Luis Velázquez
Veracruz.- Miguel Ángel Yunes Linares está atrapado en el odio sin límites. Con el rencor fermentado.
Su primo, mejor dicho, su ex primo, el senador Héctor Yunes Landa, ha lanzado, digamos, una denuncia a tiempo.
Desde “la plenitud del pinche poder” como alardeaba Fidel Herrera Beltrán, el góber azul, jefe de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, jefe de las finanzas, jefe de las corporaciones policiacas, y con un ejército de “cibernautas a sueldo” como dice el senador, el gobernador ha decidido irse a la yugular de las siguientes personas:
Una. César Yunes Faisal, padre de Héctor.
Dos. Rafael y César Yunes Landa, hermanos de Héctor.
Tres. Jesús Yunes García, sobrino de Héctor y sobrino de Miguel Ángel Yunes Linares, hijo de Jesús Yunes Linares, QEPD, hermano mayor del góber azul.
De acuerdo con el senador, el Fiscal yunista, Jorge Wínckler, festinó que su patrón, el Yunes azul, le ordenó reactivar el proceso legal en contra de todos ellos por la presunta “violación a la ley federal de armas de fuego y explosivos” y cuyo caso ya fue resuelto en tiempo y forma.
Y fue resuelto, porque el 14 de marzo del año anterior, el candidato de la alianza PAN y PRD presentó la denuncia correspondiente en contra de los padres, hermanos y sobrino de Yunes Landa a través de Joaquín “El chapito” Guzmán Avilés, secretario ahora de Desarrollo Agropecuario y cacique norteño, dueño de Tantoyuca.
“La persecución política” en todo su esplendor.
Y más, porque se orquesta desde adentro del poder público, con toda la fuerza política, social, policiaca y mediática del mundo.
Y más, porque se trata, dice el senador, de un hecho concluido, y ahora, trepado en el poder imperial y faraónico, la silla embrujada de palacio, el Yunes azul la reactiva.
Así, y con todo que Héctor es senador de la república, el dueño del chirrión es el góber azul.
Genes son genes. Vísceras son vísceras.
Y si Yunes Linares va contra su tío y sobrinos, entonces, si algún ciudadano de Veracruz tuvo o tiene o ha tenido diferencias, conflictos, choques con Miguel Ángel padre, entonces, que “ponga las barbas a remojar”.
En la hora de la reconstrucción social y moral y espiritual de Veracruz, el gobernador en turno apuesta al resentimiento y el odio, pero con todo el poder, a la venganza.
La Fiscalía de la venganza llaman a la dependencia.
Nada es más importante que vengarse.
Vivir para odiar.
HERMANA DE YUNES NECESITA AMPARARSE…
Por eso, el senador de la república hace una convocatoria pública a Norma Yunes Linares, hermana mayor de Miguel Ángel, para que junto con su esposo y sus hijos Carla y Tato Vega Yunes, se amparen lo más pronto posible.
Y se amparen, porque también el góber azul irá por ellos.
Delito de Jesús Yunes García, hijo de Jesús Yunes Linares: en la campaña electoral a gobernador del año entrante, Jesús organizó una comida para Héctor.
Y Miguel Ángel se encabritó, tanto tanto tanto que organizó otro comelitón con otros Yunes.
Delito de Norma Yunes Linares, hermana mayor de Miguel Ángel: sus hijos Carla y Tato, colaboradores de Javier Duarte en su gobierno.
Y como Miguel Ángel vive para odiar y destazar por completo al prófugo de la justicia desde hace 151 días, entonces, ni modo, así los hijos de Norma sólo buscaran un empleo para vivir, el hacha de la venganza ha sido afilada.
El relato bíblico se está cumpliendo: la familia (hermanos, primos, tíos, sobrinos) matándose entre sí.
En el caso, el Yunes azul en contra del resto de su familia que según él se la debe.
Estamos, pues, ante un caso sicológico. Grave. Perturbador.
Y más, porque si luego de veinte años, quizá más, de Miguel Ángel luchando por llegar a la gubernatura y cumplir su legítimo sueño dorado que lo afiebraba desde cuando era estudiante en la facultad de Leyes de la Universidad Veracruzana, caray, llegar al poder sólo y exclusivamente para vengarse está cañón.
Claro, para vengarse y para heredar el poder político a sus hijos, lo que en buen romance y en mejor cristiano habla de un padre de familia excepcional, ocupado y preocupado por un buen destino para los hijos, con todo y que los teóricos y prácticos inventaran el concepto de nepotismo en la historia de la humanidad.
NADIE PUEDE ACABAR CON LOS PRINCIPIOS Y LOS VALORES
El 15 de marzo de 1881, León Tolstói envía una carta al zar Alejandro III solicitando perdón y clemencia para los revolucionarios asesinos de su padre, el zar Alejandro II, y entre quienes estaba la hija de un general, Sofía Perovskaia.
Alejandro III desoyó el ruego del escritor más famoso de Rusia y el 3 de abril los ejecutó.
Según Tolstói, en la cumbre del poder, un hombre ha de privilegiar el perdón ante que la venganza.
Y la benevolencia antes que el odio.
Y la misericordia antes que el rencor fermentado.
Y como estadista proclamar la reconciliación, porque la grandeza moral y ética de un político está en hacer el bien antes que el mal.
Y, por si fuera poco, la sentencia bíblica es lacónica: los carniceros de hoy será las reses del mañana.
“Cada paso al castigo, decía Tolstói, es un paso a la maldad, tiempo, incluso, en que “el mal ha de pagarse con el bien”.
Perdonar, pues. Y seguir perdonando. Y perdonar una vez más…, porque el perdón genera alegría interior y paz y tranquilidad.
Y más en un Veracruz que vive el tiempo de un enfermo de cáncer en la etapa terminal significa un crimen atroz arrojar el tiempo por la borda de las pasiones desaforadas.
Además, nunca, jamás, el Estado ha necesitado derramar sangre ni favorecer el reino de la muerte para legitimarse.
Con tanto odio y venganza azul, el coraje social y la indignación popular se multiplicará Tarde o temprano, pues nunca en la vida ha surgido un político capaz de acabar con los principios y los valores.