Luis Velázquez
25 de octubre de 2017
A las empresas fantasmas de Javier Duarte le están saliendo muchos tentáculos. Y uno de ellos, tiene a una parte de los notarios públicos de Veracruz “en el ojo del huracán”.
La Fiscalía azul es la encargada de la guillotina. Incluso, el Fiscal hasta contrató a un abogado argentino, Gabriel Andrés Cámpoli, adscrito a Investigaciones Ministeriales, para sembrar, implacable e impecable, el terror entre los notarios.
Quizá el objetivo se reduzca sólo a tenerlos acalambrados. Acaso, llegue más allá, por ejemplo, para doblarlos y quitarles la notaría.
El caso es que en los días polvorientos que corren, de acuerdo con las versiones, los agentes ministeriales llegaron a Soledad de Doblado, treparon a la notaria Valentina, madre del notario Valente Marín, a una camioneta con destino a Xalapa y en el camino se les desmayó, y ni hablar, dieron marcha atrás.
Los días oscuros y negros llega a tanto que, por ejemplo, el notario Alejandro Hernández Gallardo, quien fue secretario particular de Agustín Acosta Lagunes en el sexenio 1980/1986, beneficiado por dedazo con la notaría, compareció por su propia voluntad en la Fiscalía por si lo tienen en la mira.
12 NOTARIOS EN LA MIRA
Según las versiones, el Fiscal argentino ordenó investigar a doce notarios antes, mucho antes de citarlos, como lo establece la ley.
Y por eso mismo, el calambre fue mayor.
Por lo pronto, el notario Gabriel Alejandro Cruz Maraboto ya fue citado y en la lista negra tendrían el oficio listo para citar a Israel Ramos Monge, hijo de Raúl Ramos Vicarte, ex presidente municipal de Boca del Río, ex subsecretario General de Gobierno, ex presidente del CDE del PRI, y secretario particular que fue de Carlos Brito Gómez en el sexenio de Rafael Hernández Ochoa, tiempo cuando Brito peleara con Miguel Ángel Yunes Linares, pues cada uno formaba parte de un equipo diferente.
EL FISCAL, ATRÁS DE LA SEGOB
El fin de semana, el presidente del Colegio de Notarios Públicos se reunió con el Fiscal Jorge Wínckler para, digamos, determinar el siguiente paso y decidir si arman una contraofensiva.
Se entendería que el calambre de la Fiscalía es para que los notarios declaren en calidad de testigos en el caso de las empresas fantasmas.
Y más, por lo siguiente:
De acuerdo con la ley, un notario sirve para dar validez a una empresa, cualesquiera sea, pero del uso posterior, lícito o ilícito, negocios transparentes o ligados a trastupijes, en ningún momento es responsable.
Pero como al Fiscal le sobra demasiada energía y todavía le queda tiempo para hacer paella para compartir con los amigos y hacer ejercicio en un gimnasio de Xalapa, donde tres, cuatro camionetas con cuatro, cinco, seis escoltas cada una lo cuidan mientras se ejercita para reciclarse, entonces, tiene abiertos varios frentes.
Y más, porque continúa soñando con lograr su aspiración más ambiciosa como es brincar de la Fiscalía a la secretaría General de Gobierno, ahora cuando, todo indica, el titular, el perredista Rogelio Franco Castán, busca la candidatura de la alianza PRD y PAN al Senado de la República.
Y como el mejor yunista es aquel que acalambra al mayor número de políticos duartistas y a quienes en el sexenio anterior fueron beneficiados con privilegios y canonjías, entonces, el Fiscal, notario al fin, quiere aterrorizar a sus colegas.
Por fortuna, el rey de los notarios de Veracruz, Leopoldo Domínguez Armengol, secretario de Turismo, se entretiene creando más pueblos mágicos (igual que Harry Grappa) y rompiendo más el récords Guinness, y se mantiene alejado de las cosas del gremio.
LOS DOCE APÓSTOLES DEL FISCAL
En la carpeta de investigación C. I./FGE/FIM/CI/244/2017, el Fiscal argentino tiene los nombres de doce notarios (los doce apóstoles de Jorge Wínckler) para fastidiarles la vida en los días que corren, tomando como pretexto las empresas fantasmas de Javier Duarte y que siguen apareciendo, como el caso de las que también fueron creadas por Alberto Silva Ramos como el vocero oficial, y en donde ubicó domicilios de tales consorcios hasta en lotes baldíos y en casitas de cartón en colonias populares.
Ya se conocerá el desenlace. Pero el experto malqueriente siente que otro objetivo del calambre a los notarios es de cara a la elección de diputados locales y federales, senadores, gobernador de 6 años y presidente de la república que se dará el año entrante y en donde los notarios suelen dar fe de la legalidad, digamos, democrática, lejos de las mapacherías.
Por lo pronto, el Fiscal sigue procurando justicia con el garrote por delante.
Varios sectores sociales y productivos están aterrorizados. Incluso, arrodillados unos, prófugos otros.
Políticos, medios, empresarios (uno de ellos, César Augusto Morando, preso en el penal de Pacho Viejo), líderes sindicales, diputados locales y federales (dos con solicitud de desafuero, Tarek Abdalá y Alberto Silva Ramos), y ahora, notarios públicos.
El ciclo se va cerrando. Poco a poco, pues hasta Karime Macías (su padre y 8 familiares) están en la mira. Ya fueron avisados y el calambre pegó tanto que la esposa de Javier Duarte solicitó asilo político en el Reino Unido… y que, claro, otra cosita es que se lo otorguen.
De acuerdo con la ley, un notario da fe de las buenas acciones de los comparecientes. Ahora, ellos han de demostrar su inocencia, en tanto la Fiscalía su culpabilidad, en caso de tener, “más que los pelos de la burra en la mano, la burra completa”.
Días y noches huracanadas se viven y padecen en el paraíso que fue Veracruz.
Un interminable carnaval de culpas desfila en el territorio jarocho.