Luis Velázquez
Veracruz.- El pleito entre los ex primos, Héctor Yunes Landa y Miguel Ángel Yunes Linares, sigue, implacable.
De todo se acusan. Y las elites políticas se ocupan y toman partido.
Y desde luego, también sus fans.
Y ni modo que los medios sean ajenos a la masacre verbal entre ambos, pues, con todo, alimenta el morbo, y desde 450 años antes de Cristo, Herodoto, el primer enviado especial del mundo reporteril, ya sabía que el morbo es un ingrediente clave y básico, inevitable, del periodismo.
Pero…
Pero ha de preguntarse en qué forma el pleito beneficia, por ejemplo, al millón de indígenas y a los dos millones de campesinos y a los tres millones de obreros?
Por ejemplo, ¿con el pleito… mejorará la seguridad en la vida y en los bienes?
¿Mejorará la calidad educativa, la calidad en la salud pública?
¿Con el pleito se generarán empleos, y de ñapa, los miles de trabajadores con salarios de hambre gozarán de un aumento salarial?
Con el pleito, ¿disminuirá la migración de habitantes de Veracruz a los campos agrícolas del Vallen de San Quintín y a Estados Unidos?
Con el pleito, por ejemplo, ¿Veracruz dejará de ser la entidad federativa número uno en la producción y exportación al país de trabajadoras sexuales?
El circo, sin embargo, circo barato y ramplón, ha de seguirse.
Uno, Héctor, está ardido porque el otro, Miguel Ángel, lo derrotó en las urnas como candidatos a gobernador el año anterior.
Y para el año entrante, Héctor otra vez quiere la candidatura a jefe del Poder Ejecutivo Estatal y Miguel Ángel tiene listo ya, ya, ya, al primogénito, para la nominación PAN y PRD.
Y por eso, el reality-show, el show político y mediático, el circo, vaya, continuará, sabrá Alá, por cuánto tiempo.
El poder, lo acaba de repetir “El peje”, por el poder mismo.
Los cargos públicos.
Y los cargos públicos que en política suelen llevar al enriquecimiento ilícito, cuya dimensión cumbre en la nación se llama Javier Duarte.
Al momento, muchas toneladas de papel periódico y litros de tinta y kilos de raiting se habrán invertido en la pelea estelar de los ex primos.
Cada uno abonando la negritud de cada cual.
Ventilando hasta los asuntos personales en el tendedero público, pues, y por ejemplo, Héctor Yunes se ha ocupado hasta del libro “Los demonios del Edén” de la escritora y periodista, Lidya Cacho.
Miguel Ángel había dicho, con firmeza y entereza, que por ningún concepto reviraría a Héctor, digamos, en una postura como Estadista.
Pero ni hablar, luego de que lo llamara “cuadrapléjico, sordo y mudo”, rompió el silencio, y devolvió “ojo por ojo y diente por diente”.
Y el show continúa, en tanto la calidad de vida de la mayoría de los ocho millones de habitantes del territorio jarocho, por los suelos.
Más, claro, mucho más, del medio millón de paisanos que todos los días hacen dos comidas dada la precariedad en que viven y que ningún beneficio tendrán con el show de los ex primos.
SÓRDIDA LUCHA CAMPAL
Titán contra titán. Genes contra genes. Vísceras contra vísceras. “Una sopa de su propio chocolate” para cada uno.
Los dos, “niños de dieces” en la facultad de Leyes de la Universidad Veracruzana.
Los dos, con un capital político que ya desearían el 99 por ciento de los políticos locales.
El par, con una biografía política tanto local como nacional.
El par, con amigos políticos en el altiplano, la sede de los poderes federales.
Miguel Ángel, claro, mayor de edad, con más fogueo en el carril político nacional, pues trabajó con dos ex presidentes de la república, como Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.
Pero Héctor, con amigos políticos, digamos, del mismo nivel que Miguel Ángel.
En dos ocasiones, Héctor ha buscado la gubernatura. En el año 2010 la perdió ante Javier Duarte en la elección interna del PRI. Y en el año 2016, la perdió en las urnas ante Miguel Ángel.
Miguel Ángel llegó a la gubernatura luego de que la perdiera en tres ocasiones. La cuarta, digamos, fue la vencida, igual, como ha dicho Héctor de él mismo, como François Mitterrand en Francia y Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil.
Pero dado los lazos familiares, se trata de un pleito sanguíneo a muerte, sin que, claro, llegaran, digamos, a la historia de “El padrino”, de don Vito Corleone, con sus tres hijos varones en la disputa por el poder.
Así, la lucha frontal entre los ex primos se ha transmitido a sus grupos y huestes y del carril político han pasado al carril mediático y se ha convertido en la noticia de primera plana de los medios, sin que (disculpa por la insistencia) los 6 de cada 10 habitantes de Veracruz en la miseria, la pobreza y la jodidez, tengan una sola, una sola, una sola esperanza de que con el pleito su vida personal pueda mejorar.
Simple y llanamente, se trata de una sórdida y siniestra lucha campal por adueñarse del poder político, que también es (Javier Duarte lo demostró) poder económico y poder social (aunque sea por un ratito sexenal).
SKETCH ALDEANO
Mucho se duda que entre el par de Yunes exista un proyecto social en beneficio de la población.
Tampoco habría en ellos una vocación de estadistas, tipo Lázaro Cárdenas del Río, por ejemplo, tipo Salvador Allende, tipo José Mujica.
Menos que están “rasgándose las vestiduras” por los indígenas y los campesinos y los obreros.
Menos que el insomnio se adueñe de ellos pensando en los niños secuestrados, desaparecidos y asesinados.
Ni en el creciente número de feminicidios en Veracruz.
Ni que en su vida pública hayan logrado el bienestar médico o social de los “cuadrapléjicos, sordos y mudos” a que hacen referencia uno y otro y en que metieron a Beethoven en el último reality-show.
Pero en fin, la política es un circo y el ciudadano ha de entenderlo así como si asistiera a un sketch de carpa aldeana para, digamos, divertirse un ratito y ocuparse luego enseguida de la faena laboral de cada uno y que permite llevar el itacate a casa.
Ellos, una vez cuando lleguen al poder, podrán seguir enriqueciéndose que Javier Duarte, Karime Macías y los duartistas ya lograron el objetivo.
