Luis Velázquez
Veracruz.- Igual, igualito que Javier Duarte y los duartistas, el diputado He Man Sergio Hernández, pastor de la bancada panista en la LXIV Legislatura, frívolo y soberbio, pedante y creído.
Igual que ellos, trepado en la cumbre del poder político efímero, destinando parte del ingreso en “borracheras, drogas, mujeres y orgías” según denunciara su colega Cinthya Lobato Calderón.
Pero igual, igual que ellos, rindiendo su informe, ajá, de actividades mesiánicas, ni más ni menos, que en el Teatro del Estado.
Y por añadidura, la pleitesía total con el gobernador azul por delante.
Igual que en el duartazgo, el silencio de la Comisión de Vigilancia del Congreso y del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, a menos, claro (y mucho se duda) que el costo del informe imperial y faraónico haya sido con cargo, digamos, a su bolsillo y que, bueno, en el arte prodigioso de desviar recursos “y ordeñar la vaca”, sobran asesores.
Antes, en la locura orgiástica del poder, He Man con su pachangón (joven frívolo que es) festejando el cumpleaños.
Son, pues, los nuevos dueños del poder.
Nada, entonces, ha cambiado del duartazgo a la yunicidad… y que, cuidado, porque el concepto puede terminar en yunazgo, es decir, cuando el ciudadano común que todos los días vive con sencillez una vida anónima y discreta, con bajo, bajísimo perfil… se harta de los políticos.
VAYA JOVENCITO FRÍVOLO
Un diputado local de la LXIV Legislatura cuenta:
“Al Congreso sólo se llega y se va con dos objetivos:
Uno, el billete fácil.
Y dos, el siguiente cargo público”.
Y para alcanzar el cielo con la yema de los dedos basta y sobra “con tirarse al piso” del jefe máximo, aprobando las iniciativas de ley sin chistar.
Pero de igual manera, bloqueando las iniciativas de ley de la oposición.
Y también, echando montón a los diputados incómodos al jefe máximo en el poder.
Por eso, en cada Congreso muchos diputados brincan a las presidencias municipales, y/o un cargo público en el gobierno del estado, y/o a una curul federal.
Además, claro, de la línea abierta para los negocios lícitos e ilícitos.
Además, el tráfico de influencias para negociar obra pública con los alcaldes.
Un dato: el diputado Fernando Kuri Kuri reveló que todos ellos se repartieron el presupuesto de Comunicación Social otorgando convenios mensuales a dos y tres medios favoritos.
Por eso, He Man está alcanzando la sublimidad hedonista (jovencito frívolo que es) como pastor de la bancada panista, encargado, entre otras cositas, como presidente de la Junta de Coordinación Política, de repartir el presupuesto.
Y como decía Giovanni Sartori, en política quien tiene el billete… gana la elección y toca el cielo con los dedos.
QUE CAJA CHICA DE PEPE MANCHA
El presidente del CDE del PAN, el tuxpeño Pepe Mancha, es paisano de César Garizurieta, “El tlacuache”, el famoso político que acuñara la frase bíblica de que “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error” y cuando fue lanzado del paraíso sexenal se suicidó.
La versión es que Pepe Mancha tiene en He Man una especie de caja chica que le sirve para financiar sus cosas.
Desde luego, la versión resulta inverosímil y más cuando existe una denuncia sistemática del gobernador Yunes en contra de los latrocinios de Javier Duarte y los duartistas, tal cual como cada secretario del gabinete legal lo ha denunciado y documentado en las comparecencias en el Poder Legislativo.
Pero, bueno, en el Felipismo, Abel Cuevas delegado de la secretaría de Desarrollo Social y Miguel Ángel Yunes Márquez coordinador del programa “Oportunidades”, cumplieron con los “Pisos Fieles” y la fama pública registra que una compañía constructor estelar era propiedad de Pepe Mancha y Víctor Serralde, el ex diputado federal que disputó la candidatura panista a gobernador y fue rebasado por Miguel Ángel Yunes Linares y está en el limbo.
DEL DUARTAZGO AL YUNAZGO
Sin caer en la homilía, la desigualdad social, económica, laboral y de salud, incluso, de inseguridad, está canija en Veracruz.
Un millón de indígenas y dos millones de campesinos en la precariedad, medio millón de los cuales sólo hacen dos comidas al día de tantos jodidos que están.
Y lo peor, sin ninguna posibilidad (ni con las SEDESOL estatal y federal, ni con la SEDECO ni con la SEDARPA ni con el DIF) de salir “de pericos perros” como reza el proverbio popular tan duro, pero real.
Y cuando Veracruz reclama la austeridad republicana de que hablaba Benito Juárez, y cuando la vida pública ha de vivirse en medio de la mesura y la cordura y la discreción, el informe imperial y faraónico de He Man en el Teatro del Estado (así crea que se lo ha ganado favoreciendo el bienestar social, y que mucho se duda) significa la más terrible y espantosa bofetada social a “los desheredados de la fortuna” como les llamaba Albert Camus y a “los condenados de la tierra” como les decía Franz Fanon y “los olvidados de Dios” como intitulara Luis Buñuel a uno de sus filmes clásicos.
Pero en fin, la vida, dice la canción, sólo se vive una vez. Además, el poder político es demasiado efímero. Y de ñapa, la juventud pronto se va, pues la senectud es un túnel demasiado largo.
Y por eso, He Man vive a mil por hora, y como dice el priista Marcelo Montiel Montiel, ex delegado federal y secretario de Desarrollo Social, “los pobres son pobres porque ellos quieren”.
Con todo, el duartazgo es uno de los males de la caja de Pandora. Y cuidado si se cae en el yunazgo… por culpa de la frivolidad juvenil… que ya con “El señor de las paellas” es demasiado.