, habló, luego de tantos años de silencio cómplice en el duartazgo. Y como estilo personal de gobernar en la yunicidad apostó al terrorismo. El calambre. Tener y traer azorrillados a los ex presidentes municipales de cara a la elección de diputados locales y federales, senadores de la república, gobernador de seis años y presidente de la república.
El que se mueva tomando partido por un candidato a la silla embrujada del palacio que no sea Miguel Ángel Yunes Márquez sabe que los dados están cruzados. El penal de Pacho Viejo lo esperará.
Más les vale, entonces, agazaparse, y/o como tanta repitiera Fidel Herrera Beltrán, hora de sumirse y hasta de sumarse.
En todo caso, momento, pues, de vivir los días y las noches con el más bajo perfil luego de las pasiones políticas desaforadas, quizá en su nueva chamba, acaso en el ejercicio de su profesión, incluso, migrando a otras latitudes geográficas, por ejemplo, la Ciudad de México, la metrópoli más grande del planeta, para perderse en la multitud y el anonimato.
Y más, mucho más, si escucharon el cántico de las sirenas de Ulises camino a Itaca y ni modo, “ordeñaron la vaca”.
Peor tantito:
Si algún ex alcalde toma partido, digamos, por Cuitláhuac García Jiménez, el candidato de AMLO y MORENA a la gubernatura, y/o por Pepe Yunes Zorrilla, el abanderado tricolor, entonces, el ORFIS los perseguirá (también la Comisión de Vigilancia del Congreso) hasta por la compra ilícita, por ejemplo, de un cuaderno escolar, una silla para la oficina, un garrafón con agua para el consumo burocrático, un clip.
Bastaría recordar que la yunicidad trae acalambrados a los duartistas, luego de que en el penal de Pacho Viejo tiene a nueve presos, once si se consideran a Flavino Ríos Alvarado, el gobernador de 40 días, huésped unos días en el reclusorio central, y a César del Ángel, el mítico líder de los 400 Pueblos, cuyas huestes ahora ni protestan en las calles de Xalapa ni tampoco se desnudan.
Y lo peor: César del Ángel (tan bragado, tan peleador callejero, ex preso político de Luis Echeverría Álvarez en el legendario penal de Lecumberri por la masacre de copreos en Acapulco) enviando cartitas a Miguel Ángel Yunes Linares solicitando el perdón para irse a su casa.
PASAMANOS: El ORFIS de la gran revelación azul, Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, lanzó rayos y centellas contra los ex alcaldes y en los últimos días del mandato constitucional les leyó la cartilla (Édgar Ávila, El Universal):
Uno. De los 212 alcaldes… 122 salieron con observaciones.
Dos. El (presunto) desvío de recursos… llega a 718 millones 497 mil pesos.
Tres. En esos “122 municipios detectaron las siguientes irregularidades que llevan a un daño patrimonial a las arcas oficiales, entre otros rubros:
A. Anticipos a sueldos y salarios.
B. Anticipos de obra pública no amortizados y/o recuperados.
C. Traspasos de recursos entre fondos no reintegrados a sus cuentas bancarias de origen.
D. Saldos de deudores diversos cancelados sin evidencia documental.
E. Erogaciones sin comprobación documental.
F. Erogaciones y/o donativos sin evidencia de que hayan sido documentados.
Y G: Donativos inexistentes.
Los ciento veintidós ex alcaldes y su equipo de confianza (el secretario del Ayuntamiento, el secretario o director de Obra Pública, el tesorero municipal, algún edil, etcétera) están avisados.
De por medio está ganar la gubernatura para el primogénito del gobernador.
Pese a quien le pese. Se encabrite quien se encabrite.
CASCAJO: Algunos ex ediles “se curarán en salud” y declararán ángeles de la pureza.
Cierto.
Pero así como los diputados Regina Vázquez Saut y Basilio Picazo (del PRI) y Sebastián Reyes (de MORENA) fueron convencidos de brincar al partido Acción Nacional…
Y así como el diputado federal, uno de los más duartistas, Jorge Alejandro Carvallo Delfín (“El hijo más ruin que he tenido” según dice su padre), enriquecido a la sombra y el cobijo de Javier Duarte, convenció al líder del a UGOCP, Héctor Montes Parra, hijo de Margarito Montes Parra, de pintar la UGOCP de color azul…
Y así como Joaquín Caballero Rosiñol, ex alcalde de Coatzacoalcos, se ha vuelto uno de los más encendidos yunistas de todos los tiempos…
Y de igual manera como Ramón Poo Gil, ex alcalde de Veracruz, quedó convencido de que el destino social de Veracruz está en la monarquía sexenal…
Y así como Manuel Rosendo Pelayo, de San Andrés Tuxtla, “se tiró al piso” del gobernador Yunes…
Y así como Marina Garay, de San Andrés Tuxtla, con su hijo, el presidente municipal en funciones, trabajan ya, ya, ya para la yunicidad 2018…
Y así como el cacique de la montaña negra de Zongolica, Mario Zepahua, mudó como el Gregorio Samsa de Franz Kafka en un insecto volador del PAN…
Y como también el cacique huasteco, Ricardo García Guzmán, resulto más panista que el cacique de Tantoyuca, Joaquín “El chapito” Guzmán Avilés, dueño con sus hermanos de los cargos públicos en el pueblo…
Y así como todos ellos abrazaron la causa azul antes, mucho antes de que la guillotina les caiga, el mismo riesgo correrán los ex presidentes municipales que operen a favor de MORENA o del PRI.
Peor tantito les irá, claro, si el diputado federal, Javier Herrera Borunda, el hijo de Fidel Herrera Beltrán, levanta la mano para la candidatura al Senado, y ellos lo apoyan para, digamos, pagar pendientes políticos, sociales y económicos.
Joseph Fouché decía que está bien que los grupos políticos respeten a los jefes tribales de la política.
Pero al mismo tiempo advertía que más, mucho más efectivo es que los grupos y el pueblo tengan miedo, pavor, terror, al jefe máximo.
Y más si te fregaste, aunque sea, un peso del erario, pues únicamente el Orfis y la Comisión de Vigilancia de la LXIV Legislatura aplicaría la máxima del dictador Porfirio Díaz al gobernador Luis Mier y Terán de “¡Mátalos en caliente y luego averiguamos!”.
El gobernador Yunes, que nadie lo olvide, es un experto en terrorismo político.
Y muchísimo más lo será este año cuando jugará la batalla estelar de toda su vida pública.
Los exalcaldes y su gente se disciplinan o enfrentarán el infierno.