Luis Velázquez
04 de diciembre de 2017
El vocero azul, Elías Assad Danini, fiel a sus orígenes, ha establecido un parteaguas en la política de comunicación social de la vida pública. Ninguno como él “ha barrido para atrás” y exhibido en el tendedero a los magnates periodísticos. Quizá el único antecedente es Miguel Alemán Velasco quien encarceló a su jefe de prensa, Sabás Huesca, en el penal de Pacho Viejo.
Pero de allí hacia atrás, ninguno otro. Y lo más, en el tiempo huracanado de la yunicidad, su antecesora, Gina Domínguez, desde la cárcel ha despotricado en contra de su homólogo, Alberto Silva Ramos. El, aseguró, desvió más de dos mil millones de pesos. Ella, claro, impoluta.
Por un lado, entonces, exhibió a los magnates revelando el dinerito millonario que Javier Duarte les asignó para que “hablaran bonito”. Y por el otro, cumple “al pie de la letra” con la sentencia huracanada de su jefe. “Ni un quinto para los medios” y “los medios han de aprender a vivir de sus medios”.
Tan es así que un año después, varios, muchos digamos, han cerrado, y otros, han enflacado en contenidos y despedido personal.
Peor tantito, al momento hay medios donde pagan la quincena con varios días de retraso a los trabajadores, incluidas las secretarias.
Queda por definir si la filosofía comunicativa del gobernador Yunes, aplicada con firmeza por su vocero (vocero que también fue del primogénito) sería aplicada si Miguel Ángel Yunes Márquez, destapado ya por Pepe Mancha como el único candidato a la silla embrujada, gana en las urnas y copiará el modelo.
De ser así, la prensa escrita, hablada y digital en Veracruz reproducirá el tiempo de los dinosaurios y sólo existirán en la leyenda urbana.
El museo los esperaría.
“NO TIENEN LLENADERA”
Ya de por sí la mitad de la población y la otra mitad sabe que los medios, primero, “no tienen llenadera”, y segundo, ninguno, absolutamente ninguno resiste una auditoría en la circulación ni en el rating.
La prensa escrita, por ejemplo, cada día recibe como devolución entre el 70 y el 80 por ciento del tiraje, y sólo la reparten, de gratis, en las oficinas públicas y en una que otra casa de uno que otro funcionario público para, digamos, tener presencia.
Y en el caso de la prensa hablada, por aquí empiezan los noticieros el receptor cambio de canal y de estación.
Y la prensa digital, bueno, está feliz porque tiene cibernautas en Asia y África y en Veracruz están para llorar.
Por eso, la decisión azul de la austeridad republicana con los medios ha sido catastrófica.
Y más porque con los más de trece mil millones de pesos que Javier Duarte (dato de Elías Assad) repartiera a los medios en seis años, todos perdieron la pluralidad y la libertad tan consabida, como la describiera el vocero yunista cuando en la LXIV Legislatura confiara sus días y noches adversos tocando puertas y todos, sin excepción, lo enviaron “por un tubo” porque se enojaban Javier Duarte, Gina Domínguez y Alberto Silva si vendían espacios a la oposición panista.
“FLOR DE UN DÍA”…
Un año después ha de calibrarse si la renovación moral de la yunicidad para la transparencia y la rendición de cuentas y el combate a la corrupción y el fin de la impunidad de los políticos pillos y ladrones y “los medios succionadores” trascenderá más allá del bienio azul o será, oh ruindad social y ética, “flor de un día”.
El ciudadano esperaría que con esta cruzada moral alumbrará el nuevo periodismo y el hombre nuevo de Veracruz, digamos, como el periodismo del Porfirismo y la Reforma, cuando aquellos periodistas (Francisco Zarco, Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano, Ricardo Flores Magón, Manuel Payno, etcétera) “eran hombres, pero parecían gigantes”. (Daniel Cosío Villegas)
Y cuando, además, el apóstol Francisco I. Madero cerró la llave porfirista a los medios y se vivió a plenitud el tiempo total y absoluto de la libertad de expresión.
Lo peor: el barco azul se ha lanzado a esta resistencia pacífica para crear y recrear el hombre nuevo, pero sería terrible que un yunista fuera atrapado en la corrupción, digamos, por el PRI y MORENA, porque entonces, el proyecto político familiar descarrilaría por completo.
EL PEOR DE LOS MUNDOS…
Hay una transición mundial de los medios. Los grandes diarios, por ejemplo, son desplazados por el Internet.
Pero con todo, y más allá del efecto real de las redes sociales, el Periscope y el Facebook Live, todos, sin excepción, necesitan ingresos frescos, constantes y sonantes, y si la yunicidad se mantiene con su política de “ni un quinto para los medios”, entonces, el peor de los mundos, pues ni mudando al espacio cibernético sobrevivirán.
Cada magnate periodístico está atrás de sus ambiciones personales y familiares.
Y la utopía del vocero Elías Assad de una prensa libre, independiente y autónoma, y que es preconizada por el jefe de la revolución azul, pareciera estar condenada a descuartizarse en la realidad.
Cada sexenio (en el caso, un bienio), Veracruz, como el país, se reinventa.
Y aun cuando ningún magnate mediático esperaba la firmeza de Yunes ante los medios de conservarse en la raya, pues sin ellos derrotó al PRI y MORENA en las urnas el año pasado, es la hora de aprender la lección y dejar de ser como decía el fogoso, gente “sin llenadera”.
Elías Assad desafió a los empresarios periodísticos y los exhibió en sus grandes debilidades y la población supo los grandes privilegios que los políticos en turno les han dispensado.