Luis Velázquez
Veracruz.- Si en el duartazgo, los viejitos pensionados fueron humillados y vejados con el pago a destiempo y con cheques de hule, sin fondos…
Y si en el duartazgo fueron, incluso, hasta golpeados en la plaza Lerdo como parte de una política represora…
Ahora, en la Yunicidad, la xenofobia en contra de los maestros de la tercera edad continúa.
La mañana del lunes 23, por ejemplo, la profesora María de los Ángeles Linares Santos, con 30 años de servicio en Coatzacoalcos, se encadenó al portón de la escuela primaria, Constitución.
Y se encadenó, exigiendo su reinstalación, luego de que un juez federal lo ordenara, pues fue intrigada por sus jefes para quedarse con su plaza.
La supervisora escolar de la Zona 192, María de la Luz López Gómez, se escondió.
El jefe de sector, Nazario Santiago López, también se agazapó.
Y el delegado de la SEV en Coatzacoalcos, ni sus luces.
Según sus jefes, los padres de familia la acusaron de maltratos a los niños y la despidieron.
Entonces, interpuso una demanda ante juez federal que ganó y ha de ser reinstalada (La Jornada Veracruz, Sayda Chiñas).
Pero todos se hicieron “ojo de hormiga”.
Ahora, la maestra seguirá en pie de lucha, porque el trabajo en la SEV constituye su único patrimonio de vida, luego de treinta años.
Su impotencia ante la injusticia y ante el complot de sus jefes se tradujo en su encadenamiento al portón de la escuela ubicada en la colonia “Esfuerzo de los Hermanos del Trabajo”.
Y aun cuando el nombre de la primaria encierra un significado universal, tono socialista, el paraíso de la justicia laboral, la utopía de la igualdad, ella ha descubierto, mejor dicho, confirmado que en la SEV existe una mafia, integrada por la supervisora, el jefe de sector y el delegado.
Y sin duda, de algunos jefes de la misma secretaría de Educación a cargo del pedagogo Enrique Pérez Rodríguez, ex director de Prevención Social en el Foxismo, tiempo aquel cuando Joaquín “El chapo” Guzmán descubriera que la mejor readaptación penitenciara consiste en fugarse de las cárceles de alta seguridad.
LA MAESTRA SERÁ ACUSADA DE TERRORISMO
La profe María de los Ángeles Linares Santos cursó oficio a la SEV en su sede de Xalapa.
Y la respuesta fue el silencio. Y el silencio dio paso a la injusticia en Coatzacoalcos.
Ahora sólo falta que después de Topacio y los indígenas de Soledad Atzompa y los saqueadores del gasolinazo, la maestra también sea acusada de terrorismo, motín, asonada y cuartelazo y le levanten un acta judicial por haberse encadenado y crear y recrear imágenes de horror para los niños.
Y más, cuando, y por ejemplo, en otras regiones de Veracruz, los profes también se han alborotado.
En Jilotepec, maestros y padres de familia de la escuela primaria, José María Morelos y Pavón, se plantaron para exigir maestros para los grados de primero y quinto, luego de once oficios entregados a la SEV en los 57 días de la Yunicidad.
Y en Xalapa, donde el Sindicato de Trabajadores al Servicio de la Universidad Veracruzana, se organizan para una marcha por la indiferencia con que la rectora, Sara Ladrón de Guevara, los trata en el caso de la revisión salarial y por tanto, amenazan con una huelga general.
Quizá, claro, la SEV estará más ocupada con revisar el caso de la dirigente de la COBAEV, líder de la CNOP y senadora suplente, Érika Ayala Ríos, a quien “le mueven el piso” porque durante los últimos tres años ha cobrado un salario mensual de 32 mil 500 pesos violentando la reforma educativa aprobada en 2013 de que ningún maestro comisionado en un sindicato podrá cobrar su salario (Ibídem).
Y Érika Ayala, con la bendición de Javier Duarte, lo estuvo cobrando como profesora Titular “C” de Tiempo Completo.
DUARTAZGO SIN DUARTE
Conmueve y estremece el caso de la profe de Coatzacoalcos quien luego de 30 años de trabajo necesitara encadenarse para salvaguardar sus legítimos derechos laborales, sindicales y humanos.
Si el duartazgo es acusado, entre tantas otras pillerías, de delitos de lesa humanidad con la estafa médica a los niños con cáncer y las medicinas clonadas, el caso de la maestra se incluye en el catálogo de los derechos humanos.
Y ni modo de quejarse en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pues a la titular, Namiko Matsumoto, le vale con sus 140 mil pesos de aguinaldo que recibiera.
Según versiones, el titular de la SEV sigue creyendo que está manejando presos, y reos de alta peligrosidad como en los penales que dirigiera con el resultado conocido por todos, y trata con despotismo autoritario a los subordinados, así sean maestros, académicos, políticos o secretarias.
Incluso, dueño que se cree de la SEV como si fuera, digamos, su hacienda porfirista, le ha dado por amenazar a los demás con el despido en caso de un error.
Además, y como está encargado de la operación política para que la Yunicidad se prolongue hasta el año 2024, entonces, el caso de la profe encadenada en Coatzacoalcos le vale.
Y también le vale al Oficial Mayor, Abel Cuevas Melo, quien luego de trabajar en la oficina presidencial de Vicente Fox Quesada, se siente desperdiciado y sueña, como un gran escape, con la Senaduría.
He ahí la nueva generación política en el gobierno del estado. Igual que los anteriores. O peor.